Capítulo VI
PATRIQUE está vigilado por un español. En el hospital se hace pasar por un familiar que va todas las tardes a visitar a un enfermo. El francés no se da cuenta porque el varía su aspecto con gorras, barba, bigotes o gafas. En su informe también está incluyendo a Zaida. Todas las noches, además, informa a su superior por teléfono. No sabe lo conoce personalmente, le han dado su número otro de fax para ir contando lo más importante de sus averiguaciones.
—Es una chica sevillana —le cuenta el investigador a su jefe en inglés—.
—Averigua: quién es, qué hace, a qué se dedica, quiénes son sus padres y su familia y hasta de que color lleva las bragas, ¿me has entendido?
—Por supuesto… Otra cosa, el chico quiere que se vaya con él a la ONG —tras oír sus conversaciones con un sistema de escuchas a distancia y las del móvil de Patrique, que tenía pinchado—.