[300] Traducimos estos versos con pequeñas libertades. El original dice aproximadamente «Si no trabajáramos los palurdos también en el campo, ¿qué harían las gentes finas para salir adelante por más que se las ingeniaran?». <<
[301] Personaje típico de la comedia italiana, extendida por toda Europa, que tiene el papel de torpe y tontorrón. Va vestido de pantalón y zapatillas blancas con chaqueta y gorro encarnados. <<
[302] Los polichinelas se ríen de los leñadores que van cargados (con giba), mientras ellos se dedican a mariposear alegremente. <<
[303] Estos parásitos aduladores cuya forma de vivir consiste, dicho vulgarmente, en ser unos lameculos, aquí son llamados en un juego de palabras «lameplatos», pues la finalidad de su servilismo es comer gratis en la mesa de sus protectores. En el texto original, que hemos traducido con pequeñas libertades buscando la rima, se dice literalmente en los dos últimos versos «eso (los olores culinarios) les incita a grandes hazañas (entiéndase: hazañas gastronómicas) en la mesa del protector». <<
[304] Se trata de una pulla contra los románticos a la moda y su truculencia. Goethe puede estar pensando en E. T. A. Hoffmann o en el ingles J. W. Polidori, autor de la novela El Vampiro. <<
[305] Las Gracias, en Grecia llamadas Cárites, son, en la mayoría de las versiones, hijas de Eurínome (hija de Océano y Tetis) y de Zeus; se las acostumbra a representar en número de tres, jóvenes, desnudas y hermosas. Sus nombres suelen ser Aglae, Eufrosina y Talía, pero se citan también otros nombres. Los atenienses honraban a dos cárites: Auxo (crecimiento) y Hegémone (maestría); se las asocia al canto, la danza y el arte. <<
[306] Diosas del destino, según Hesíodo, hijas de la Noche, también llamadas ‘moiras’ en Grecia. Son tres hermanas hilanderas, encargadas de cortar los hilos de la vida de los hombres llegado el momento. En algún caso son hermanas de las Horas, otras veces se las confunde con ellas. Sus nombres son Cloto (la que hila), Laquesis (la que asigna los lotes) y Atropo (la inflexible). Normalmente Cloto sujeta la rueca, Láquesis hila y Átropos corta los hilos con sus tijeras. Aquí se han intercambiado los papeles. <<
[307] La furias, como se las llamaba en Roma, son lo mismo que las ‘erinias’ griegas. Son espíritus infernales que se ocupan de vengar crímenes, sobre todo contra la familia, y se las representa como mujeres aladas con serpientes enroscadas en la cabeza. Sus nombres eran Alecto, Tisífone y Mégera. Para no incurrir en su cólera se las llamaba con nombres halagadores como ‘euménides’ (bondadosas). Parece que al principio se las representaba todavía como bellas y jóvenes; aquí Goethe adopta su faceta más amable y graciosa. <<
[308] Demonio de la Biblia, ligado a la desgracia en los matrimonios. Al respecto, véase Tobías 3, 8. <<
[309] En el original se percibe mucho mejor el juego del eco que contesta con la palabra «venganza» a la palabra del verso anterior, que suena igual excepto en la inicial: Sache/Rache. <<
[310] Aparece en el desfile una alegoría de la buena política: el elefante (la fuerza) está guiado por una tierna mujer (la prudencia o sabiduría) y lleva sobre la torre de su lomo a una diosa (la victoria); al lado, dos genios encadenados que en política conviene tener bien asidos para que no se desmanden: el temor o angustia y la esperanza. <<
[311] Traducimos el término «Furcht» (temor) con esta palabra porque se trata de una figura femenina como femenina es en alemán esa palabra. <<
[312] Bajo esta máscara se encuentra Mefistófeles. Tersites es un símbolo de los malos críticos. Es una figura negativa y ridícula de la Ilíada, el pobre hombre feo y mezquino que se permite criticar de modo muy despectivo todas las iniciativas de los grandes héroes. Zoilo es un orador ateniense del III a. C. que difama a Homero y Platón. <<
[313] Este carro que recuerda los carros de triunfo romanos, con dos ruedas y tirado por cuatro animales, es una cuadriga. Dentro de él van Plutón o la riqueza (Fausto), detrás en el estribo la Avaricia (Mefistófeles) y a modo de conductor un joven auriga que simboliza el despilfarro y la poesía. Puesto que se trata de una mascarada de alegorías de la Antigüedad clásica, hay que atender a su sentido simbólico. Y puesto que el auriga es la poesía, lo haremos hablar siempre en versos rimados. <<
[314] En cierta ocasión Goethe le comentó a Eckermann que este muchacho es Euforión; no obstante, como Euforión —el hijo de Fausto y Helena— no nace hasta el acto tercero, también aclaró que para él ese nombre valía como una mera alegoría intemporal. (Conversaciones con Eckermann del día 20 de marzo de 1829). <<
[315] Ya que en latín «plutus» significa riqueza. <<
[316] Se trata obviamente de un remedo profano de las palabras de Dios en Mateo 3, 17 o Lucas 3, 22. <<
[317] En el original se dice que lleva a «Hanswurst»; se conoce con este nombre a un personaje cómico del teatro, tipo Polichinela. <<
[318] Se trata de Mefistófeles, que está escuálido porque representa a la avaricia. <<
[319] Desgraciadamente «avaricia» no es palabra masculina en castellano, con lo que esta frase no resulta tan comprensible como en el original. <<
[320] Alusión a los dragones custodios de tesoros. <<
[321] La Riqueza envía a la Poesía a su lugar: la soledad y el retiro. <<
[322] Esta acotación significa que el auriga se marcha en su carro de dragones. <<
[323] El muchacho se ha marchado a su región, y ahora ya pueden aparecer tesoros de verdad. Puesto que el auriga simboliza la poesía, no se halla en su círculo dentro de la corte del emperador, que no sabe apreciarlo: por eso sus dones se volatilizan, mientras que las riquezas de Plutón son de orden material y se mantienen. Si Plutón lo considera su «hijo» es porque, de todos modos, solo de la abundancia, riqueza y capacidad de no agotarse puede surgir poesía. Pero su región esta reservada a muy pocos y por eso es la Soledad. <<
[324] Con la vara del heraldo en la mano para contener a la multitud, Plutón, que es ahora el encargado del orden, va a dar vueltas para impedir que se acerquen al cofre. Trazará un círculo y aguardará en ese espacio protegido al emperador para abrir el misterioso cofre. <<
[325] El círculo protector invisible que nadie puede traspasar. <<
[326] En alemán la avaricia «Geiz» es un término masculino y por eso no resulta sorprendente que Mefisto pueda representarla. En esta conversación con las mujeres debe tenerse en cuenta que el que habla es un varón. En castellano no hemos encontrado un término masculino suficientemente bueno como sinónimo de avaricia; la opción de traducir «el avaro» no parece acertada, ya que aquí debe verse una alegoría del propio vicio. <<
[327] Pero ese algo informe que redondea y moldea es probablemente una alusión sexual, que hace huir a las mujeres y ofende la decencia. De acuerdo con la Edición de Hamburgo, oro y sexo están para Mefistófeles unidos como únicos motores del mundo. <<
[328] Lo que llega de fuera es el emperador con su séquito que obligara a dejar sitio sin necesidad de aplicar ley alguna. <<
[329] La horda salvaje, en alemán «Wilde Jagd», es una superstición popular muy documentada en relatos y leyendas y que consiste en una horda de temibles espíritus que pasan por los aires, especialmente en el cambio de año, las noches entre Navidad y la Epifanía. Aquí sólo es un sinónimo para tropel, gentío desordenado. <<
[330] El dios de la fertilidad, los pastores y la caza que habitaba en las espesuras silvestres y podía provocar gran temor cuando se aparecía súbitamente con su potente voz en medio de un grupo de personas (de ahí el miedo ‘pánico’). Tenía un séquito de sátiros y ninfas. Aquí el gran Pan es el emperador disfrazado. <<
[331] Saben quién se oculta bajo la máscara de Pan. <<
[332] Seres mitológicos de los bosques. <<
[333] Los sátiros son híbridos de hombre y macho cabrío; tradicionalmente acompañan a Baco. <<
[334] Seres de pequeño tamaño, habitantes del interior de las montañas y conocidos como buscadores y protectores de tesoros. <<
[335] En el original «Glückauf», término donde también resuena la preposición «auf» (= arriba). <<
[336] Infringen tres mandamientos porque con los metales los hombres malvados roban, matan y cometen el pecado de adulterio (alcahuetería). <<
[337] Los hombres salvajes o «Wilde Männer» son criaturas fabulosas de la tradición popular germánica que viven en los bosques y montañas y van ataviados con hojas y otros elementos naturales. Son protagonistas de numerosas leyendas y supersticiones. Todavía hoy son visibles en enseñas de tabernas, escudos nobiliarios, emblemas o motivos decorativos varios. <<
[338] Debido a que la palabra «Pan» en griego significa «todo», el dios Pan paso a representar ya desde la antigüedad tardía la totalidad del mundo. Aquí, además, es una forma de halagar la importancia del emperador. <<
[339] Protocolo en el sentido de acta de lo ocurrido, ya que los heraldos muchas veces debían escribir una descripción de la fiesta. <<
[340] Parece ser que el rey Carlos IV de Francia sufrió un accidente similar durante un baile de máscaras en que se había disfrazado de sátiro y untado de resina; sus cortesanos tuvieron que auxiliarle y apagar las llamas. <<
[341] En el siglo XVI se creía que la salamandra era capaz de resistir el fuego y le gustaba. Fue un motivo muy querido de la heráldica. <<
[342] Las hijas de Nereo, dios marino, también llamadas dóridas. En el acto segundo tendrán mucho más papel y se hablará con más detalle de ellas en las notas. Véase infra. <<
[343] Diosa marina, hija de Nereo (una de las nereidas) y esposa de Peleo. Fue madre del invencible Aquiles. <<
[344] Scherezade es la infatigable narradora de los Cuentos de las Mil y Una Noches. <<
[345] Para que los soldados no desertasen una vez pagados, era costumbre entregarles sólo una parte de su soldada, quedando el resto a cuenta para cuando terminaran su tiempo de servicio. Es lo que en el texto alemán se llama «Abschlag-Zahlung». <<
[346] Según la Edición de Hamburgo, el papel moneda existía en Europa desde que John Law lo introdujo en Francia en 1720. En su incursión militar a Francia en 1792. Goethe pudo ver con sus propios ojos la tremenda depreciación y las falsificaciones experimentadas por el papel moneda en ese país; lo mismo comprobó en otro viaje a Bohemia con el papel moneda austriaco, depreciado por el emperador a un quinto de su valor. <<
[347] La firma con el nombre del emperador; el resto de las letras del alfabeto son innecesarias. <<
[348] Traducimos «Kämmerer», palabra derivada de «Kammer» (cámara), algo controvertida en su traducción ya que originariamente designaba al encargado de la «Kämmerer», esto es, la tesorería o caja (puesto que en el texto de Goethe ya desempeña el tesorero) y que al final de la Edad Media pasó a ser una suerte de ayudante de cámara más bien honorífico. Hemos optado por el término «chambelán», aunque otros textos usan «camarero» acogiéndose al sentido medieval de este término. <<
[349] En el original «Bannerherr», señor feudal que lleva bajo su pendón o bandera (Banner) a una mesnada de soldados. <<
[350] Se trata del antiguo bufón sustituido por Mefistófeles y a quien se daba por muerto. <<
[351] En latín en el original. <<
[352] En el original «Witz» en el antiguo sentido de «inteligencia», pero se trata de un juego con el doble sentido de su acepción más reciente como «chiste, broma», muy adecuada para un bufón. Tratamos de reproducir ambos sentidos con «ingenio». <<
[353] Parece que la galería está adosada a la sala iluminada donde se encuentra la corte y se encuentra a oscuras. <<
[354] Como prototipos de la belleza, bien conocidos por ser héroes de la Ilíada. <<
[355] Las guldas son monedas de la época. <<
[356] En el original «Kielkröpfigen Zwergen», literalmente «enanos con paperas», aunque, de acuerdo con la Edición de Hamburgo, «Kielkropf» es el equivalente a un aborto del diablo. <<
[357] Como diablo del mundo cristiano medieval, Mefistófeles tiene sus límites. Por eso será Homunculus el encargado de conducir a Fausto al mundo clásico pagano. <<
[358] Según confiesa el propio Goethe a Eckermann (10 de enero de 1830), el motivo de las madres está tomado de Plutarco, pero, salvando este nombre, todo el mito es creación suya. Plutarco cita de pasada y sin detalles a unas diosas llamadas «madres» en su Vida de Marcelo, cap. 20. No obstante, si bien es cierto que no se han hallado modelos concretos para este episodio del Fausto, es fácil reconocer en «las madres» un trasunto de los principios o las ideas platónicas. <<
[359] Como señala la Edición de Hamburgo, en esta intervención de Mefistófeles el texto alemán trata de reproducir el contenido (la nada) mediante los metros usados (metro de cinco pies seguido de un vacío), un ritmo que no se percibe en la traducción, aunque mantenemos los dos «nada» situados intencionadamente a principio de verso. <<
[360] El mistagogo era el sacerdote que introducía y adoctrinaba a los novatos o «neófitos» en el santuario de Eleusis para la celebración de los misterios. <<
[361] Se trata del gato de la fábula que le saca al mono unas castañas de las brasas. Véase La Fontaine, Fables IX, 17. <<
[362] La llave como símbolo de la apertura de un mundo nuevo. <<
[363] En el original se dice «losgebunden», es decir, literalmente (según la Edición de Hamburgo), absolutas. <<
[364] El trípode es un símbolo famoso en el mundo clásico porque la sibila de Delfos se sentaba en él al lado de una grieta de la que salían emanaciones que la hacían entrar en éxtasis.
En la vida cotidiana se usa a modo de aro de tres patas como soporte para poner los cacharros de cocinar sobre las brasas sin contacto directo, en cuyo caso se llama trébede.
Su uso para la adivinación es el que le hace tomar connotaciones mágicas que perduran en la Edad Media. Aquí, Fausto va a buscar el trípode, con el que luego podrá invocar las formas de Helena y Paris. <<
[365] Es el principio de la homeopatía, recién difundida en tiempos de Goethe: «similia similibus curantur», tal como lo formula Hahnemann en 1810. Se trata de curar las enfermedades con aquello mismo que las provoca. <<
[366] En el original «Scheiterhaufen». Se trata de una hoguera en la que se ha quemado a alguien, tal vez una bruja, aunque para otros puede tratarse del propio infierno. <<
[367] A juzgar por las anotaciones de los diarios de Goethe, estas escenas son de 1828-1829. <<
[368] Se trata del gigante que encabezó la rebelión de los titanes contra los dioses olímpicos, por lo que fue condenado a llevar siempre sobre sus hombros la bóveda del cielo. <<
[369] Traducimos «clásico» lo que en alemán se llama «antik», debido a la posible confusión que puede provocar el término castellano «antiguo». En esta crítica a la «pesadez» del arte clásico, que más tarde se vuelve a dirigir contra los pies de Helena, parece esconderse la nueva visión romántica de tiempos de Goethe, en que se puso de moda hasta la exageración el estilo gótico a base de columnas de aguja y arcos apuntados. Por otra parte, la visión que se tema del mundo clásico era la del arte clasicista del Renacimiento y Barroco o incluso de la Antigüedad tardía, un arte mucho más estilizado que el antiguo. <<
[370] La palabra alemana «Schale» también puede entenderse como ‘copa’ o también ‘fuente’ o ‘escudilla’. Lo traducimos por brasero por tratarse de una suerte de recipiente del culto, utilizado para quemar aromas de incienso. <<
[371] Adorno típico de los frisos dóricos: es un rectángulo saliente surcado por tres canales verticales. <<
[372] Aunque la escena que van a ver los espectadores es una pantomima en la que ni Paris ni Helena hablan, la belleza clásica se expresa mucho mejor a través de las formas y de la música. <<
[373] Como señala la Edición de Hamburgo, es la postura de muchas estatuas famosas de la Antigüedad como, por ejemplo, la ‘Ariadna dormida’ del Vaticano, de la que se había ocupado Goethe en 1815. <<
[374] Es decir: la mayor elocuencia. Ante la belleza sólo cabe enmudecer. <<
[375] En este apasionado monólogo de Fausto se expresa toda su fascinación por la belleza clásica, simbolizada aquí por Helena, capaz de llevarle hasta la «locura». Es la misma fascinación de la época de Goethe. <<
[376] Se trata de la escena del Fausto I en la que Fausto había contemplado a Helena en un espejo en la cocina de la bruja. <<
[377] El hermoso pastor Endimión, de gran belleza, inspiró profundo amor a la diosa Selene (Luna). Zeus le concedió ser eternamente joven con la condición de estar sumido en un sueño perpetuo, pero con los ojos abiertos para ver a su amada, quien todas las noches se acostaba junto a el y le besaba dulcemente. Es un motivo típico de la pintura. <<
[378] En el original «Duenna», término español que significa tanto como señora de compañía, pero se suele identificar con mujeres de una cierta edad, severas y austeras. <<
[379] Más adelante el centauro Quirón, y la propia interesada, explicarán en sus pormenores la leyenda de Helena. Véase infra. <<
[380] Tras su traumática experiencia anterior, Fausto yace inconsciente, «paralizado», en su estudio gótico. Por lo tanto, ahora es Mefistófeles el único que actúa, quedando marcada su presencia con el humor y la sátira. La escena con el Bachiller anuda de nuevo con el principio de la obra, ademas de volver a tocar de modo satírico el tema de la unión entre pensamiento, saber, fantasía y productividad, esferas representadas por Fausto, Wagner, Homunculus y el bachiller. La obra transcurre por cauces cada vez menos realistas, por lo que el tiempo se diluye y simplemente constatamos algunas referencias temporales como que Wagner ya es ahora profesor y alquimista. Esta vuelta atrás, hacia el primer escenario y personajes de la obra, servirá en realidad como punto de partida para marcar el inicio de una etapa completamente nueva en el recorrido existencial de Fausto: un recorrido que ahora tendrá la forma de un fantástico viaje más allá de las barreras del tiempo y el espacio y que nos llevará hasta la Grecia antigua. La escena inicial de la creación del hombre artificial ironiza sobre la ciencia de la época de Goethe. No debemos olvidar que en la primavera de 1816 se está gestando en una villa a orillas del lago Leman el célebre Frankenstein de Mary Shelley, es decir, que nos hallamos en una época en la que los grandes descubrimientos modernos en torno al oxígeno, la electricidad, el galvanismo, etcétera, sumado a viejas creencias de orden semi-supersticioso y alquímico, aún muy arraigadas, hace que científicos y filósofos crean entusiasmados que están a punto de tocar con las manos el principio de las cosas. Gran conocedor de la ciencia y la filosofía natural de su tiempo, Goethe ironiza con la figura del pobre Homunculus, un ser amable y lleno de sabiduría, pero sin cuerpo y reducido a vivir prisionero en su redoma, que muy lejos de ser la demostración de un gran logro científico, corrobora la necesidad indispensable de un principio natural para toda creación de auténtica vida humana. Homunculus no hallará ese principio en el progreso de su presente «científico», sino en un viaje al remoto pasado griego, donde la fuerza de los cuatro elementos iniciales consumara su liberación. Este acto segundo se compuso probablemente hacia el otoño de 1827. <<
[381] En alemán se dice «Schnaken» término que significa al mismo tiempo «burla» y una especie de mosquito patilargo. Aquí se juega con toda intención con el doble sentido; por otra parte, si tenemos en cuenta la expresión alemana que dice literalmente «ponerle a alguien un piojo en la piel» (en castellano equivalente a echarle a uno la pulga —o la mosca— tras la oreja), entenderemos mejor la ironía del siguiente pasaje en el que literalmente caen parásitos a mansalva de la piel o pelliza de Fausto. <<
[382] Es decir: al que es malvado por dentro no se le ve, pero en seguida vemos los defectos externos. <<
[383] En alemán «Grillen» significa tanto el insecto llamado grillo como «locura, fantasía, extravagancia». Aquí es un juego de palabras con doble sentido. <<
[384] Wagner, ahora profesor, tiene a su vez un nuevo fámulo o ayudante. <<
[385] En latín en el original por hallarnos ahora en ambiente académico. Ante esa pía exclamación, Mefistófeles, como buen diablo, está a punto de echarse para atrás («será mejor que dejemos eso»). <<
[386] En las antiguas universidades alemanas se llamaba satíricamente «bemooster Herr» (señor rancio o mohoso) a los estudiantes que prolongaban eternamente sus estudios. <<
[387] Los profesores doctores hablaban desde lo alto de un estrado similar al púlpito de las iglesias: la cátedra. <<
[388] Tomado de Mateo 16,19: «Te daré las llaves del Reino de Dios; así, lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y lo que desates en la tierra quedara desatado en el cielo». Nueva Biblia Española, op. cit., p. 1522. <<
[389] A pesar de estas palabras, es imposible saber si Mefistófeles tiene realmente algo que ver en el aparente logro de Wagner creando a Homunculus. <<
[390] Se trata efectivamente del antiguo estudiante que conversó con Mefisto en la primera parte del drama; por medio de estos guiños a lugares y personajes del pasado Goethe logra crear una cierta vinculación entre las dos partes, tan distintas, de la obra. <<
[391] Se llamaba bachiller a quien había alcanzado su primer grado académico, pero no era todavía licenciado (Magíster en Alemania). En el siglo XVI el examen de bachiller se hacía en la facultad de filosofía y luego ya se podía especializar uno en otras disciplinas en las facultades superiores. <<
[392] En la mitología griega era uno de los ríos de los infiernos, que hacía perder la memoria de su pasado terrestre a las sombras que de él bebían. En tiempos de Goethe, símbolo del olvido. <<
[393] Es decir, con el pelo corto. <<
[394] También en alemán suena algo forzado este juego de palabras de Goethe que nos remite a la filosofía de su época, la filosofía del Idealismo absoluto de Fichte, Schelling, etc., con la que había conectado de lleno la juventud y de cuyo lenguaje se había apropiado, mientras el propio Goethe se mantenía distante de un credo que parecía despreciar el valor de la experiencia. El bachiller sin embargo expondrá con pasión las ideas del Yo absoluto de Fichte versos más abajo: «El mundo no existía antes de que yo lo creara…». <<
[395] De nuevo, como en el prólogo a la obra, Goethe introduce un moderno efecto dramático distanciador, al dirigirse de pronto Mefistófeles al público del teatro. <<
[396] Como informa la Edición de Hamburgo (vol. 3, p. 618) estas palabras del bachiller reproducen una frase bíblica de Moisés 17,11 y 17,14 donde se dice que «la vida del cuerpo está en la sangre». <<
[397] En este discurso del bachiller aparece su defensa del Yo absoluto, ya comentada más arriba. Por ese motivo se hace especial hincapié en los pronombres de primera persona «Yo», «mí», «conmigo», etcétera. <<
[398] En alemán se adjetivan dichas ideas con el término «philisterhaft» (filisteo), que en la época de Goethe se usaba para designar peyorativamente todo lo vulgar, convencional y burgués. <<
[399] La Edición de Hamburgo (vol. 3, pp. 618-619) señala el uso peyorativo que le da Goethe al término «original» en una época en la que los jovenes de la generación romántica se esfuerzan de las maneras más estrambóticas por ser «originales». El término se había acuñado en la época prerromántica del Sturm und Drang para designar a aquella nueva moda y literatura de carácter muy independiente. <<