61
Sólo tienes una vida, haz lo que te dé la real gana y sé feliz
Hay frases que necesitan poca explicación y, para mí, ésta es una de ellas.
El cuentakilómetros de la vida avanza sin cesar. No es piadoso a nuestros caprichos y no para de recordarnos que esto se acaba o se puede acabar en cualquier momento.
Confieso que la lucha por la búsqueda de la felicidad se ha convertido en una de mis obsesiones; entender para qué trabajo y por qué.
Me motiva seguir creciendo, encontrar por qué a veces me complico, aparentemente, la vida. Es importante para mí valorar el «efecto compensación», darme cuenta de a qué renuncio cada vez que hago algo y valorar si me compensa realizar una actividad sabiendo que no voy a poder realizar otra.
Por ejemplo, para mí se ha convertido en una prioridad absoluta pasar los fines de semana con mi hija. Da igual la actividad que sea si puedo estar con Morgana. Estoy separado de su madre y puedo estar con ella cada dos semanas; no hay otra opción que se anteponga a ello.
Entiendo perfectamente lo que me hace feliz y renuncio a lo demás, aunque a veces me hagan ilusión otras actividades.