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<Gocemos del amor>
Tras las descripciones tópicas de la primavera y de la belleza de la amada, el poeta le solicita sus favores. Estrofas rítmicas.
1
¡Salve, primavera deseada,
a los amantes grata,
antorcha
de la alegría
de muchas flores sustento!
¡Salve,
rica en flores
y mar de colores,
acrecienta
nuestras diversiones!
Las aves entonan sus sones,
¡qué se regocijen los jóvenes!
El invierno riguroso pasó; la suave brisa llegó.
2
La tierra se ha pintado
de flores y el prado
reverdece,
las sombras crecen,
el bosque se rejuvenece.
Retoza en la natura
toda criatura
con rostro alegre,
elegante compostura
la pasión requiere[440].
Venus a sus súbditos incita,
mientras el néctar de la naturaleza estila[441].
Así la pasión de Venus a los amantes encandila.
3
¡Oh, qué feliz hora
en la que ella, tan hermosa,
cobró vida
tan perfecta,
alegre, festiva!
¡Oh, qué rubios cabellos!
En ella nada feo
tiene asiento
y en el amor
inferior a ninguna.
Tiene la frente maravillosamente coronada,
negras las cejas de su cara
y, a la manera de Iris[442], al final recurvadas.
4
De níveo candor,
de rosado rubor
son sus mejillas.
Entre las demás
no tiene par.
Labios redondos
y rubicundos,
blancos los dientes
y resplandecientes;
serena al hablar.
Manos largas, talle esbelto,
garganta y todo su atuendo
con celo divino compuesto.
5
Con las chispas de la pasión
que me inspira
aquella a quien amo
más que a ninguna,
mi corazón se incendió
y se convirtió en ceniza.
Si esta sierva de Venus
de mí no se cuida
y mi pasión perdura,
el que ahora vive, morirá.
¡Ea, pues, Filis benigna[443],
vamos a gozar en paz contentos,
uniendo mi boca a la tuya y mi pecho a tus senos!