4

Memorias del ayer

 

 

 

Ah, la infancia, la inocencia de los primeros años. Fui una niña feliz con mis batitas de vuelo can can, las visitas con mis maestras al “Palacio de los pioneros” y al Parque Lenin, mis muñequitos rusos y Elpidio Valdés a las seis de la tarde por el canal seis. Me gustaban mis vacaciones con la escuela en Tarará. Me conformaba con mi día de reyes una vez al año. Los esperaba con el ansia en la garganta, escribiendo con letra ilegible: “Quiero una cocinita y un par de patines.” Y recibía muñecas, pues a cada niño le asignaban un numerito con el día en que tocaba comprar los juguetes y a mí me tocaban los últimos. A los once años contaba con una colección de once muñecas envidiables. Por eso no sé con qué juegan los niños de hoy. Ya nadie se acuerda de los reyes, ni del Palacio de Pioneros y el parque Lenin está lejísimos y sin transporte... En cuanto a Tarará cuando se fueron los niños de Chernobil lo convirtieron en un centro turístico. Y a qué cubano se le va a ocurrir asomarse por allí si todo lo que ofrecen es en dólares.

En fin, ¿qué decía? Hablaba de mis once años, cuando yo tenía fama de lengua larga y tirana entre las niñas. Si me preguntabas qué deseaba ser cuando fuera grande respondía: aeromoza, porque la palabra sonaba bien, deslizándose sin dificultad entre mis labios embarrados de caramelo. A esa misma edad me entusiasmé con otra palabra: diplomática. ¿Y qué carajo quería decir eso? Me encogí de hombros cuando el Pintor me preguntó, una tarde, cuando me sorprendió junto a la puerta de su apartamento. El claxon de un auto sonaba con insistencia en la calle. Él sonrió, la yema de su dedo índice rozó la punta de mi nariz y se precipitó escaleras abajo. No volví a pronunciar esa palabra, pero tampoco hice nada para descubrir el significado. Hoy me arrepiento de no haber sido diplomática, pues de serlo mis libertades para viajar serían ilimitadas, como ilimitadas la carga de mis maletas al entrar en este país. En cambio, me he quedado sin viajar; ni fuera ni dentro de mi propio país. Santiago de Cuba la conozco por los documentales que pasan por la televisión. En mi vida, los kilómetros que he recogido han sido rumbo a la escuela al campo y una vez hacia Matanzas.

De todas las cosas que más amaba, amaba esas muñecas, mis lápices de colores, pero sobre todo amaba a mi padre. Me gustaba sentarme en sus piernas, peinarlo, mejor dicho, hacerle una especie de moño en sus cortísimos cabellos rizados. Con él me iba para Cojimar, porque mi padre era aficionado a la pesca y algunos fines de semanas los pasaba allá. Cuando dejó de interesarse por la pesca,

El pintor: Siempre te amaré
titlepage.xhtml
part0000_split_000.html
part0000_split_001.html
part0000_split_002.html
part0000_split_003.html
part0000_split_004.html
part0000_split_005.html
part0000_split_006.html
part0000_split_007.html
part0000_split_008.html
part0000_split_009.html
part0000_split_010.html
part0000_split_011.html
part0000_split_012.html
part0000_split_013.html
part0000_split_014.html
part0000_split_015.html
part0000_split_016.html
part0000_split_017.html
part0000_split_018.html
part0000_split_019.html
part0000_split_020.html
part0000_split_021.html
part0000_split_022.html
part0000_split_023.html
part0000_split_024.html
part0000_split_025.html
part0000_split_026.html
part0000_split_027.html
part0000_split_028.html
part0000_split_029.html
part0000_split_030.html
part0000_split_031.html
part0000_split_032.html
part0000_split_033.html
part0000_split_034.html
part0000_split_035.html
part0000_split_036.html
part0000_split_037.html
part0000_split_038.html
part0000_split_039.html
part0000_split_040.html
part0000_split_041.html
part0000_split_042.html
part0000_split_043.html
part0000_split_044.html
part0000_split_045.html
part0000_split_046.html
part0000_split_047.html
part0000_split_048.html
part0000_split_049.html
part0000_split_050.html
part0000_split_051.html
part0000_split_052.html
part0000_split_053.html
part0000_split_054.html
part0000_split_055.html
part0000_split_056.html
part0000_split_057.html
part0000_split_058.html
part0000_split_059.html
part0000_split_060.html
part0000_split_061.html
part0000_split_062.html
part0000_split_063.html
part0000_split_064.html
part0000_split_065.html
part0000_split_066.html
part0000_split_067.html
part0000_split_068.html
part0000_split_069.html
part0000_split_070.html
part0000_split_071.html
part0000_split_072.html
part0000_split_073.html
part0000_split_074.html
part0000_split_075.html
part0000_split_076.html
part0000_split_077.html
part0000_split_078.html
part0000_split_079.html
part0000_split_080.html
part0000_split_081.html
part0000_split_082.html
part0000_split_083.html
part0000_split_084.html
part0000_split_085.html
part0000_split_086.html
part0000_split_087.html
part0000_split_088.html
part0000_split_089.html
part0000_split_090.html
part0000_split_091.html
part0000_split_092.html
part0000_split_093.html
part0000_split_094.html
part0000_split_095.html
part0000_split_096.html
part0000_split_097.html
part0000_split_098.html
part0000_split_099.html
part0000_split_100.html
part0000_split_101.html
part0000_split_102.html
part0000_split_103.html
part0000_split_104.html
part0000_split_105.html
part0000_split_106.html
part0000_split_107.html
part0000_split_108.html
part0000_split_109.html
part0000_split_110.html
part0000_split_111.html
part0000_split_112.html
part0000_split_113.html
part0000_split_114.html
part0000_split_115.html
part0000_split_116.html
part0000_split_117.html
part0000_split_118.html
part0000_split_119.html