Lunes 18

Resulta que en este colegio hay una banda de ladrones invisibles. Yo sé que son malos o tal vez no, pero de todos modos me da mucha rabia que no me hayan convidado a ser ladrón. Ahora sé lo que es ser policía. Es la pica de no ser ladrón la que los hace buscarlos. Porque claro que no hay nada más lindo que hacer cosas misteriosas. A mí me robaron mi lapicera y un libro, pero no estoy muy seguro si tenía el libro o no, pero en todo caso sirve para buscar al ladrón. Cariola ha organizado una pandilla para buscar al ladrón. A mí me nombraron Oficial de Reserva porque se me habían perdido tantas cosas. Es decir, yo tuve que decir que me habían robado una cantidad de cosas para que me recibieran en la pandilla. Me encargaron que dejara mi chomba nueva encima de la cama para ver si se la robaban, pero como nadie se la robó, tuve que esconderla detrás del pizarrón. Y cada vez que podía, iba a ver si estaba ahí, hasta que la última vez que fui no estaba, y se la habían robado de veras. Entonces cité a la pandilla a reunión y les conté lo que pasó y cuando apenas estaba hablando, Cariola me dio un golpe y me dijo que yo era un idiota y un farsante y todos se rieron de mí. Son unos canallas y los aborrezco a todos, hasta Javier.

Tengo unas ganas terribles de morirme.