BLANCO
Para un ahogado:
esta página, como si
la hubieran lanzado al mar
en una botella.
De modo que,
incluso cuando el cielo aborde
la visión de la tierra, un eco
de la tierra
pueda navegar hacia él
lleno de un recuerdo de lluvia
y el sonido de la lluvia
al caer en el agua.
Por lo que habrá aprendido,
a pesar de esta ola
que ahora se abate
desde la cresta
de las montañas, que cuarenta
días y cuarenta noches
no nos han devuelto
paloma alguna.