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<La primavera y el amor>
El poema desarrolla el tema recurrente de la llegada de la primavera y, con ella, del amor. Estrofas métricas de seis versos dactílicos (tetrámetros hipercatalécticos con algunas libertades métricas) monorrimos[404].
1
Cede ya, invierno, tu dureza;
el frío se va, el hielo y tu crudeza
la rabia invernal, tu fuerza,
tu letargo y tu ímproba pereza,
tu palidez y violencia, tu dolor y tu pobreza.
2
Ya llega la primavera deslumbrante,
los días claros sin nubes aparecen brillantes
y el rostro de las Pléyades por la noche relumbrante.
Ya tenemos temperanza gratificante,
tiempo de suavidad agradable.
3
En la faz liberada de la tierra
huelen las diversas hierbas,
de hojas los abetos se pueblan,
cantan los multicolores pájaros en cadena,
los prados reverdecen, la juventud huelga.
4
Ahora tú, dorado Amor, llegas,
a los indómitos a ti sujetas.
Mis manos rindo. ¿Qué me reservas?
¡Te ruego me concilies a la que me dieras
y de un carnero brincador te haré ofrenda!