Capítulo LXIV
LOS miembros del los Náufragos del Mundo mantienen una conversación sobre Zaida.
—¿Se ha realizado correctamente la limpieza de cerebro?
—Sí, tenemos a unos cuantos hombres —¡je, je, je!— que se han encargado de todo. Después de esto ya nunca más sabrá qué es real y qué mentira, hemos abierto la grieta en su cerebro para tenerla controlada. Esa chica llegará lejos, si se recupera, pero es fuerte, creemos que la grieta se cerrará sin problemas aunque la puerta de entrada estará para siempre ahí.
—Qué pena, siempre hay algún esclavo que intenta pasar las fronteras que les tenemos construidas.
—Para eso están los carceleros. Esto es mucho más importante de lo que ella cree. No podíamos arriesgarnos y que una insignificante muchachita va a entrometerse. Nuestro secreto sigue a salvo. Él jefe se ha enterado y estaba muy preocupado.
—Dile que ya no tiene nada que temer y que el proceso sigue adelante, esto será el futuro de un pueblo, el destino que para ellos estamos creando.