Enero 20

Resulta que por suerte se reventó el cálifont, porque, si no, no sé qué habríamos hecho de puro aburridos. Fue estupendo. Era como bomba atómica y la Domitila se desmayó y el agua hirviendo saltaba como de un pozo de petróleo. Pero después hubo una pelea entre la Gladys, la vecina, y la Domitila y por suerte perdió la Gladys. Aunque no tan por suerte, porque la Domitila tiene que limpiar todo. Y la Domitila cree que la Gladys va a venir a matarla, así es que yo le traje el revólver de mi papá para que se defienda. Pero, cuando lo estaba mirando, se salió un tiro y se hizo un agujero en la pared y como la casa es vieja se cayó un buen pedazo.

Yo no sé qué hacer para cuando llegue mi papá y vea esto, pero lo mejor es que me vaya a confesar al tiro.

Ya me confesé y no era pecado lo del disparo.

Cuando llegó el papá le pregunté: «¿Sentiste el temblor?», y él me dijo que no. Yo no dije que había temblado, pero de todas maneras él creyó que el pedazo de pared se cayó con el temblor. Eso no es mentira.

Vinieron a arreglar el cálifont y cuesta tan caro el arreglo que la mamá y el papá por poco pelean. La suerte que se reventó solo.

No me puedo dormir pensando en lo terrible que es la pobreza. Quiero decir que hay un señor Ruletero que se queda con toda la plata de mi papá y a veces con la de mi mamá, y lo más raro es que nadie hace nada por tomarlo preso. Parece que hace lo mismo con todo el mundo, porque ayer en la comida la tía Lala decía que ella le había dejado en el mes miles de pesos y la tía Erna que a ella le había quitado algunos, y así a cada una. Debe ser un señor muy millonario, y además yo me lo imagino como un ladrón elegante, y con dientes de oro, etc. Pero pienso en lo de la mamá y el papá, que se lo pasan pelea y pelea por la cuestión pobreza. Mi papá se queja porque mi mamá paga las cuentas o compra comida y mi mamá se queja porque el papá vuelve a lo del señor Ruletero, y se va armando la pelea. El dice que va a buscar lo que dejó y mi mamá dice que es sólo para que le saquen más. Y después, cuando él por fin decide que no irá, entonces llama a la mamá cualquier amiga y se va con ella. Después vuelve llorando, reclama de su poco carácter y habla mal de ella misma, etc., y mi papá sale furioso dando un portazo.

La cuestión es que yo quiero ayudarlos en este momento grave, y, pensando y pensando, creo que puedo ganar plata. Tengo una idea bastante buena, pero la cuestión es que me resulte…