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<El amoroso abandono>
A pesar de que algunos editores, como Schumann, separan el poema en dos partes, estrofas 1-4 frente a 5-8, hoy se piensa en un sofisticado poema unitario en el que, con base en las ideas galénicas comunes a la E. Media, se describe la armonía entre cuerpo y alma, sobre todo en la relación feliz entre sueño y amor[67]. Estrofas rítmicas variadas y de número de versos diferentes con tendencia a la rima a pares.
1
Cuando la luz cristalina de Diana[68]
se enciende vespertina
y se ilumina con la luz rosada
por su hermano[69] emitida,
la dulce brisa del céfiro
con su soplo barre
todas las nubes del cielo,
así dulcifica
el son de la música el pecho
y ablanda el corazón
que ya vacila
ante las prendas[70] de amor.
2
El alegre resplandor del Héspero[71]
nos proporciona
su grato rocío
que causa el sueño
entre el mortal gentío.
3
¡Oh, cuán agradable es el remedio del sueño,
que calma el torbellino de las cuitas y los tormentos!
Cuando se desliza por la vía cerrada de los ojos,
a la misma dulzura del amor iguala en gozo.
4
Morfeo[72] introduce en la mente
un viento ligero
que ondula las mieses maduras,
murmullos de riachuelos entre arenas puras,
movimientos circulares de molinos
que roban con el sueño a los ojos su destino.
5
Tras la dulce relación del amor
la actividad cerebral se ralentiza.
Entonces los ojos se oscurecen, extraña maravilla,
en la nave de los párpados navegando.
¡Ay, cuán agradable es el tránsito del amor al sueño,
aunque más dulce es al amor el regreso!
6
Del vientre satisfecho se eleva un vapor
que se derrama sobre los tres ventrículos del cerebro.
Éste los ojos inunda
al sueño propensos
y los párpados con su vapor empapa
para que la mirada no se expanda vaga.
Así encadenan los ojos las fuerzas animales
que se nos muestran siempre serviciales[73].
7
Bajo la fronda apacible de un árbol,
mientras entona filomena[74] su lastimero canto,
dulce es reposar
y más dulce retozar
en la hierba
con una bella
doncella.
Si su olor
variadas hierbas
exhalan,
si un lecho la rosa
regala,
dulcemente el alimento del sueño
tras la fatigosa relación amorosa
se alcanza
cuando sobre el fatigado se derrama.
8
¡Oh, por cuántas nimiedades
el ánimo del amante
se agita inconstante!
Como la nave en el mar errante
que carece de ancla,
así fluctúa dudosa entre el miedo y la esperanza
la milicia del amante.