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Ciudad de Solaris, Solaris VII

Marca de Tamarind, Mancomunidad Federada

24 de abril de 3056

Kai advirtió la sonrisa de la directora del hotel al reconocerlo.

—¿Puedo ayudarlo en algo, señor?

Kai hizo un gesto de asentimiento.

—¿Sería tan amable de llamar a la habitación del duque Peter por mí? He venido a recogerlo.

La mujer de pelo oscuro titubeó por un momento.

—Debe de haber algún error.

Kai echó un vistazo a su cronómetro.

—Bueno, se supone que debíamos encontrarnos a las diez, así que quizá me haya adelantado un poco.

—No, no es eso —dijo al tiempo que pulsaba algunas teclas de la consola del ordenador—. El duque Peter se fue ayer por la noche. Ya no se aloja aquí.

—¿Se fue? —exclamó Kai. Repasó mentalmente la conversación del día anterior y, de repente, la frase de despedida de Peter resonó en su cabeza como un mal presagio—. ¿Ya han limpiado la habitación? ¡Debo entrar ahora mismo!

—No, todavía no, pero no sé si puedo…

—Tiene que dejarme entrar —dijo Kai señalando a la oficina satélite de ComStar, al otro lado del vestíbulo del «Puño armado»—. Puedo enviar un mensaje prioritario a Tharkad y obtener una respuesta inmediata, si quiere.

La directora se quedó pensativa y sacudió la cabeza. Introdujo una serie de datos en el ordenador y pasó una llave magnética en blanco por una ranura. Se encendieron unas luces y la máquina soltó un pitido antes de expulsar la llave. A continuación se reunió con Kai al otro lado del mostrador y los dos salieron corriendo hacia los ascensores.

—¿Qué está buscando?

—No lo sé —contestó Kai intentando mantener la calma—. Algo que me ayude a detener a Peter antes de que se meta en un grave problema.