Usar el control de pitch
Cuando te encuentres cómodo con la tarea de iniciar los temas a tempo (consulta la sección “Iniciar los temas a tempo”), el paso siguiente en beatmatching es seguir el mismo proceso también con dos temas iguales, pero esta vez uno de ellos empieza a sonar a una velocidad distinta a la del otro, para que te acostumbres a trabajar con el control de pitch.
En esta fase de familiarización con el beatmatching, la ventaja de utilizar el mismo tema como ejercicio inicial es que puedes comparar los controles de pitch de ambos platos para ayudarte a ajustar las velocidades. El inconveniente es que sigues pinchando el mismo tema una y otra vez. Pero no te preocupes, pronto podrás pinchar otros temas.
Entender los BPM
Para poder utilizar correctamente el control de pitch, es útil saber cómo afecta a la velocidad de la música y cómo calcular estos cambios de velocidad.
Los tiempos (beats) por minuto (BPM) son una forma de describir lo rápido que suena un tema (lo que se denomina tempo). El propio nombre lo dice: los BPM son el número de tiempos que suenan en un minuto.
Generalizando mucho, la música house está grabada a entre 110 y
130 beats por
minuto, la música trance
varía sobre todo entre 130 y 145, y el
hardhouse/happy hardcore
puede superar en mucho estas cifras. Otros
géneros de música, como el rock, el pop, el jazz, etc., tienen
mayores intervalos de variación de beats por minuto. Fijándonos
únicamente en un solo intérprete, como la banda Aerosmith,
Crazy es una balada a
54 beats por
minuto, ¡mientras que Young Lust
llega a los 189 beats por minuto!
Calcular BPM
Cuando intentas hacer beatmatching de dos temas distintos, conocer los BPM (beats por minuto) de cada uno de ellos te puede ayudar a hacer una conjetura fundamentada de cuánto necesitas ajustar el control de pitch.
Puedes adoptar principalmente dos estrategias para el cálculo de los beats:
Usar un contador de
tiempos. Un contador de tiempos
es una herramienta de apoyo útil para un DJ, que
calcula automáticamente los beats
por minuto de un tema y los muestra en una
pantalla. Los contadores de tiempos independientes pueden costar
entre 90 y 250 euros, aproximadamente. Si estás considerando
adquirir un contador de beats
por minuto y aún no has elegido tu mesa de
mezclas, es económicamente razonable buscar una mesa que tenga
contadores de beats por minuto incorporados. En lugar de comprar una mesa de
mezclas básica y un caro contador de beats por minuto independiente,
combina el dinero para poderte permitir una buena mesa con
contadores de beats por minuto incorporados.
Calcular tú mismo
los BPM. Es la estrategia gratuita. No se
tarda mucho en hacerlo, y no es complicado. Pon el tema a
pitch cero y prepara
un cronómetro. Pon en marcha el tema y cuenta el número de tiempos
de bombo que oyes durante 30 segundos. Si has contado un tiempo en
el momento de poner en marcha el cronómetro, resta uno y duplica la
cifra, y obtendrás los tiempos por minuto de esa pista.
Por ejemplo, si has contado 67 tiempos en 30 segundos y has contado un tiempo al pulsar Start, la cifra de beats por minuto será 66 × 2 = 132 BPM. Si has contado 60,5 tiempos en 30 segundos y has empezado a contar después de poner en marcha el cronómetro, los beats por minuto serán 60,5 × 2 = 121 BPM.
Puedes contar los tiempos durante todo un minuto, desde luego, pero probablemente te darás cuenta de que la diferencia entre contar durante 30 segundos y hacerlo durante 60 no es lo bastante perceptible como para que valga la pena.
Si adquieres la costumbre de calcular los beats por minuto de tus discos cuando los compras, siempre tendrás los cálculos actualizados.
Después de hacer de DJ durante unos meses y de haber
desarrollado tus habilidades, notarás que ya no tienes que
preocuparte por la cifra exacta de beats por minuto. No tardarás en
desarrollar, no sólo la habilidad de saber instantáneamente si un
tema es más rápido o más lento que el que está sonando, sino que
verás que también tienes una memoria increíble del
tempo general de tus
discos antes de pincharlos, y no tendrás que recurrir a los
cálculos.
Ajustar el pitch
Los números del control de pitch no muestran, de hecho, cuántos beats por minuto puedes sumar o restar. El control de pitch de un giradiscos está numerado para indicar el aumento/reducción porcentual de la rotación del giradiscos y, por tanto, el cambio porcentual respecto de los beats por minuto originales del tema. En los giradiscos Technics 1210 MKII, el control de pitch está a cero en la posición central, +8 si lo mueves hacia ti al máximo y –8 en el otro extremo (siempre que no tengas los giradiscos de lado; consulta el capítulo 17).
Si pinchas un tema de 130 beats por minuto y pones el
control de pitch a +4, no estás sumando 4 beats por minuto, sino el 4 por
ciento de los beats por minuto originales. El 4 por ciento de 130 es 5,2, lo que
significa que el tema a 130 beats
por minuto suena ahora a 135,2
beats por
minuto.
No te pases la vida contando
Yo solía pasarme un minuto entero calculando los beats por minuto, porque quería estar seguro de ser lo más exacto posible. Finalmente, acabé dándome cuenta de que, si contaba 120 discos, ¡había consumido una hora de mi vida sin una verdadera razón! Habría preferido pasarme esa hora mezclando.
He aquí un ejemplo de cómo calcular dónde tienes que poner el control de pitch en la pista en espera (la pista que quieres pinchar a continuación) para ajustarla a la pista en vivo que actualmente está sonando por los altavoces:
La pista en vivo es
una pista de 130 beats
por minuto con el pitch al +2 por
ciento. Esto significa que el disco está
sonando a unos 132,5 beats
por minuto (el 2 por ciento de 130
beats por minuto es
2,6, que redondeo a 2,5 beats
por minuto).
La pista en espera
es de 138 beats por minuto. Por tanto, tienes
que ralentizar este tema alrededor de 5,5 beats por minuto para ajustar
sus beats por
minuto a los de la pista en vivo. Como es mejor hacer estimaciones
con el primer ajuste del control de pitch (consulta “Apartar la vista
del control de pitch”, en este mismo capítulo), eso significa que debes bajar el
control de pitch más o menos al –4 por ciento para ralentizar lo suficiente
el tema, y luego hacer un poco de ajuste fino.
¡Todos a los platos (otra vez)!
Ya basta de teoría; vuelve a tus platos y prueba el método siguiente, utilizando aún dos copias del mismo tema:
1. Pon el control de pitch de la pista en vivo aproximadamente en el +3 por ciento. (Las cifras en los giradiscos Technics suben de dos en dos, así que, si tienes uno de éstos, mueve el control de pitch entre el 2 y el 4.)
2. Deja el pitch de la pista en espera a cero y pon en marcha su primer golpe de bombo al mismo tiempo que el golpe de bombo de la pista en vivo. Notarás que los golpes empiezan a separarse y sonar fuera de tempo en seguida.
3. Cambia el pitch al +3 por ciento. Por fortuna, de momento puedes hacer trampas. Como puedes ver que la pista en vivo está al +3 por ciento, sabes que tienes que poner el pitch de la idéntica pista en espera al +3 por ciento para que los tiempos se pongan a la misma velocidad.
4. Prueba de nuevo a sincronizar los tiempos, pero esta vez no pares la pista en espera si suena demasiado lenta. Trátala como si fuese un error de puesta en marcha. Sabes (de momento) que tienes que poner el control de pitch al +3 por ciento, así que hazlo, y utiliza tu técnica de corrección de errores favorita (lee “Compensar errores”, en este mismo capítulo) para que los tiempos vuelvan a sonar sincronizados.
Puede que tengas suerte y pongas el pitch exacto la primera vez, pero lo más probable es que notes que los tiempos empiezan a separarse al cabo de 10 segundos o así, porque, aunque hayas movido el control de pitch a la marca del +3 por ciento, puede que el control no sea totalmente preciso.
Todo esto, desde luego, es sólo para practicar; cuando
utilices dos temas distintos con beats por minuto diferentes no
tendrás la opción de hacer trampas mirando el control de
pitch del otro
giradiscos para saber si tienes que acelerar o ralentizar el nuevo
tema. Así que las cosas empiezan a ponerse un poco más complicadas.
Tendrás que ser capaz de saber si la pista en espera está sonando
demasiado rápido o demasiado lento —a fin de volver a sincronizar
los tiempos—, utilizando tus oídos, no tus ojos. Para ello, escucha
el sonido de los dos bombos juntos.
Demasiado lento o demasiado rápido
Si eres capaz de oír que un disco se está desincronizando antes que nadie y puedes reaccionar y solucionar el problema antes de que nadie lo oiga, serás tan bueno en beatmatching como cualquier DJ de primera categoría. Sin embargo, saber si un tema está sonando demasiado rápido o demasiado lento es, con diferencia, la parte más complicada para un DJ. Es la pregunta que me hacen con más frecuencia, y lo más difícil de averiguar para un montón de DJ novatos.
El motivo por el que los recién llegados al mundo del DJ tienen problemas para juzgar esto es que no han dedicado tiempo a entrenar sus oídos para escuchar las pistas de audio que proporcionan la respuesta. Practica el método siguiente durante un tiempo, y escucha y concéntrate en el sonido de un tema que suena demasiado rápido o demasiado lento.
Para poder saber si la pista en espera suena demasiado lenta
o demasiado rápida, tienes que cambiar los ajustes en la mesa de
mezclas para que el fader
de canal de la pista en vivo esté a un volumen de unas tres cuartas partes del
volumen del canal de la pista en espera. Este cambio se debe a que
necesitas poder identificar los tiempos de bombo de la pista en
espera mientras ambas pistas están sonando por los altavoces. Si
haces sonar ambas pistas al volumen total, no sabrías distinguir
cuál es el tiempo que suena primero
(¡sobre todo porque, de momento, ambos temas son el mismo!). Si uno
de los temas suena más alto que el otro, podrás
distinguirlos.
El motivo por el que sugiero este método es porque es parecido a lo que yo hago con mis auriculares al hacer beatmatching. Tengo la pista en espera sonando a volumen alto, y, suponiendo que la mesa de mezclas tenga mezcla de auriculares, lo que me permite escuchar también la pista en vivo por los auriculares, pongo la pista en vivo al mismo tiempo, pero a un volumen muy inferior. Consulta “Introducir tus auriculares”, en este mismo capítulo, si quieres saber por qué se trata de mi método preferido.
He descubierto que la mejor forma de describir a qué hay que estar atento es utilizar onomatopeyas (palabras que puedes asociar con sonidos): l’Bum y B’lum (préstame atención un momento, de verdad que no me he vuelto loco).
Simplemente, cuando el cross-fader está en el centro, el tema en espera está sonando a todo volumen: Bum Bum Bum Bum... El tema en vivo suena menos que el tema en espera; en lugar de sonar como un potente Bum, es más bien un sonido lum más suave: lum lum lum lum (de verdad, hazme caso un rato más; cuando lo pones en práctica, te prometo que todo esto tiene sentido).
Esto significa que los dos sonidos que oirás y que te
indicarán si tienes que acelerar o ralentizar la pista en espera
son:
B’lum:
cuando el tema con más volumen, el tema “Bum”
(en este caso, el tema en espera) va demasiado rápido, se oye su
tiempo primero, y el sonido que se oye es B’lum, B’lum, B’lum, B’lum.
l’Bum:
cuando el tema en espera va demasiado lento y
suena después de la pista en vivo, el sonido es similar a
l’Bum, l’Bum, l’Bum, l’Bum.
Ser capaz de oír los sonidos de ambos tiempos de bombo mientras suena el resto de la música precisa de cierta concentración, pero si pasas un tiempo practicando te darás cuenta de que no estoy tan loco como parece. Cuando utilizas dos temas distintos la cosa es un poco más fácil, porque los bombos probablemente suenen distinto de todos modos, pero independientemente de eso, B’lum y l’Bum son tus amigos a la hora del beatmatching.
Vuelve al paso anterior de poner la pista en vivo al +3 por ciento y, empezando en el cero por ciento, ajusta el pitch de la pista en espera de modo que las velocidades sean similares. Escucha bien el sonido que hacen los bombos cuando los tiempos están casi ajustados. Presta especial atención a l’Bum o B’lum e intenta averiguar si la pista “Bum” en espera está yendo demasiado rápido o demasiado lento. Si te has equivocado y has ralentizado una pista que ya estaba sonando demasiado lenta, no pasa nada. Recuerda sólo el sonido que has oído y que te ha hecho pensar que la pista iba demasiado rápida y cambia la asociación mental a “demasiado lenta”.
Esta técnica requiere práctica y concentración, y quizá te
convenga adoptar, de momento, una estrategia de ensayo y error.
Vuelve al pitch cero en ambos temas, ralentiza uno de ellos y escucha el
sonido de los tiempos de bombo; luego acelera el otro, escucha el
sonido y percibe la diferencia.
Apartar la vista del control de pitch
Cuando estás acostumbrado a escuchar los distintos sonidos de los tiempos cuando suenan demasiado rápido o demasiado lento, el paso siguiente es coordinarlos mediante el ajuste del control de pitch sin mirar dónde está el control de pitch del otro plato, sólo con tus oídos como guía.
Usando temas idénticos, sube el control de pitch en el tema en vivo pero, esta vez, cubre con algo las cifras del control, de modo que sepas que ha aumentado, pero no puedas hacer trampas mirando en qué cifra está. Ya sé que es un poco infantil, pero, a partir de ahora, se acabó lo de hacer trampas.
Para ajustar el control de pitch en el tema en espera a este nuevo valor, yo tengo en cuenta cuatro intervalos de ajuste:
Ajustes grandes y bastos, para
acercarse.
Ajustes medios (aproximadamente del 1-2 por
ciento en el control de pitch) para acercarse un poco
más.
Ajustes pequeños (de alrededor de un cuarto del
1 por ciento) para finalizar.
Ajustes minúsculos (milímetros) para el ajuste
fino durante la mezcla.
Por ejemplo:
Si el
tema en espera empieza de inmediato a sonar demasiado lento, sube
el control de pitch un 4 por ciento aproximadamente y utiliza tu método de
corrección de errores favorito para sincronizar los tiempos (mira
“Compensar errores”, en este mismo capítulo).
Si,
después de la corrección de errores, oyes B’lum (lo que significa que has
acelerado demasiado, pero los tiempos no se están separando tan
rápido como en el último paso), reduce un poco el
pitch,
aproximadamente un 1 por ciento.
Si
ahora los tiempos tardan unos diez segundos en sonar demasiado
lento de forma que se note, y esta vez empiezas a oír el
sonido l’Bum,
aumenta el pitch un cuarto de un 1 por ciento, aproximadamente.
Practicar feliz
Piensa siempre que, si estás pasando el rato practicando es porque quieres ser DJ, y quieres ser DJ porque, aparte de muchas otras cosas, ser DJ es algo muy divertido.
Si empiezas a frustrarte durante el desarrollo de tus habilidades de beatmatching, para. Tómate 5 minutos de descanso lejos de los platos. Tómate un vaso de agua (¡algo más fuerte podría inflamar la situación!) y vuelve con un pensamiento en la mente: divertirte. No te preocupes por las habilidades o el aprendizaje. No te grabes, no trates de ser algo que no eres, no te impacientes. ¡Limítate a pinchar un poco de música y sonreír! De hecho, diría que éste es el único caso en el que te vendría bien una sesión de autobeatmatching en tus platos, para poder fingir que eres tú realmente el que lo está haciendo todo, recuperar el buen rollo y librarte de toda la negatividad.
Si ya
casi lo has logrado, pero, al cabo de 20 segundos, empiezas a
oír B’lum de
nuevo (el tema que oyes más alto, el tema a la espera, va demasiado
rápido), corrige el error y reduce el pitch sólo una pizca. A veces no
hace falta más que un movimiento mínimo, 1 milímetro.