[400] En una de sus frases más populares Goethe dice que si la juventud es una enfermedad, al menos es de las que se curan pronto. <<

[401] Así dice justamente el refrán popular castellano: «sabe más el diablo por viejo que por diablo». <<

[402] En realidad se hace un «hombrecillo» como dice la palabra latina con que se designa a Homunculus, un pequeño ser que es todo espíritu y sabiduría, pero carece de auténtica vida y realidad. El sabio y alquimista Paracelso (a quien Goethe había estudiado en su juventud) ya habla en su De generatione rerum naturalium del proceso de creación de un «homunculus» a partir del esperma de un hombre y determinados procesos químicos. Hay otros antecedentes de supuestos experimentos de crear hombres tanto antiguamente (Simón el Mago) como en la propia época de Goethe (el profesor Wagner de Würzburg). <<

[403] Literalmente «kohobieren», en castellano «cohobar», palabra del latín químico que significa destilar muchas veces hasta tener un líquido puro. <<

[404] Seguramente las estatuas de sal de la Biblia cuando la mujer de Lot desobedece a Dios y se vuelve para mirar la destrucción de Sodoma y Gomorra. Por cierto que el diablo alude a sus años de peregrinación y aprendizaje por la tierra llamándolos «Wanderjahre», lo que inevitablemente nos hace pensar en el título del famoso y peculiar ‘Bildungsroman’ de Goethe Wilhelm Meisters Wanderjahre. <<

[405] Homunculus llama «primo» a Mefisto y le da las gracias, pero no sabemos si ha intervenido o no en su creación, como parece sugerir esto. <<

[406] El alemán «Mann und Frau» también se puede interpretar como «marido y mujer». Sin embargo, optamos por hombre y mujer, aludiendo a la diferencia general entre los dos sexos. <<

[407] Al hablar de los problemas de la unión de cuerpo y alma, Mefisto recuerda el problema particular de su Fausto, que yace con el cuerpo paralizado y el alma cargada de anhelos aparentemente imposibles. Es una buena tarea para el espíritu sabio de Homunculus deseoso de trabajo. <<

[408] Homunculus ve lo que pasa por el cerebro de Fausto dormido. <<

[409] Estamos asistiendo a la concepción de Helena, cuando Leda se baña desnuda y es requerida por Zeus bajo la forma de un cisne. <<

[410] Recordemos que en Fausto I, los dos protagonistas masculinos habían acudido al aquelarre de brujas que se celebraba en escenario alemán, en las montañas del Brocken, la noche de Santa Walpurga o Walpurgis (el 1 de mayo). Ahora acudirán a una reunión en tierras clásicas de las más variadas criaturas fantásticas de la Antigüedad clásica, entre las que no faltan las lascivas brujas de Tesalia que le sirven a Mefisto de estímulo para emprender el viaje versos más abajo. <<

[411] El elemento de Fausto, desde que ha visto a Helena, es ahora el mundo griego. Para llegar hasta allí se necesita la colaboración del espíritu sabio, Homunculus, y del científico erudito, Wagner. El conocimiento de Grecia sólo llega a Europa mediante los eruditos de la época de Goethe que recuperan y comentan los textos antiguos y empiezan a hacer grandes hallazgos arqueológicos. Pero, por encima de la mera recuperación arqueológica o la imitación estéril de lo clásico, la pregunta de Goethe es si su época puede volver a producir una nueva Belleza como lo hizo Grecia. Helena sirve como símbolo de esa belleza que supieron crear los griegos y Fausto como símbolo de la germanidad moderna que parte de nuevo en su busca. <<

[412] «Románticos» significa aquí «de la época medieval», frente a los fantasmas de la antigüedad o «clásicos». <<

[413] Uno de los ríos de Tesalia. <<

[414] En Farsalia tuvo lugar la decisiva victoria de César y Pompeyo en el año 48 a. C. Desde un punto de vista político simboliza la lucha entre tiranía y república.

Según el geógrafo Estrabón, que sabemos leyó Goethe con detenimiento, hubo dos Farsalias, una nueva y otra vieja. De todos modos, los viajeros germánicos van a asistir a una «nueva» Farsalia, una suerte de espejismo mágico en que se repetirá la escena de la antigua batalla. <<

[415] El demonio. Ya citado en nota supra. <<

[416] Las montañas del aquelarre germánico. <<

[417] También «claros, luminosos, serenos» («heiter»), en contraposición con los pecados «oscuros». <<

[418] Según la Edición de Hamburgo, Homúnculo se refiere casi con seguridad a la «tintura» alquímica, un ingrediente casi insignificante pero sin el cual no se conseguía una piedra filosofal verdaderamente eficaz, a pesar de haber mezclado bien los elementos correctos. Homúnculo consuela a Wagner con la promesa de traerle tan vital ingrediente (de hecho, en la versión manuscrita de la obra se lo trae y ya no les falta nada). <<

[419] La gran meta de los alquimistas, también llamada «Opus Magnum», era, como es sabido, hallar la piedra filosofal que otorgaba «oro, honor, fama y larga vida». <<

[420] Tanto el nombre como el hecho de una «noche de Walpurgis clásica» son pura invención de Goethe para tener un contrapunto —en la segunda parte— al aquelarre germánico de la primera parte. La diferencia es que aquí se juega además con la inversión del tiempo y el redespertar de hechos ya pasados. Esta escena tiene una duración de 1481 versos, es decir, más que algunos dramas de Goethe, por lo que constituye un relato dentro del otro relato.

La visión que Goethe nos transmite del mundo clásico es la de una naturaleza dinámica y en ebullición, poblada por seres a medio camino entre lo humano y lo animal: esfinges, grifos, nereidas, tritones, sirenas. De modo consciente se han evitado todas las divinidades olímpicas, siendo sustituidas por dioses menores, pero más próximos a los elementos de la naturaleza: por ejemplo, la nereida Galatea como sustitutivo de Venus o el Viejo del Mar, Nereo, en lugar de Poseidón. Se trata de transmitirnos la impresión de que son los propios elementos de la naturaleza los que se mueven ante nuestra vista. Acorde con esto, el papel de los filósofos presocráticos, sobre todo Tales, ligado al elemento del agua.

En este pasaje, traducimos en versos medidos y rimados todas las partes habladas por las sirenas (que se expresan siempre melódicamente) y algunas partes habladas por otros seres cuando va acorde con el sentido del texto, muy melódico en algunos pasajes, y están marcadas las estrofas por Goethe con versos cortos de estilo más rítmico: por ejemplo, sucede con algunos parlamentos de las esfinges, para remarcar su lenguaje sentencioso, propio de seres antiquísimos, o con la voz oracular de Manto, o sucede con los desfiles de telquinos y dáctilos, seres vinculados a los cortejos báquicos de danzas y música, o con las ninfas y las nereidas, cuya suavidad y expresión melódica tratamos de reproducir mediante la rima, y, por supuesto, con todo lo que en el texto viene marcado expresamente como coro. <<

[421] En la batalla de Farsalia César venció a Pompeyo, lo que marcó el fin de la República en Roma y el comienzo del imperio de los Césares. Es, por eso, un instante histórico, para muchos símbolo del fin de la mejor Roma y de la libertad. <<

[422] Bruja clásica que aparece sobre todo en la Farsalia («De bello civili») de Lucano. En la Divina Comedia aparece también guiando a Virgilio a los infiernos. Goethe la hace hablar en metros típicos de la tragedia ática. <<

[423] Se refiere a Lucano, que la hace aparecer en su obra de un modo exageradamente espantoso haciendo profecías por boca de un muerto resucitado y cosas así. <<

[424] Pompeyo, tal como lo llama Lucano. <<

[425] La luna no está llena porque es una noche de ilusiones ficticias y realidades incompletas. Como indica la Edición de Hamburgo, el germanista Wolfgang Binder (Zürich 1976) comenta que en esa noche todo está «a medias»: sólo aparecen figuras mitológicas que son mitad un ser y mitad otro (grifos, esfinges, sirenas, centauros), el propio Homunculus esta «a medias» de hacer, y hasta Fausto, que ha quedado descolocado tras su experiencia con las Madres, busca en Helena la mitad que le falta. <<

[426] Se trata del gigante hijo de Neptuno y de la Tierra que adquiría renovadas fuerzas cuando tocaba la tierra. Aquí es Fausto el que se siente revivir al tocar la tierra griega donde confía en encontrar a Helena. <<

[427] El Peneo es un río de Grecia que riega la Tesalia y desemboca en el Egeo. <<

[428] Alusión a las esfinges, con cabeza y busto de mujer, aunque cuerpo de león. <<

[429] En el original «sabios ancianos». Véanse notas infra. <<

[430] Los grifos tienen cabeza de pájaro, cuerpo de león, alas y garras. <<

[431] Intraducibie juego de palabras en alemán entre «Greisen» (ancianos) y «Greifen» (grifos). Adoptamos «garfios» (donde el alemán pone ancianos), por sonar algo más parecido a «grifos» y poder jugar hasta cierto punto con las palabras que encadena el grifo, versos después, de resonancias parecidas a «greis» (anciano). <<

[432] En el original, «viejo». <<

[433] En el original, se encadenan palabras que recuerdan a «Greis», «anciano», tanto por su resonancia como incluso en calidad de adjetivos aplicables a la vejez: «grau» (gris), «grämlich» (huraño), «griesgram» (gruñón), «greulich» (espantoso), «Gräber» (sepulcros), «grimmig» (furioso). <<

[434] Se llama «garfas» a las uñas corvas de las manos de los animales. Aquí nos parece muy adecuado por ser aplicable a las garras de los grifos. En este listado, buscamos palabras malsonantes que ofendan a los grifos y suenen parecido a «garfio», «garra». Así, «garrapo» es el nombre para un cerdo de menos de un año; «gárrulo» es ofensivo para designar a un muchacho charlatán, y por extensión, a un patán; y «gargajo» es la flema que se expulsa de la boca al escupir. <<

[435] Nuevo juego de palabras, en este caso entre «grei»/«greifen» (el verbo ‘agarrar’) y «greifen» (grifos). Jugamos en castellano con garfio, en el sentido del texto alemán de echar la garra o agarrar. <<

[436] Se trata del juego de palabras ya comentado; en alemán «greife» (agarrar). <<

[437] Todos estos personajes, hormigas, grifos y arimaspos se encuentran en los textos de Heródoto, autor leído por Goethe para escribir su Fausto. Según este autor clásico, las hormigas de Asia eran tan grandes como perros y almacenaban oro; de los arimaspos, fabuloso pueblo de los escitas, se nos dice que le robaban el oro a las hormigas y que tenían un solo ojo. <<

[438] En esta escena las esfinges simbolizan lo supratemporal e inmutable. <<

[439] Es el nombre del vicio y el mal en las viejas farsas inglesas. <<

[440] La batalla de Farsalia tuvo lugar en Agosto, el mes de la lluvia de estrellas fugaces, que se dejan ver sobre todo durante la famosa noche de San Lorenzo. <<

[441] Como la famosa esfinge de Tebas, cuyo enigma solo Edipo supo resolver. <<

[442] Seres fabulosos que solemos conocer con cuerpo de pez y cabeza y torso de mujer, pero en las representaciones antiguas también aparecen con cuerpos de pájaro y cabeza de mujer. Con sus cantos atraían a los navegantes para matarlos. Es célebre el pasaje de la Odisea en que Ulises resiste sus cantos atándose fuertemente al mástil de su barco y tapando los oídos de sus compañeros con cera. <<

[443] Son preludios musicales a lo que efectivamente cantarán a continuación. <<

[444] Nótese el contraste entre la actitud admirada de Fausto y la burlona de Mefistófeles ante estos prodigiosos seres, así como el diferente modo de dirigirse por parte de ambos a dichas criaturas. <<

[445] La guerra de Troya y Helena son de una época posterior al mundo mítico de las esfinges y los grandes héroes mitológicos; la esfinge de Edipo se despeñó cuando éste resolvió el enigma; Belerofonte mató a Quimera y Hércules acabó con las Estinfálidas, aves fabulosas del lago Estínfalo, que tenían el plumaje, el pico y las garras de bronce. <<

[446] Figura mitológica del más célebre centauro (mitad hombre, mitad caballo) que fue preceptor de héroes famosos como Aquiles o Hércules y reputado por su gran sabiduría. <<

[447] Es un nombre que se le da con frecuencia a Hércules por ser descendiente de Alceo. <<

[448] La hidra del lago Lerna era una enorme serpiente que tenía nueve cabezas que se reproducían en cuanto eran cortadas. En el que fue el segundo de sus celebres doce trabajos, Hércules la extermino. <<

[449] Se conocen hasta tres Lamias, aunque otras veces sólo es una. Se trata de una suerte de vampiro femenino que devora jóvenes, tal como lo cuenta Horacio en su conocida obra De arte poética. <<

[450] Según la Edición de Hamburgo, en tiempos de Goethe los obeliscos egipcios pasaban por ser los señaladores de monumentales relojes solares. Además, las esfinges son símbolo de eternidad por haber resistido el paso de todas las épocas y haber asistido a todo tipo de cambios en el mundo. <<

[451] En esta escena la naturaleza es mucho más dulce y amable y las criaturas no son monstruos fabulosos, sino diosecillos de la naturaleza. Este reino de belleza natural guía a Fausto en el camino que conduce hasta la belleza de Helena. Hasta el propio lenguaje es más bello y grácil que en la escena anterior. Es el estilo del «idilio», género tratado por poetas y pintores de muchas épocas. <<

[452] Es el dios personificación del rio. <<

[453] Está pensando en la escena de Leda y el cisne. <<

[454] Filira era hija de Océano y tuvo con Cronos al centauro Quirón. <<

[455] Se trata de la famosa expedición de los «argonautas» sobre la nave «Argos» en dirección a la lejana Cólquide para buscar allí el Vellocino de oro. Además de Jasón, jefe de la expedición, iban en esta nave los héroes más famosos de la Antigüedad: Hércules, Cástor y Pólux, Orfeo y otros muchos. <<

[456] Palas Atenea o Minerva tomó la figura del anciano Mentor para poder instruir a Telémaco mientras su padre Ulises se hallaba fuera (Odisea, canto II). <<

[457] Se dice que Quirón tenía un conocimiento tan grande de las virtudes medicinales de las plantas que el propio Apolo le entregó a su hijo Asklepio —futuro dios de la medicina— para que lo educase. <<

[458] La expresión que utiliza Quirón en el original alemán es despectiva: para curanderas dice «Wurzelweiber» y añade «Pfaffen» (curas, clérigos), que hemos traducido por ‘santones’ tratando de rescatar su tono despectivo sin utilizar el término ‘cura’, poco apto para el mundo antiguo. <<

[459] Se trata de Cástor y Pólux, hijos de Zeus y de Leda y hermanos de Helena, bellos como ella. <<

[460] Se trata de los hijos del dios del viento Bóreas, Zetes y Calais, que son genios alados muy veloces; libraron a Fineo de las arpías. <<

[461] Jefe de la expedición de los argonautas, aprovechó el amor de Medea, princesa de la Cólquide, para robar el Vellocino de oro. <<

[462] Orfeo es famoso por su música, que amansaba a las fieras. Es célebre su descenso a los infiernos en busca de su amada Eurídice. <<

[463] El príncipe mesenio Linceo era el piloto o timonel de los argonautas. Simboliza la vigilia, motivo por el que Goethe lo usa en actos siguientes en su sentido de «vigilante». <<

[464] El que en versión latina conocemos como dios Apolo, célebre por su belleza. <<

[465] El que en versión latina conocemos como Marte, dios de la guerra, de belleza viril. <<

[466] Es el mensajero de los dioses, también joven y hermoso. En versión latina se identifica con Mercurio, el dios del comercio. <<

[467] Nato tanto en el sentido de su porte regio como de su nacimiento, ya que su madre Alcmena era hija del rey de Micenas y caso con Anfitrión, hijo del rey de Tirinto. El nacimiento de Heracles o Hércules es, además, divino, ya que Zeus aprovecha una ausencia de Anfitrión para tomar la figura exterior de éste y yacer con la hermosa Alcmena, concibiendo así a Heracles; al llegar el marido, también yace con Alcmena y concibe a Ificles, hermano de Heracles. <<

[468] Como expiación del terrible crimen cometido durante su temporal locura —provocada por la vengativa Hera— en que había matado a los hijos propios tenidos con Megara y a los de su hermano Ificles, Heracles tuvo que servir a Euristeo con los célebres «doce trabajos», pero éste no era su hermano, sino su primo. El día en que iba a nacer Heracles Zeus juró que el niño que iba a nacer ese día sería rey de Argos y un gran señor al que estarían sometidos todos los cercanos a él. Su esposa Hera, para vengarse de su infidelidad, consiguió retrasar el parto de Alcmena, de modo que el niño que nació bajo ese juramento fue Euristeo: de este modo, Heracles le estaba sometido desde su nacimiento por el juramento de Zeus. La madre de Euristeo era descendiente de Perseo igual que Alcmena, madre de Heracles, y por eso eran familiares entre sí y ambos de raza argiva, motivo por el que Heracles siempre consideró la Argólida como su patria auténtica, a pesar de haber nacido en Tebas por estar allí desterrado su padre Anfitrión. <<

[469] Tal vez el caso máximo de sometimiento a una mujer es cuando Heracles fue siervo durante tres años de Onfale, reina de Lidia, y para complacerla se vestía de mujer y cardaba lana e hilaba. <<

[470] Gea es la diosa que personifica la tierra, de modo que lo que significa el verso es que nunca habrá en la tierra un segundo Hércules. <<

[471] La leyenda de Heracles o Hércules cuenta que cuando por fin subió a los cielos para vivir entre los inmortales, se le asignó como esposa a la diosa Hebe, hija de Zeus y Hera, que simboliza la juventud y es la encargada de servir el néctar y la ambrosía que mantienen jóvenes a los dioses. De esta unión nacieron dos hijos. <<

[472] Se hace referencia a la leyenda por la cual Helena había sido raptada por Teseo siendo niña, pero sus hermanos gemelos, los Dioscuros Cástor y Pólux, la rescataron. <<

[473] Goethe ironiza con los intentos filológicos por tratar de poner un orden y una racionalización en las contradicciones existentes entre las distintas versiones de la leyenda de Helena. Mientras Hederich (autor del diccionario de mitología más famoso del tiempo de Goethe, y muy usado por éste) estimaba que Helena no podía ser hermana de los dioscuros pues entonces sería una vieja de casi ochenta años cuando la raptó Paris, el filólogo Gottling estima según su cálculos que en esos momentos no podía contar más allá de siete años (así lo explica R. Cansinos Assens en su versión del Fausto, Goethe Obras Completas, vol. I, Clásicos Aguilar, p. 470). En ambos casos se obtiene un resultado absurdo de cara a la leyenda. Por su parte, Goethe considera que el autor debe ser libre para utilizar a su antojo los materiales fabulosos. <<

[474] Una leyenda cuenta que, gracias a los ruegos de su madre Tetis, Aquiles pudo regresar a la tierra después de muerto, aunque con la condición de quedarse en un sitio determinado. Allí se le permitió también acudir a Helena, de la que él se había enamorado en Troya, para casarse con él saliendo del reino de las sombras; de esa unión nació Euforión. Esto es lo que le permite entender a Fausto que es posible amar a Helena fuera de los limites del espacio-tiempo habituales. <<

[475] Goethe convierte a Manto en hija de Esculapio, el dios de la medicina, y Quirón quiere llevar a Fausto a verla para que se cure de su locura. En realidad, en las antiguas leyendas griegas era la hija del vidente de Tebas, Tiresias, y ella misma era vidente. <<

[476] Es decir: Fausto no quiere que le quiten un ápice de esa pasión sobrehumana que le hace estar por encima del nivel de los demás. <<

[477] Se alude a la batalla de Pydna, del año 168 a. C., en la que Roma venció a los macedonios conducidos por su rey Perseo. <<

[478] Es decir, al Hades, ya que Perséfone (o Proserpina) fue raptada por el dios Hades (el latino Plutón) para desesperación de su madre la diosa Deméter (o Ceres). Deméter consiguió que se le permitiese salir unos meses al año: es cuando llega la primavera. <<

[479] A Orfeo se le permitió bajar a los infiernos a buscar a su amada Eurídice para llevarla de nuevo a la tierra, con la condición de que no volviesen la vista atrás en el regreso. Ella no supo resistir la tentación, se volvió y fue castigada a quedarse para desesperación de Orfeo. <<

[480] Doble debido a su reflejo en el agua. <<

[481] Seísmo (del griego seismó, terremoto, sacudida) es aquí una personificación de los temblores de tierra y las fuerzas telúricas como las que ya se hacían desde la Antigüedad en literatura y más tarde en la pintura (Rafael). <<

[482] Las esfinges simbolizan la eternidad e inalterabilidad del tiempo a lo largo de las sucesivas y fugaces generaciones humanas, motivo por el que permanecen inmutables hasta ante el terremoto. <<

[483] Se trata del dios Poseidón (Neptuno), divinidad del mar y los terremotos, que sacó la isla de Delos de las profundidades marinas para que Leto (o Latona), una de las amantes de Zeus y madre de Febo (Apolo) y Artemis (Diana), pudiera dar a luz a sus gemelos cuando era perseguida por la celosa Hera (Juno). Se cuenta que para proteger a Leto y burlar a su perseguidora, Poseidón dispuso una bóveda de agua por encima de la isla que no dejaba pasar los rayos de sol. El nombre de la isla, Delos, «la brillante», es un calificativo que recibió desde estos acontecimientos la isla Ortigia o Asteria, que según la leyenda se cubrió de una capa de oro al nacer los gemelos divinos. <<

[484] Atlas o Atlante es el nombre del gigante que encabezó la rebelión de los Titanes contra los dioses por lo que fue condenado a llevar eternamente sobre sus hombros la bóveda del cielo. <<

[485] Columna con forma humana, habitualmente de mujer. <<

[486] Nombre de dos montañas de Tesalia. Se cuenta que dos hijos de Poseidón, Otus y Efialtes, quisieron llegar hasta el cielo donde moran los dioses olímpicos y para eso escaparon el Pelión y el Osa. Otras leyendas dicen que, en su lucha con los dioses, los titanes arrojaron esas montañas; aquí se alude a esta leyenda cuando Seísmo habla de jugar con las montañas como con una pelota. <<

[487] Parnaso es el nombre de la cadena montañosa extendida entre los territorios dorios y focenses de Grecia. En la ladera del Parnaso habitan las Musas con Febo-Apolo. En la mitología, Parnaso era una divinidad, hijo de Poseidón y una ninfa. <<

[488] Es decir, para la nueva montaña que acaba de sacar de las profundidades y que, según parece, está llena de oro. <<

[489] Pueblo mitológico de enanos de un codo de altura. Mandan sobre los áun más diminutos dáctilos (‘daktilos’ significa «dedo», que es su tamaño) y las hormigas. Tanto pigmeos como dáctilos aparecen frecuentemente relacionados con la metalurgia. Los pigmeos eran enemigos de las grullas, de las que robaban las plumas para hacerse yelmos. En este pasaje, junto con los dáctilos y las hormigas, son un símbolo del vulcanismo. <<

[490] Sobre el pueblo diminuto de los dáctilos hay muchos relatos muy variados, que los vinculan a divinidades femeninas de Creta o Frigia, como Cibeles o Rea. En cualquier caso aparecen relacionados con la metalurgia y la magia y, junto con otras figuras similares como los Coribantes, Curetes, Cabiros y Telquines, figuraban en los cortejos de tipo báquico poseídos de frenesí en medio de las danzas y música. <<

[491] ‘Las grullas de Ibico’ es el título de un poema de Schiller tomado de la tradición clásica (lo cuentan Plutarco y otros). Ibico fue asesinado por unos ladrones y los únicos testigos del crimen fueron unas grullas que volaban en aquel momento sobre sus cabezas; mientras moría. Ibico las invocó como vengadoras. Poco después, durante los Juegos Olímpicos, uno de los ladrones vio sobrevolar a unas grullas y exclamó: ¡Mira, si son las grullas de Ibico! Así se delataron los asesinos. En este pasaje de Goethe las grullas son la ayuda exterior que puede socorrer a las hormigas y dáctilos que padecen la tiranía de los codiciosos pigmeos, seres insaciables y crueles que matan a las garzas de los pantanos y obligan a los pequeños a trabajar para ellos sin descanso. Todo lo que ha creado Seísmo, la fuerza del vulcanismo, se muestra como violento y destructivo, frente a lo que sucederá en el reino de Neptuno, donde florecerá el poder de Eros.

Según la Edición de Hamburgo, Goethe había manejado con frecuencia en Weimar reproducciones de frescos de Pompeya sobre la lucha entre pigmeos y grullas. <<

[492] Las galas de las garzas son sus plumas, que los pigmeos usan para hacer los penachos de sus cascos. <<

[493] Las grullas reclaman la ayuda de las bandadas migratorias que cruzan el mar para vengar a sus hermanas las garzas de los pantanos. <<

[494] Las ya mentadas montañas del Harz donde se desarrollan los aquelarres germánicos. <<

[495] Las palabras que figuran con cursiva (también en el texto original) son topónimos locales que designan las distintas cimas de la montaña del Blocksberg. <<

[496] Según parece, Mefistófeles, a quien habíamos perdido de vista en el verso 7239, ha sido espectador del surgimiento de la nueva montaña. <<

[497] Literalmente: el viejo pecador. <<

[498] Literalmente: en dura penitencia. <<

[499] Empusa es el nombre de una de las lamias que en Aristófanes (Las ranas) tiene una pata de asno. Debido a su aspecto horrible espanta a los clientes de sus compañeras. <<

Fausto
cubierta.xhtml
sinopsis.xhtml
titulo.xhtml
info.xhtml
ilustracion01.xhtml
intro.xhtml
intro_0001.xhtml
intro_0002.xhtml
intro_0003.xhtml
portadilla.xhtml
dedicatoria.xhtml
prologo_01.xhtml
prologo_02.xhtml
ilustracion02.xhtml
parte01.xhtml
ilustracion03.xhtml
parte01_01.xhtml
ilustracion04.xhtml
parte01_02.xhtml
ilustracion05.xhtml
parte01_03.xhtml
ilustracion06.xhtml
parte01_04.xhtml
ilustracion07.xhtml
parte01_05.xhtml
ilustracion08.xhtml
parte01_06.xhtml
parte01_07.xhtml
ilustracion09.xhtml
parte01_08.xhtml
parte01_09.xhtml
parte01_10.xhtml
ilustracion10.xhtml
parte01_11.xhtml
parte01_12.xhtml
parte01_13.xhtml
parte01_14.xhtml
parte01_15.xhtml
ilustracion11.xhtml
parte01_16.xhtml
parte01_17.xhtml
parte01_18.xhtml
parte01_19.xhtml
ilustracion12.xhtml
ilustracion13.xhtml
parte01_20.xhtml
ilustracion14.xhtml
parte01_21.xhtml
ilustracion15.xhtml
parte01_22.xhtml
ilustracion16.xhtml
parte01_23.xhtml
ilustracion17.xhtml
parte01_24.xhtml
parte01_25.xhtml
ilustracion18.xhtml
parte02.xhtml
parte02_acto01.xhtml
parte02_acto01_0001.xhtml
parte02_acto01_0002.xhtml
parte02_acto01_0003.xhtml
parte02_acto01_0004.xhtml
parte02_acto01_0005.xhtml
parte02_acto01_0006.xhtml
parte02_acto01_0007.xhtml
parte02_acto02.xhtml
parte02_acto02_0001.xhtml
parte02_acto02_0002.xhtml
parte02_acto02_0003.xhtml
parte02_acto02_0004.xhtml
parte02_acto02_0005.xhtml
parte02_acto02_0006.xhtml
parte02_acto02_0007.xhtml
parte02_acto03.xhtml
parte02_acto03_0001.xhtml
parte02_acto03_0002.xhtml
parte02_acto04.xhtml
parte02_acto04_0001.xhtml
parte02_acto04_0002.xhtml
parte02_acto04_0003.xhtml
parte02_acto05.xhtml
parte02_acto05_0001.xhtml
parte02_acto05_0002.xhtml
parte02_acto05_0003.xhtml
parte02_acto05_0004.xhtml
parte02_acto05_0005.xhtml
parte02_acto05_0006.xhtml
parte02_acto05_0007.xhtml
notas01.xhtml
notas02.xhtml
notas03.xhtml
notas04.xhtml
notas05.xhtml
notas06.xhtml
notas07.xhtml
notas08.xhtml
notas09.xhtml