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Si repites una mentira con asiduidad puede convertirse en política
La frase original, también válida de análisis, es: «Si repites una mentira con asiduidad puede convertirse en tu verdad».
Esta frase es fácil de entender, aquellas personas que no paran de decir una mentira acaban haciendo de ella su realidad. Viven en su mundo lleno de autoengaños y de estafas a su persona y, lo que es más peligroso para nosotros, son personas que siempre van a querer contaminarte e influenciarte con su opinión.
Pero la frase de análisis hoy deja de lado a las personas corrientes para centrarse en un grupo de personas que se han cargado la confianza de un país.
Vemos a diario hechos indignantes en nuestra sociedad y todo ello bajo la permisividad de la clase política, que viaja sin un rumbo fijo. Unos porque viven de una podrida herencia del pasado, los otros porque viven de un idealismo imposible de plasmar financieramente. La realidad es que no recuerdo un momento de mi vida en el que se escucharan tantas mentiras a diario. Lo doloroso del asunto es ver que tienes margen de maniobra y que si te equivocas una vez puedes tener un problema perpetuo, mientras que otros no están en las mismas reglas del juego.
El último caso que personalmente me ha disgustado es el de Abengoa, una empresa que facturará este año casi 5.000 millones de euros y con una deuda auditada de 19.000 millones de euros. Y no paran de salir voces políticas, especialmente del PSOE, alegando que hay que salvar a la compañía, que ya se ha acogido al preconcurso de acreedores. Lo indignante del asunto es que se vuelve a cumplir una de las terribles máximas financieras: «Si debes 100.000 euros tienes un problema con el banco, si debes 10.000 millones el problema lo tiene el banco».
Y éste es el caso, el caso de cómo van a intentar salvar a una compañía que ha arruinado a miles de accionistas por su poca transparencia y su poca ética, ya que esconder semejante entramado financiero y permitir que miles de accionistas pierdan sus ahorros no es lo correcto. Me imagino al expresidente de Abengoa repetirse a diario la mentira de que iban a salir adelante o de que iban a poder burlar al mercado, hasta que realmente esa mentira se la llegaron a creer de verdad.