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Después de llevar a Kellan, conduzco por el este del parque Wagner en dirección a casa.

Si Kellan dice que no necesita usar condones significa que por el momento ni siquiera se lo plantea. Cuando llegue a casa tengo que contárselo todo a Josh para planear qué hacemos. Solo espero que haya superado el golpe que hoy ha recibido su ego.

Después del semáforo giro y enfilo la manzana que conduce a mi casa. Hay un descapotable blanco aparcado en la curva frente a la casa de Josh. ¡Es el coche de Sydney! Y Josh está en el asiento del copiloto.

Paso junto a ellos y aparco en la entrada de mi casa mientras me parece oír la voz de Sydney diciendo:

—¿Es esa Emma Nelson?

Apuesto a que Josh no le cuenta que somos amigos desde que éramos pequeños. Y esa omisión será poner la primera piedra del muro que levante alrededor de su preciada vida con Sydney.

Cojo los bañadores y las toallas del asiento trasero, salgo del coche y cierro la puerta con mucha más fuerza de la que pretendía.

Cuando llego a mi habitación, miro por la ventana. El descapotable de Sydney sigue ahí. Josh le dice algo y ella ríe como si fuera el chico más divertido del mundo.

Me quito la ropa llena de arena, la tiro en el cesto de la colada y me pongo el albornoz. Cuando Josh suba, quiero entrar inmediatamente en Facebook para ver si todo lo que ha sucedido hoy ha afectado a nuestro futuro. Apuesto a que en cuanto Sydney se marche estará llamando a mi puerta.

Para ir preparándome, marco el número de AOL. Mientras el ordenador emite pitidos y crujidos, vuelvo a la ventana.

Sydney se inclina y besa a Josh en la mejilla, y luego él sale del coche. Cuando se aleja, Josh la saluda con el signo de la victoria. Eso me ha molestado. Me aparto de la ventana y vuelvo al ordenador. Si va a seguir adelante con Sydney, no tengo por qué mantener mi parte del trato.

Introduzco mi dirección de correo y mi contraseña para iniciar la sesión de Facebook.

Emma Nelson Storm

¿Qué hace una bióloga marina en Columbus, Ohio?

Hace 4 horas · Me gusta · Comentar

La vida parece igual que ayer. Siento la tentación de mirar de tapadillo lo que hay de Kellan, o buscar a Josh antes de que llegue, pero esperaré. Eso es lo que hacen los amigos. Mantienen su palabra.

Giro en mi silla. ¿Dónde está?

Al final ya no aguanto más. Localizo a Kellan en la columna de mis amigos y hago clic en su nombre.

Kellan Steiner

Lindsay y yo estamos comiendo albóndigas suecas en Ikea.

Ha aceptado ver conmigo el concierto del 50º aniversario de los Rolling Stones. ¡Me encanta mi niña!

19 de mayo a las 15.03 · Me gusta · Comentar

¡Lindsay todavía existe! Bien, ahora sí que tengo que hablar con Josh.

Miro por la ventana. Josh está sentado en el césped de su casa mirando el parque. Retrocedo hasta mi página de Facebook, me anudo el cinturón del albornoz y bajo corriendo las escaleras.