Capítulo XLI
—CON la Gripe A os habéis pasado un poco, pero desde luego nos hemos forrado con los geles limpiadores de manos, creo que ahora hay varios botes por cada casa de Europa y América. —confirma Gill Tates a Ambacio Orgeta, clasificados, el americano y el español, de los más ricos del mundo—.
—Joder, —ayudado de un traductor de voz instantáneo que utiliza para hablar en inglés y recibir la voz del americano es español—, ya te dije que el miedo es la mejor arma para mover a las masas. Lo que espero es que ahora utilicéis mi nombre en Internet como se merece y mi marca tenga un nuevo impulso en bolsa cuando vuestras tropas empiecen a repartir mantas y demás de una subfranquicia de Raza de forma gratuita en Haití. ¿Cómo van a los trabajos de búsqueda?
—Bien, para que no se hable más de las tropas y que no están haciendo nada hemos utilizado nuestros nuevos satélites para rastrear la zona hasta que hemos encontrado un hombre vivo después de 14 días, hoy apareceremos en la prensa de todo el mundo. Adivina qué manta llevará el hombre cuando dentro de un mes digamos a los medios que lo entrevisten y que sepan que una organización están regalando ropa, la tuya.
—Me gusta la idea, queda muy bien. Ya te digo, desde luego le dais al coco. Pues ahora nosotros ya estamos haciendo que la ley intente obligar a estudiar a los niños hasta los 18 años, lo estamos aderezando con la crisis diciendo que a más estudios menos paro. —con una risotada desahogada que el traductor no acierta a traducir de ninguna forma más que como risa metálica—. Ya mismo estarán pillados hasta muy tarde, así habrá menos paro, supuestamente, y además los tendremos más controlados porque sabremos dónde están, nos va a venir muy bien con la cantidad de niñatos locos y violentos que hay ahora para tenerlos encerrados. Aunque dentro de unos años, cuando veamos como nos sale tendremos que modificar esto.
—Nosotros seguimos así desde hace varios años sin dar con la clave. Aunque como tuvimos que hacer lo mismo, no nos quedó más remedio que por lo menos dividir en centros buenos y malos para meter allí a nuestros buenos chicos sin miedo a juntarlos con basura. Igual que las universidades.
—Ya, nosotros también estamos en ello, espero que haya una buena universidad, por lo menos en Vigo.
—¿Nosotros mandamos verdad? Por cierto, el próximo día hablamos de qué empresas van a reconstruir Haití, un buen pastel va a haber ahí para todos, planeamos cómo quedarnos con las ayudas que los Gobiernos y los países van a mandar allí. De momento, las ayudas están generando una buena cantidad de intereses que ya nos estamos agenciando.