UN CENADOR EN EL JARDIN[154]
[Margarita entra de un salto, se esconde tras la puerta, se lleva la punta del dedo a los labios y mira por una rendija.]
MARGARITA. ¡Ya llega!
FAUSTO [entrando]. ¡Ah, pícara! ¿Con que me haces broma?
¡Te atrapé! [La besa.]
MARGARITA [abrazándolo y devolviéndole el beso].
¡Qué bueno eres! ¡Te amo de corazón!
[Mefistófeles llama a la puerta.]
FAUSTO [golpeando el suelo con el pie].
¿Quién es?
MEFISTÓFELES. ¡Un buen amigo!
FAUSTO.¡Un animal!
MEFISTÓFELES. Creo que ya es hora de partir.
MARTA [entrando].
Sí, es tarde, señor.
FAUSTO. ¿No me permitís que os acompañe?
MARGARITA.
Mi madre me… ¡Adiós!
FAUSTO. ¿Así que tengo que irme?
¡Adiós!
MARTA. Adiós.
MARGARITA. ¡Y hasta que nos volvamos a ver pronto!
[Fausto y Mefistófeles salen.]
MARGARITA. ¡Dios del cielo! ¡Cuántas y cuántas cosas
no pensará un hombre como él!
Ante él sólo sé quedarme avergonzada
y a todo le digo que sí.
Es que soy una pobre niña ignorante,
no entiendo qué encuentra él en mí. [Sale.]