Enero 18

Resulta que un caballero que pasó en auto me llevó otra vez a Viña y ahora estoy en la casa. Yo pensaba que mi mamá iba a llorar de gusto al verme, pero fue todo lo contrario. Resulta que ella venía llegando de Zapallar con el papá y ni supo que yo estaba perdido.

Javier me retó porque había vuelto; porque ya que me había ido, ¿para qué volvía? Y también me amenaza a cada rato con que le va a contar a la mamá o al papá, y tengo que hacer todo lo que él quiere. La Domitila es tan buena, que me compró helados y me regaloneó mucho cuando volví.

Resulta que mi papá me trajo un cartucho de dulces de Zapallar y a mí me dio como arrepentimiento y ganas de llorar, pero le regalé los dulces a la Domitila y se me pasó eso de que yo era hipócrita. De todas maneras, la Domitila me da dulces a cada rato.

Ahora pienso que tal vez Javier tenía razón y no debía de haber vuelto. Me estoy aburriendo de nuevo.