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¿A qué escalón llegarás hoy?
«No lo haré»: la fase inicial del pesimista empedernido. Da igual que tenga la capacidad para lograrlo, da igual que sepa que puede hacerlo, su primera reacción es «no puedo», «no lo haré». Las personas que están alrededor de este sujeto han de saber filtrar muy bien la información que reciben, ya que, si no tienen esa madurez, van a verse arrastradas por su pesimismo.
«No puedo hacerlo»: Es una leve progresión respecto del «no lo haré», pero sigue en esa línea de pesimismo empedernido. Al menos contempla la posibilidad de intentarlo, lo cual ya supone un avance, así que se brinda una posibilidad.
«Quiero hacerlo»: Sin saber con certeza si tu talento lo va a permitir, la actitud ya es positiva. Tienes la predisposición de intentarlo y la voluntad de esforzarte. Sólo te faltará ser constante y creer que lo puedes alcanzar.
«¿Cómo lo hago?»: Tras la voluntad viene la duda. ¿Qué camino he de seguir para conseguirlo? ¿Qué variables he de contemplar para no equivocarme? En este proceso es vital simplificar al máximo las opciones para que las posibilidades de error sean las menos posibles.
«Trataré de hacerlo»: Tras descubrir cómo hacerlo, y con una actitud positiva, tengo la intención de ponerme a ello. En esta fase surgen dudas todavía pero la confianza es elevada y me ayudará a seguir adelante cuando éstas me asalten.
«Lo haré»: En esta fase la confianza es total. Uno es consciente de su talento, es consciente de su capacidad de constancia, sabe que va a trabajar y sabe que lo va a conseguir. No hay duda que valga, el objetivo está muy bien definido, sólo queda ejecutarlo.