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Ciudad de Solaris, Solaris VII
Marca de Tamarind, Mancomunidad Federada
12 de abril de 3056
Pese a los años que había dedicado a la autodisciplina, el duque Ryan Steiner tuvo que hacer verdaderos esfuerzos por contener su ira. Contempló por última ver el rostro sonriente de Victor en el visor holográfico y pulsó un botón del control remoto para apagar la máquina. Ojalá fuera tan fácil eliminarlo.
Ryan miró a Hanau y gritó:
—¿Qué ocurrió? ¡Se suponía que no era una entrevista con Victor!
Hanau se quedó perplejo.
—No lo sé. Puse en marcha su red de distribución y estudié la manera de enviar mensajes, pero la verdad es que no funcionó para la transmisión. ¿Qué contenía el envío?
Newmark se mantuvo frío como el hielo.
—Teníamos imágenes gráficas de agresión Davion que queríamos relacionar con la lucha de Cox.
—¿Gráficas? ¿Hasta qué punto? ¿Qué era?
Ryan frunció el entrecejo con furia.
—Material holovisual.
—¿De qué duración?
Newmark se encogió de hombros.
—No más de diez minutos.
Hanau se apoyó en el respaldo de la silla.
—No me extraña que lo encontrasen.
El comentario de Hanau pareció aliviar a Ryan. Al menos hay alguien que le encuentra la lógica a todo esto.
—Explíquese.
Al inclinarse hacia adelante, los botones de la túnica le apretaron el estómago.
—El sistema que creé estaba diseñado para pasar mensajes codificados. Esos mensajes siempre son muy cortos y, en términos de almacenaje informático, muy pequeños. Son más pequeños que la mayoría de los errores. En el peor de los casos, sólo añadirían un kilovatio de datos a cualquier mensaje al que se hubieran adjuntado. Lo más probable sería que pasasen inadvertidos, porque la mayoría de los programas de comunicación se acercan al kilovatio cuando se trata de anunciar algo. En comparación con éstos, nuestros mensajes son errores comunes.
»Los datos gráficos y holovisuales contienen mucha información y ocupan una gran cantidad de espacio. La lucha de Cox ocupaba unos diez gigavatios, entre los que se incluyen anuncios, traducciones y similares. Pero no es más que una aproximación. ¿Lo entiende?
Ryan hizo un gesto de asentimiento.
—Lo entiendo. Siga.
—Aunque el holovídeo que añadió fuera sólo de cinco minutos, eso supondría dos gigavatios. Sobrepasó el tamaño del paquete que tenía que enviar ComStar en un veinte por ciento, una anomalía lo bastante grande para que se dieran cuenta. Le echaron un vistazo e, inmediatamente, preguntaron a Victor si quería que la otra señal saliera con la lucha, ya que era él quien pagaba por la retransmisión de la lucha. Obviamente, él sustituyó este mensaje, tanto para confundir a nuestra gente como para informarnos de que ese tipo de transferencia de información era peligrosa.
Ryan soltó un suspiró que resonó entre sus dientes.
—Esto no me gusta nada. La lucha de Cox resultó ser un desastre para mis luchadores y me dejó en evidencia. Y ahora el propio Victor se entera de este mensaje adjunto.
David Hanau sonrió con delicadeza.
—No creo que ninguno de los nuestros crea nada de lo que dice en la entrevista.
—Claro que no, tonto. Es una estupidez y cualquiera con un poco de seso en la mollera se dará cuenta —dijo Ryan lanzando un resoplido mientras se reclinaba en la silla forrada de piel—. La lucha no podría haber hecho más daño. Galen Cox se proclama héroe. Tenía el ’Mech más ligero de todos y utilizaba las técnicas más atrevidas. Mi gente lo tenía. Podrían haber destrozado su ’Mech. Le habían desgarrado los brazos, pero lo dejaron escapar.
»Luego Katrina va y hace su discursito. ¡Dios mío! Me acusaba de ser el cerebro que hay detrás de la Milicia Libre de Skye y de haber asesinado a su madre. La zorra necesita que alguien le recuerde que si quiere situarse al frente también se convierte en un blanco perfecto.
El tono de Newmark desprendía cierto recelo.
—No puede asesinarla.
—Sí, de eso soy consciente. El regicidio siempre ha incomodado a la gente —dijo el duque apoyando la barbilla sobre una mano—. Sin embargo, hay que recordarle que cualquiera que se sumerge en aguas políticas corre el riesgo de que lo ataquen los tiburones. Sólo puede estar a salvo si se queda en la playa.
—Es una lástima que sus luchadores no mataran a Galen Cox en Ishiyama —dijo Hanau encogiéndose de hombros—. No sería la muerte de un símbolo, pero probablemente traumatizaría a Katrina lo suficiente para que se retirase a recrearse en su dolor.
Sven Newmark rió sin mucho entusiasmo.
—Puede que tenga razón. Parece que le gusta mucho.
Es una buena idea. Ryan entrecerró los ojos al hablar.
—Hemos corrido el rumor de que Galen Cox se está distanciando de Victor, ¿no?
Hanau asintió con la cabeza.
—Es una idea atrayente para la gente que cree que Victor asesinó a su madre e intentó asesinar a Kai Allard-Liao en Alyina.
—Bien, pero tenemos que modificar ese rumor, que la gente interprete la declaración de Katrina y el apoyo de Cox como una muestra de la distancia entre Galen y Victor. También debemos hacer creer que Galen está influyendo a Katrina y que, como ella misma declaró, ha abierto los ojos ante la realidad. Tenemos que abrir una brecha entre Victor y Galen, al menos aparentemente.
Hanau volvió a asentir.
—No será difícil de conseguir. Nos basaremos en lo que ya tenemos. Skye está preparado para ello, pero también servirá para otras partes de la Mancomunidad Lirana. Puede que incluso en la Federación de Soles, aunque nuestra influencia allí es muy inferior.
—¿Cuánto tardará la campaña en pasar la fase inicial?
—Dos semanas. Para entonces los medios de comunicación habrán creado varias opiniones y se habrá convertido en un tema de discusión en las tertulias. Entonces empezará a germinar.
—Bien, muy bien —dijo Ryan con una sonrisa al imaginar el plan—. Dentro de una semana Kai Allard-Liao defenderá su título. Es probable que gane y, después de toda la publicidad que se ha hecho sobre el duelo de defensa, habrá un vacío en los medios de comunicación que nosotros debemos llenar.
Hanau esbozó una sonrisa.
—¿Con copias de lo que pasó en Bellerive?
—Sí, la hoguera de Bellerive servirá de entrante, pero necesitaremos más.
—¿Más?
Ryan miró a Newmark.
—Si no recuerdo mal, a Melissa Steiner-Davion le gustaban las flores.
Newmark movió lentamente la cabeza en señal de asentimiento.
—La verdad es que sí.
—Tal vez a Cox también le gusten, Herr Newmark —dijo Ryan esbozando una sonrisa al ver la expresión de horror en el rostro de David Hanau—. Cox se irá de Solaris después de la lucha por el título, así que deberíamos regalarle un bonito ramo para enviarlo de vuelta a casa.