Usar trucos y artificios para mezclar
Los trucos son geniales de vez en cuando, porque añaden sorpresa y un poco de dinamismo a la mezcla. Pero debes evitar utilizarlos en exceso, porque la persona que escucha puede pensar que los usas porque eres incapaz de hacer una mezcla en condiciones. Utilízalos como transiciones para aumentar la energía, cambiar de género musical o de tonalidad o, incluso, para ayudarte a cambiar el tempo.
Con cada una de las técnicas siguientes, experimenta cuánto tardas en mover el cross-fader y dónde lo sitúas cuando inicias el truco. Empieza por poner el cross-fader de forma que no puedas oír el tema siguiente hasta el principio del movimiento, y luego averigua cómo suena si tienes el cross-fader en el centro cuando inicias el movimiento. Ten en cuenta también el control del volumen, porque algunos de estos trucos no funcionan bien si el fader de canal está al máximo; ¡podrías dejar sorda a la pista de baile o reventar un altavoz!
Spinbacks y dead-stops
Prueba una técnica llamada spinback: haz beatmatch e inicia una mezcla
entre dos temas con colocación perfecta (consulta la sección “El
punto perfecto”, al principio del capítulo) de manera que el tema
del que quieres salir (tema A) finalice una sección (probablemente
un estribillo o una outro
potente) al tiempo que el tema B (el nuevo)
empieza el primer verso de una sección. En el último tiempo antes
de este cambio, pon el dedo en el tema A y mueve el disco hacia
atrás en un movimiento brusco. Con el tema girando hacia atrás,
pasa el cross-fader totalmente al tema B en un tiempo, como se muestra en la
Figura 16-9 (SB significa spinback).
Figura 16-9:
El spinback se lleva a cabo en el cuarto tiempo del cuarto compás e instantá- neamente se mezcla al tema B.
El spinback no es exclusivo de giradiscos, pero necesitarás un lector de CD con modo vinilo para hacer que esto suene bien. Los lectores de CD que no tienen este modo se limitan a trepidar y a tartamudear si intentas impulsarlos hacia atrás. Un lector de CD con el modo vinilo activado sonará igual que un disco impulsado hacia atrás (spin back).
Para llevar a cabo un dead-stop (parada en seco), en lugar de impulsar el disco hacia atrás como en el ejemplo de la Figura 16-9, pulsa el botón Start/Stop en el tema A (el que sale de la mezcla). Esta acción hace que el tema deje de sonar en aproximadamente un tiempo (a menos que tus platos tengan una función para cambiar la velocidad de frenada y la hayas regulado para que dure más). Como en el spinback, mueve el cross-fader al tema B cuando suene el primer tiempo de la nueva sección (de modo que el movimiento sólo dura un tiempo).
Como en el caso del spinback, el lector de CD que utilices afectará al funcionamiento del dead-stop. Un lector de CD con modo vinilo funciona perfectamente si regulas correctamente el freno, pero uno que no tenga este modo se limita a pararse instantáneamente al pulsar Stop.
Power off
Un power off consiste en apagar el giradiscos (que suele estar en la
parte inferior izquierda, bajo a la luz estroboscópica). Al apagar
el giradiscos, éste gira cada vez más lento hasta que se
detiene.
Si tienes un lector de CD con modo vinilo y puedes ajustar la velocidad de frenada, ponla al máximo y lograrás el mismo efecto. Si no tienes modo de vinilo, no intentes apagar el lector: se apagará todo y ya está.
Power off es un truco genial en
la cabina del DJ si tienes buenas luces y alguien que sepa cómo
utilizarlas. Pídele a tu compañero de fechorías que apague
lentamente las luces al mismo tiempo que tú haces el
power off. Lo normal
es que todo el mundo piense “¡Vaya, se ha ido la luz!”. Al cabo de
unos segundos, golpéales con el tema siguiente en su punto más
potente, a todo volumen, al tiempo que el encargado de las luces
(o DJ de luces) inunda la pista de baile con la máxima iluminación
posible. Es un truco efectista y un poco tosco, pero puede
sorprender totalmente a la pista de baile y —esperemos— darle
marcha de verdad. Es muy estereotipado, pero, en el momento
oportuno, funciona a las mil maravillas.
A cappella
Si tienes una pista instrumental que crees que sonaría mejor con algo combinado sobre ella, busca un a cappella, una pista vocal independiente que no contenga ningún instrumento.
El problema de utilizar voces es que necesitas que estén en el mismo tono que la pista instrumental sobre la que quieras ponerlas, o sonará desafinado. Por eso, los discursos o las palabras habladas son una gran alternativa. Yo tengo una copia del discurso de toma de posesión de JFK que me encanta mezclar sobre largos temas instrumentales. La frase “Ask not what your country can do for you...” es una introducción increíble para las partes más potentes de un tema.
Pero no te enfrasques demasiado en tu nueva creación y te
olvides de mezclar la pista siguiente. Tu combinación de una
lección de Italiano para Dummies
con un gran tema instrumental puede funcionar
muy bien, pero si se te acaba el tiempo para hacer
beatmatching y
mezclar el tema siguiente, es una pérdida de tiempo.
Si dispones de un tercer dispositivo de entrada, como un lector de CD o un giradiscos adicionales, un reproductor de MP3 o un ordenador portátil, puedes superponer el a cappella sobre el tema instrumental, hacer beatmatching del tema siguiente e iniciar la mezcla sin que deje de sonar el a cappella. También puedes utilizar software de audio para premezclar tu creación en el ordenador y luego grabarla en CD para pincharla más adelante, pero de esta forma pierdes el aspecto espontáneo de la interpretación de la nueva mezcla en directo, que a menudo es lo que hace que sea tan especial y efectiva.
Cutting in
Cutting in (“cortar y meter”)
tiempos de otro tema es una técnica heredera del
beatjuggling (lee el
capítulo 17). La idea consiste en hacer beatmatching de dos temas y mover
el cross-fader entre ellos para insertar temporalmente tiempos de un tema
sobre el otro. En buenas manos, este método puede ser
increíblemente rápido y complicado. En la Figura 16-10 se muestra
un patrón lento básico (los números subrayados son los tiempos que
se oyen).
No es necesario mover el cross-fader hasta el extremo para hacer cutting in; basta con desplazarlo tres cuartas partes del recorrido, de manera que aún puedas oír el tema original. Para hacerlo, yo encuentro útil poner un dedo en el punto de los tres cuartos, porque puedes limitarte a mover el cross-fader hasta el dedo; impide que llegue más allá de los tres cuartos de recorrido, por rápido o brusco que hagas el cutting in del otro tema.
Figura 16-10:
Diversos tiempos del tema B se insertan (“cut in”) en el tema para añadir potencia y una sensación nueva al tema.
Una variación de hacer cutting
in de tiempos es cortar frecuencias del
tema. Quitar toda la potencia de los graves en el último compás de
un verso antes de que cambie a un nuevo elemento puede ser
extremadamente efectivo, y hacerlo cuando el público está en pleno
subidón energético puede hacer reventar el techo del club (¡cosa
que no está mal, si estás en un sótano!).
Efectos en la transición
No sólo se utilizan efectos en la parte principal de un tema para hacer que suene diferente: también puedes utilizarlos para ayudarte a hacer la transición de un tema al siguiente. Un posible ejemplo es cuando estás llevando a cabo una larga mezcla entre dos temas, tienes problemas para cambiar el equilibrio de potencia al nuevo tema y quieres que el cambio tenga lugar al empezar la primera estrofa del nuevo tema.
En tal caso, añadir un efecto de flanger, filtro, reverb, beatmasher o transform al último compás de la música antes de que se produzca el cambio puede dar un sonido nuevo a la mezcla y ayudar en la transferencia de potencia entre los temas:
Pon
efectos de flanger o filtro de modo que duren dos compases, y, en lugar de que
la música baje con un whoosh
y vuelva a subir al usarlo sólo en un compás,
sólo bajará, quitando potencia al tema saliente y ayudándote a
concluir la mezcla, con el tema nuevo sonando más
fuerte.
Utiliza el reverb al máximo para, de hecho,
quitarle toda la potencia al tema saliente. Para que esto funcione,
el volumen del tema entrante tiene que estar bastante alto en la
mezcla, y tienes que hacer entrar el efecto (aumentar su potencia
gradualmente) para que no suene demasiado brusco. El sonido
metálico que proporciona al tema saliente es un efecto bonito y
estrafalario.
Un
efecto rápido de transform
sobre los dos últimos tiempos de este compás
(que divide el sonido en ocho sonidos tartamudeantes) puede también
ayudar en la transición.
Los
efectos de beatmasher
pueden crear redobles de tambor de la nada.
Combinando los sonidos de los tiempos puedes convertir los cuatro
últimos tiempos de un compás en un redoble rápido para introducir
el tema siguiente.
Experimenta con:
Durante cuánto tiempo utilizas el
efecto.
Qué
potencia o qué duración le asignas.
Si
haces un sweep in o un sweep out
del efecto.
Cuál
es el volumen de cada tema de la mezcla.
Si
afectas a ambos temas o sólo a uno de ellos.
Si
mantienes el tema saliente en la mezcla después del cambio en el
balance de potencia.
Las ideas de esta sección no se pueden aplicar a todos los
efectos o técnicas disponibles. Experimenta con todos tus efectos;
dónde, cuándo, cómo o qué utilizas sólo depende de ti. Si suena
bien, hazlo.