Controlar el sonido de la mezcla
Una vez que ya dominas la mecánica del beatmatching y conoces los mejores puntos para mezclar tus temas, tu verdadero arte se manifiesta con el control del sonido de la mezcla. El cross-fader, los faders de canal y los controles del ecualizador de tu mesa de mezclas son como la sal y el limón para el tequila, las velas de tu cena o el chocolate de tu chile; todos ellos añaden un punto de sazón y refinamiento a la mezcla (y no lo digo en broma: si añades un poco de chocolate al chile, el resultado es fantástico).
El cross-fader entra en juego
Lo rápido que muevas el cross-fader de un tema a otro puede modificar de forma espectacular la potencia de la mezcla. Moverlo suavemente de un tema al otro a lo largo de dieciséis compases puede añadir sutileza si estás haciendo beatmatching, pero puede sonar extraordinariamente sucio si estás mezclando los temas de rock equivocados. Ir cortando de un tema a otro y de vuelta aporta una sensación de inmediatez que, en el momento adecuado, puede ser muy potente. Estos métodos funcionan con determinados temas, y pueden ser los métodos de mezcla principales para muchos temas pop, rock, indie y de fiesta. Pero como DJ de beatmatching, si lo único que haces es pasar de un golpe el fader de un tema al otro en cada mezcla, parecerá que no eres capaz de mantener los golpes rítmicos coordinados durante mucho tiempo y tienes que mezclar rápido.
Cada mezcla tiene dos partes. Por rápido que muevas
el cross-fader, no sólo estás introduciendo un tema nuevo, sino que
también tienes que quitar el tema anterior. Aplica el mismo cuidado
y atención cuando muevas el cross-fader para sacar una pista
de la mezcla que el que aplicas cuando introduces la pista
nueva.
Es difícil fallar un movimiento de cross-fader que dure cuatro tiempos o menos; sólo tienes que medir el movimiento de un lado al otro para que dure cuatro tiempos (estarás a medio camino en el segundo tiempo). Los movimientos que duran más de cuatro tiempos, si estás haciendo beatmatching, necesitan un poco más de control.
La estrategia para hacer mezclas más largas es mover el cross-fader de forma que los desplazamientos tengan lugar cuando suena el tchsss del charles, entre los golpes de bombo. Este método te ayudará a ocultar el aumento de volumen de la pista nueva, y hace que la desaparición de la pista antigua se note menos.
Los golpes de plato y los build-ups son lugares ideales
para ocultar grandes movimientos del cross-fader. Cuando uno de éstos
suene en cualquiera de los temas para añadir impacto, mueve
el cross-fader una distancia mayor que en el movimiento anterior. Pero
presta atención para darte cuenta de que la mezcla empieza a sonar
sucia. Si mueves el cross-fader
demasiado rápido, muévelo hacia atrás un poco y
deja que la música suene durante un compás sin moverlo (siempre que
los temas te den tiempo a hacerlo).
También puedes utilizar crescendos y ausencias temporales del tiempo de bombo para disfrazar los movimientos del cross-fader. Crescendo es otra forma de decir build-up. Un crescendo de cuatro compases pasa bastante rápido, así que conviene empezar a mezclar antes los dos temas durante un par de versos con el cross-fader, con el tema A (el tema que sale) aún predominando. Entonces, durante los cuatro tiempos del crescendo, mueve el cross-fader de modo que el tema nuevo pase a ser el dominante al final de los cuatro tiempos, con el tema antiguo aún sonando de fondo. Finalizar la mezcla depende de ti, pero lo más probable es que se trate de una mezcla rápida.
Lo contrario es igualmente apropiado. En lugar de un build-up, quizá los últimos cuatro tiempos de un verso del tema A no tengan bombo (pero el resto de la música sigue sonando igual de fuerte). En lugar de mezclar ligeramente el tema B de fondo, mantenlo en silencio y, justo cuando suene el último tiempo del build-up opuesto del tema A (al final del verso), mueve con rapidez el cross-fader al tema nuevo. Mover todo el recorrido del cross-fader en un solo tiempo puede crear una mezcla increíblemente potente; también puedes mover el cross-fader de modo que domine el tema nuevo (unas tres cuartas partes del recorrido) y eliminar los graves del tema A para que siga sonando sutilmente de fondo (para más información sobre control del ecualizador, mira la sección “Equilibrar con los ecualizadores”).
Desatar el poder de los faders de canal
Los faders de canal son tipos solitarios. Muchos DJ los ponen a tope y los dejan siempre ahí. Pero estos faders verticales tienen un papel secreto, oculto, al que muchos DJ no sacan provecho.
La principal función del fader de canal es trabajar en combinación con el control de ganancia para controlar el volumen de un canal al salir de la mesa de mezclas (si no estás seguro de cómo llevar a cabo este ajuste, consulta el capítulo 10). Con los niveles de entrada ajustados para ambos canales, tienes que decidir dónde poner los faders de canal cuando quieres que los temas suenen al máximo volumen.
Los DJ suelen regular su mesa de mezclas de forma que los faders de canal tengan que estar en el extremo (que a veces está marcado como 10) para este volumen de reproducción óptimo. Para los DJ de beatmatching que intentan mantener un volumen de la mezcla uniforme de principio a fin, ésta no es la mejor configuración. Para los DJ de scratch, esta posición en el punto máximo es correcta, y muy importante para que puedan limitarse a mover el fader para ponerse a volumen máximo.
Algunos DJ aconsejan poner los faders de canal al máximo para no correr el riesgo de darles un golpe y aumentar el volumen accidentalmente. Yo opino que es mejor tener cuidado de no tocar los faders de canal, igual que lo tienes de no expulsar el CD o de quitar un disco mientras está sonando. Quizá te pase una vez, pero aprendes en seguida a tener más cuidado.
La mejor forma de regular la mesa de mezclas es con
los faders de
canal a tres cuartas partes del recorrido al máximo (más o menos en
el 7, si tu fader está marcado del 0 al 10). Con esta técnica, al mezclar el
tema siguiente, si su volumen es demasiado bajo a pesar de que los
niveles parecían correctos, puedes subir rápidamente el
fader de canal para
compensar la bajada de volumen.
¿Quieres saber un secreto muy grande y muy curvilíneo?
Las curvas del cross-fader afectan a qué proporción del tema sube de volumen y cuánta baja al mover el cross-fader de un lado al otro (encontrarás ejemplos de curvas de cross-fader en el capítulo 10). A veces, sin embargo, la curva carece de sutileza para lograr una mezcla suave y uniforme, y puede hacer que los dos temas se monten uno sobre el otro a un volumen excesivo, lo que suena sucio y poco profesional. Así que tienes que encontrar la forma de obtener un mayor control sobre la salida de cada tema durante la mezcla. Los faders de canal te liberan de las estrictas restricciones de la curva del cross-fader.
Para lograr una mezcla simple que te ofrezca un control
preciso del volumen de cada tema, prueba lo siguiente:
1. Pon el fader de canal del nuevo tema (tema B) a un cuarto del punto de volumen máximo.
2. Cuando estés listo para empezar a mezclar el nuevo tema, mueve el cross-fader al centro, siguiendo las técnicas que explico en la sección “El cross-fader entra en juego”, en este mismo capítulo.
3. Empieza a subir el fader de canal del tema B, y ve subiéndolo a tempo con los golpes de charles (el cross-fader sigue en el centro).
4. Presta atención a los medidores de salida y al sonido de la mezcla y, a medida que sube el volumen del tema B, baja lentamente el fader de canal del tema saliente (tema A) hasta que el tema B domine y el tema A suene a un volumen más adecuado para ese momento de la mezcla (que probablemente será similar al punto en el que estaba el fader de canal del tema B al iniciarla).
5. Cuando quieras sacar completamente de la mezcla el tema A, mueve el cross-fader hasta el extremo del lado del tema B.
La forma en que cambies las posiciones de los faders de canal y el tiempo que tardes en hacerlo depende de ti. Puedes limitarte a subir un fader al tiempo que bajas el otro, o esperar a que el fader de canal del tema B esté a medio camino antes de empezar a bajar el del tema A. Efectúa los ajustes en función de tu estilo personal, de los niveles de salida y de lo que suene mejor para los dos temas que estás utilizando.
Si lo prefieres, puedes dejar el cross-fader en el centro (o hacer
lo que yo hago y apagarlo, si dispones de esa función) para anular
totalmente la función de cross-fader. Esta opción te
ofrece el máximo control sobre los volúmenes individuales de tus
temas durante la mezcla. La única diferencia con el método anterior
es que empiezas con el fader
de canal a cero para el tema entrante (tema B) y
acabas con el fader de canal a cero para el tema saliente (tema A).
Equilibrar con los ecualizadores
Como sucede con los faders de canal, los ecualizadores tienen múltiples funciones. La primera es el control del sonido: afectar a cómo suena la música en el CD o en la pista de baile. También puedes utilizar los ecualizadores para agregar un poco de variación y “sabor” a un tema (consulta la sección “Cutting in”, en este mismo capítulo). Pero la función más útil de todas es suavizar el sonido de la mezcla.
Un buen control de ecualizadores no puede arreglar una mala elección de temas para mezclar, pero un control de primera categoría puede convertir una mezcla pasable en una increíble.
Suavizar una transición con el ecualizador de graves
El ecualizador de graves es el que más se utiliza para crear un sonido uniforme durante la mezcla. Cuando ambos temas suenan con los graves a tope, aunque uno de los temas suene a menos volumen que el otro, los bombos son demasiado potentes y las melodías de bajo se combinan y suenan sucias.
La técnica más simple y efectiva es matar los graves (reducirlos
hasta el punto mínimo, o casi) del tema entrante al iniciar la
mezcla; cuando quieras convertirlo en el tema dominante, sube su
ecualizador de graves al tiempo que bajas el del tema saliente. Con
esta maniobra, la cantidad de graves a través de los altavoces se
mantiene estable, pero procede de temas distintos.
Si utilizas los temas adecuados y te tomas tu tiempo para el cambio, obtendrás una mezcla sutil y uniforme. Si cambias los ecualizadores en un tiempo puedes provocar un movimiento de alzar los brazos en el aire al introducir la línea de bajo de un tema que sabes que va a gustar al público, resaltar un cambio de tonalidad, cambiar la potencia de la mezcla o forzar un cambio de género de la música.
Suavizar con los medios y los agudos
A pesar de que las frecuencias altas no son tan ruidosas y obvias como las bajas, son igualmente importantes en el control del sonido de la mezcla. Dos charles sonando uno sobre otro a un volumen alto pueden sonar tan mal como dos bombos o dos melodías de bajo. La técnica es exactamente la misma que con el ecualizador de graves, con la excepción de que no es necesario cortar tanto el ecualizador alto. Por ejemplo, en mi mesa de mezclas Pioneer DJM-600 opino que la posición de las 12 en punto es generalmente la mejor para dejar el ecualizador alto durante la reproducción normal.
Cuando quiero cortar las frecuencias altas para mejorar el sonido de la mezcla, sólo tengo que mover el mando más o menos a la posición de las diez en punto (en lugar de las siete en punto para el ecualizador de graves).
Como el ecualizador de medios cubre un mayor intervalo de frecuencias, la cantidad de uso que le des con esta técnica depende de los temas que pinches. Quizá no necesites hacer un cambio en los ecualizadores medios si no notas que los sonidos chocan, o tal vez opines que, mejor que cortar las frecuencias medias, lo que quieres es aumentarlas. A veces, cuando el tema saliente suena a un volumen más bajo, subo el ecualizador medio para que esas frecuencias suenen más alto de lo normal. Si hay una melodía o sonido que se repite de fondo en el tema, este énfasis puede alargar y dar más potencia a la mezcla, y aún más si añades efectos a la música (consulta el capítulo 10).
Presta siempre atención a los medidores y al sonido de la
mezcla mientras cambias los ecualizadores. Intenta mantener un
sonido uniforme mientras los dos temas suenan superpuestos. Si uno
de los temas está demasiado alto, o ambos tienen demasiadas
frecuencias altas o bajas, el resultado puede ser una ruidosa
cacofonía.