Abril 27

El libro que me trajo mi mamá es bastante estupendo y trata de aventuras en la selva. Es una lástima que los piratas no vivan en la selva, pero de todos modos yo puedo ser pirata en el verano y aventurero en invierno.

La mamá de Miguelito me vino a acompañar y me trajo un molde de jalea de membrillo y era tan rica que me la comí toda y ahora la aborrezco. Para entretenerme, inventé un juego: mi cama es el mundo, las arrugas son montañas, las moscas son gigantes y mis dedos son yo y mis cuatro hijos que recorren el mundo y son inseparables. Lo único que hacía falta era un poco de mar en mi mundo, así es que me conseguí el lavatorio con la Domi y resulta que hubo una tempestad y se salió el mar, corrió por las montañas y me mojó el yeso de la pierna. Y se armó la grande.

Mamá llamó al doctor, y el doctor me retó porque dijo que eso podía tener «consecuencias» y no sé lo que será eso. En todo caso, no lo podía tocar, dijo. Y me dejó la pierna al aire para que se secara y la tengo helada y me duele bastante. Supongo que será las «consecuencias».