Cuidar el proceso de sonido
Para cuidar el sonido de tu mezcla, debes considerar dos factores principales: mantener un volumen uniforme entre temas, y los ajustes del ecualizador.
Mantener un volumen uniforme
Mantener un volumen uniforme en tu mezcla es casi tan importante como mantener el tempo de los golpes de bombo o hacer una transición suave entre temas. Las partes más tranquilas de los temas pueden ser aún más tranquilas, pero el objetivo es mantener uniforme el volumen global de la mezcla (cuando los temas estén al máximo volumen). Si alineas correctamente el equipo (lee la sección anterior), el control de volumen es un proceso simple.
Tienes que utilizar los controles de ganancia y los medidores de nivel de entrada de tu mesa de mezclas para ajustarlos a los niveles de entrada de tus temas.
Si tu mesa de mezclas no tiene medidores de nivel de
entrada, te resultará mucho más difícil mantener uniforme el
volumen de los temas de tu mezcla. Lo que sí puedes hacer es
ponerte los auriculares en ambos oídos y escuchar los temas a
través de ellos, cambiando de un tema a otro rápidamente. Si oyes
una caída de volumen de un tema al siguiente, utiliza los controles
de ganancia para aumentar o reducir el nivel del tema entrante (el
tema que estás a punto de meter en la mezcla) hasta que ambos
suenen más o menos igual.
Si tu mesa de mezclas no tiene controles de ganancia, te recomiendo que ahorres y te compres una nueva, ¡y rápido! En el capítulo 16 y en la sección anterior he hablado de la importancia de situar los faders de canal a tres cuartas partes de su recorrido, en lugar de en la posición extrema. Esto es extremadamente útil en el caso de que no tengas controles de ganancia, porque, si un tema que acabas de mezclar no suena tan alto como el que acabas de sacar de la mezcla, aún tienes un poco de juego (el otro cuarto de recorrido del fader de canal) para aumentar el volumen del nuevo tema. Con práctica y paciencia, terminarás por pillar el truco de notar estos cambios antes de que nadie más los oiga.
De nuevo, los DJ digitales salen ganando en este aspecto, porque los programas suelen tener un ajuste de ganancia automática (auto-gain) que adapta automáticamente el nivel de entrada de los temas de la mezcla.
Suponiendo que no dispongas del lujo de la ganancia automática, pero sí de una mesa de mezclas con controles de ganancia y medidores de nivel de entrada, es muy simple garantizar que todos los temas suenen a un volumen similar a lo largo de la mezcla. Ésta es la manera de hacerlo:
1. Antes de pulsar el botón de grabación, con los controles del ecualizador correspondientes a las frecuencias bajas, medias y altas en la posición adecuada para un sonido perfecto a la salida de la mesa de mezclas (lee la sección siguiente, “Configurar los ecualizadores”), pon un tema y observa los LED del display de nivel de entrada de la mesa de mezclas (quizá debas pulsar un botón o interruptor para hacerlo).
2. Utiliza el control de ganancia para establecer el nivel de entrada que prefieras. Normalmente yo sugiero que el medidor se encienda hasta el primer LED rojo (suele ser el punto de +3 decibelios), y quizá que el siguiente LED se encienda de vez en cuando, pero no de forma constante. Tus ajustes dependen por completo de la mesa de mezclas que utilices y de dónde estés grabando.
3. Elige el tema siguiente y ponlo en los auriculares, con los ecualizadores en la posición de reproducción óptima.
4. Utiliza el control de ganancia para ajustar los LED del nivel de entrada del nuevo tema de forma que estén lo más cercanos posible al ajuste de nivel de entrada del tema actual sonando a través de los altavoces (lee el Paso 2).
Al poner ambos faders de canal al mismo nivel, los dos temas deberían salir de la mesa de mezclas al mismo volumen. A menos que:
Te olvides de poner
los ecualizadores al nivel de reproducción óptimo antes de
comprobar los LED de nivel de entrada, lo que te daría una lectura
artificial. Si has matado los graves (al salir del
último tema, por ejemplo) y no los vuelves a poner a nivel neutro
(que esperemos que sea cero), al comprobar el nivel de entrada del
nuevo tema, los graves reducidos harán que la potencia de señal sea
muy inferior a la que debería ser. Si, por ejemplo, has ajustado el
control de ganancia para que los LED de entrada se ajusten a los +3
decibelios del otro tema, cuando finalmente te des cuenta de que
has cortado los graves y los vuelvas a incluir, el tema puede estar
reproduciéndose a una potencia de señal de +8 decibelios.
Acostúmbrate de forma rutinaria a reiniciar los controles del
ecualizador después de cada mezcla para no caer en esta
trampa.
Tus temas tienen un
bombo y un ritmo que, aunque no suenan mal, dominan sobre el resto
del tema, dando una lectura “alta” falsa. Así, aunque los LED muestran una potencia de entrada de +3
decibelios, en realidad el tema suena débil (bajo volumen y
potencia) comparado con el resto de los temas de la
mezcla.
La única forma de resolver este problema es conociendo los temas. Si este problema sucede mientras estás practicando, toma nota de él (o anótalo en la funda del disco) para recordarte que debes matar el nivel de graves para poder aumentar la ganancia de forma que el volumen se ajuste al resto de la mezcla.
Las curvas del cross-fader desempeñan también su papel en el volumen de una mezcla. Consulta el capítulo 10 para obtener información sobre cómo afecta la curva del cross-fader al volumen durante una mezcla entre dos temas, pero si la curva permite que los dos temas suenen al máximo volumen al mismo tiempo, el nivel de salida global aumentará y puede hacer que el sonido se distorsione (mira la Figura 19-1).
Las dos posibles soluciones a este problema son utilizar una curva de cross-fader con una ligera bajada en el centro para compensar el aumento de la combinación de los dos temas a todo volumen (para más información sobre curvas de cross-fader mira las Figuras 10-2 y 10-3 del capítulo 10) o utilizar los faders de canal para reducir el nivel de un tema durante la mezcla y volver a ponerlo a tope cuando la mezcla casi haya acabado. En el capítulo 16 hay más información sobre el uso de los faders de canal para mejorar la mezcla.
Figura 19-1:
Dos temas sonando a un nivel similar se combinan para hacer que la salida de la mesa de mezclas sea mucho más alta.
Configurar los ecualizadores
La mejor forma de asegurarte de que seleccionas la mejor configuración de ecualizador para tu grabación es empezar de cero. Lo primero que debes hacer es poner todos los controles de ecualizador de la mesa de mezclas en el punto neutro. Este punto suele estar marcado con un cero, o es el punto medio del control (en mandos giratorios, esto significa ajustar el ecualizador de modo que los mandos apunten hacia las 12 en punto). De esta forma, los controles del ecualizador no afectan a la música que sale de la mesa de mezclas.
Sin embargo, cada mesa procesa el sonido de manera distinta. En algunas mesas de mezclas baratas es necesario subir ligeramente las frecuencias bajas y altas, y reducir el rango medio para que el tema suene bien. Si tienes un buen par de auriculares, utilízalos para evaluar la calidad de audio de la mesa y utiliza los ecualizadores para ajustar la música de modo que suene bien desde tu punto de vista.
Obviamente, cada tema necesitará ajustes del ecualizador independientes para hacer que las frecuencias altas o bajas resalten un poco más en la mezcla. Distintos temas tienen también bombos que suenan distinto, y puedes utilizar los controles de ecualizador de bajos y medios para ajustar la potencia del ritmo de bombo a lo largo de la mezcla.
Probando, probando
Al grabar en CD (o en un ordenador), haz una grabación de prueba para asegurarte de que no hay grandes subidas o cortes en la cantidad de frecuencias bajas, medias o altas durante la grabación. Esto es más común al grabar en cinta, pero algunas tarjetas de sonido y grabadoras de CD pueden resultar problemáticas.
Aparte de los problemas causados por el equipo de grabación,
debes tener en cuenta también los ajustes del ecualizador de tu
amplificador. Si tienes los graves en un nivel muy alto en tu
amplificador (o equipo de alta fidelidad), probablemente los
controles del ecualizador de la mesa de mezclas tienen las
frecuencias bajas ajustadas por debajo de lo normal. Con esta
configuración, las grabaciones pueden sonar como si les faltasen
graves.
Escucha la grabación en un equipo distinto del que has empleado para grabarla. En mi opinión, los equipos de música de los coches reproducen con mucha fidelidad. Si la música suena bien en el coche (especialmente si la comparas con los CD pregrabados que sueles poner), puedes estar seguro al 95 por ciento de que has configurado bien los ecualizadores y los niveles de tu mesa de mezclas (y tu grabadora) para poder grabar la mezcla correctamente.
Si la grabación no suena bien y necesitas poner un poco más de graves, fíjate en la grabadora antes de ajustar la mesa de mezclas. Si tu grabadora tiene un ecualizador que puedas ajustar, sube ligeramente los graves y haz otra grabación de prueba. Si tu grabadora no dispone de controles de ecualizador, deberás ajustar el ecualizador de la mesa de mezclas para que la música suene lo mejor posible.
El motivo para modificar en primer lugar la ecualización en
la grabadora es que, como DJ, utilizas más los ecualizadores como
herramienta de mezcla que como herramienta de proceso de sonido.
Consulta el capítulo 16 para ver más información sobre el uso de
los ecualizadores para mejorar tus mezclas, pero la clave en este
caso es que, si tienes que incrementar los graves en 6 decibelios
(la mayor parte de los controles suelen llegar a 12 decibelios)
para que la música suene bien en la grabación, al mezclar otro tema
con muchas frecuencias bajas te arriesgas a que tu mesa de mezclas
no sea capaz de procesar bien la combinación de señales, y la
calidad de tu mezcla se resentirá.
Los ingenieros de sonido se toman tiempo para ecualizar con precisión los instrumentos y las voces, pero, una vez ajustados, apenas mueven los controles del ecualizador. Como DJ, estarás constantemente moviendo los ecualizadores durante una mezcla, así que saber que basta con poner todos los controles a cero para que el tema suene normal es una gran ventaja para el proceso de sonido y la velocidad de tus mezclas.
Quizá tardes un poco en ajustar bien los ecualizadores de la grabadora o de la mesa de mezclas, pero te ayudará a grabar una mezcla con el mejor sonido posible.
Ajustar el amplificador
En función de las circunstancias puedes cambiar el ajuste del ecualizador de tu amplificador. Quizá vayas a grabar la música a través de tu equipo de alta fidelidad doméstico, que también hace las veces de amplificador, así que los ajustes del ecualizador para mejorar la grabación afectan también al sonido del equipo de alta fidelidad (amplificador).
Sin embargo, si utilizas una grabadora independiente del amplificador, es más importante que te fijes en el sonido que va de la mesa de mezclas a la grabadora que en el ajuste del amplificador. Una vez que hayas ajustado el sonido para que la grabación sea perfecta, ve al amplificador y modifica las frecuencias para oír el mejor sonido a través de los altavoces.
Si ajustas los ecualizadores del amplificador antes y luego
tienes que aumentar los graves en la mesa de mezclas para conseguir
una grabación perfecta, los graves del amplificador estarán ahora
probablemente demasiado altos y tendrás que volver a ajustarlos, y
lo más seguro es que también debas hacerlo con las frecuencias
medias y altas. Quizá seas reacio a modificar el fantástico sonido
que has creado a través del amplificador y prefieras sacrificar la
calidad de sonido de la grabación.
Sólo tú sabes cómo te gusta escuchar la música a través del
amplificador, pero la pauta básica es que el sonido tenga un ritmo
de bombo claro y sólido (pero no tanto como para que las
frecuencias graves dominen sobre el resto del tema, lo que haría
que sonase sucio), y las frecuencias medias no deben estar tan
altas como para dominar sobre las bajas. Para que las voces, las
guitarras y las melodías sigan sonando nítidas, debes regular las
altas frecuencias de modo que puedas oír el sonido del
charles sobre las
frecuencias bajas y medias.