50
Nosotros no compramos cosas con dinero, Nosotros las compramos con horas de nuestra vida
La ilusión es algo incuantificable. La ilusión que nos hace comprarnos algo no se puede calcular, sobre todo si ese «algo» es aspiracional.
Recordaré toda mi vida la ilusión que me hacía comprarme un coche. Mi primer coche fue un Ford Puma y para mí fue increíble lograr comprarlo. Lo había conseguido y eso es difícil de calibrar. Pero ese Ford Puma no me había costado 1.600.000 pesetas (año 2000), ese Ford Puma me había costado muchas horas de trabajo, esfuerzo e incluso privarme de otras cosas con el fin de lograr llegar a la cuota mensual que el banco me exigía.
Hemos de valorar bien lo que nos compramos y entender el esfuerzo a nivel de tiempo que nos cuesta alcanzar ese capricho. Entender que estaré una serie de horas de mi vida, quizás muchas, trabajando, pensando y esforzándome por conseguir esa meta.
El dinero se recupera, el tiempo no. Como bien sabemos, el día de hoy no se va a volver a repetir jamás.