Agradecimientos

Quiero expresar mi gratitud a mis pacientes correctores de pruebas Anne y Roland, Marianne y Mabel, y especialmente a Werner, a quien debo conceptos básicos de geografía, meteorología y toda clase de leyes de la naturaleza. También a Eva, a Monika Eibl y a mi madre, que está entusiasmada y orgullosa. Todos ellos han acompañado este libro desde los primeros párrafos hasta su publicación y se merecen la mayor admiración.

También doy las gracias al doctor Hannes Junge y a la doctora Charlotte Steiner por sus consejos sobre temas médicos, a Vincenco Ferrara por comprobar los términos en portugués y a Silke Betzold por sus importantes indicaciones logopédicas. Las descripciones erróneas que pudieran figurar pese a la ayuda de dichos profesionales solo corren por mi cuenta.

Gracias de todo corazón a mis amigos marroquíes del valle de Draa y de Essaouira, y por supuesto a Petra Lingsminat, mi paciente mentora y lectora. Sin estas personas no hubiera surgido mi amor por Marruecos y tampoco existiría la historia de Mirijam.

Pero sin Julia Krischak, mi agente, que creyó en la historia desde el primer momento, y sobre todo sin Eléonore Delair, mi lectora, y Andrea Stumpf, la redactora, aquella jamás se hubiera convertido en La luz de las islas Púrpuras. A ellas les dedico mi especial gratitud.

DORIS CRAMER,

noviembre de 2011