71
<Lamento del desengañado>
Con expresivas pinceladas en las que mezcla la erudición escolar, el poeta describe la veleidad y el capricho del amor. Secuencia con responsión estrófica.
1a
1b
La engalanada Cibeles[120]
de rostro floreciente
ofrece flores al hijo de Sémele[121],
Febo complaciente.
2a
Movidas por las caricias
de la suave brisa
resuenan en el bosque las aves
entonando su melodía.
2b
3a
3b
Ya Dione
con su juego, con su lucha
alivia o mortifica los corazones.
4a
A mí ella también el sueño me quita
y a velar a causa del amor me obliga.
4b
Los dorados dardos de Cupido llevo en mi pecho
y en mi corazón ardiente un fuego funesto.
5a
Lo que se me da
aborrezco,
lo que se me niega
apetezco,
con ánimo severo.
5b
La que se somete,
a ésta evito,
la que no obedece,
a ésta soy propicio
y soy de veras
6a
feliz[124], ya perezca
ya sea confortado por ella.
A la que desea, me niego,
a la que se niega, deseo;
cuanto más rechazo lo debido
tanto más me arrastra lo prohibido;
cuanto más me permiten lo que ansío
tanto más ansío lo que es ilícito.
7a
¡Oh, qué tremendos
de Dione los decretos!
hay que evitar
su veneno secreto,
lleno de engaño
y de trampas repleto.
7b
Experta en castigar
con la locura de la pasión,
a los que hace soportar
la amargura del amor,
llena de envidia,
rabia e ira.
8a
Por esto en mí
el miedo abunda;
por esto mi cara
el llanto inunda.
8b
Por esto el pavor
en mi cara,
porque el amor
me engaña.