Este libro está dedicado a aquellos que, de un modo u otro, me han ayudado y animado a lo largo de estos años. Para ser más precisos, estas personas me han facilitado los medios, el motivo y la oportunidad para llevar a cabo este libro y toda la trilogía.

Estas personas son:

En los medios: Michael C. Pearo, Thomas Spinner, James Pacy, Susan Jackson, Marshall True y Michael Stanton.

En el motivo: Hugh B. Cave, Liz Danforth, Gladys Maclntyre, John Ruhlman y Thomas Helmer.

En la oportunidad: L. Ross Babcock III, Jordan Weisman, Donna Ippolito y Rick Loomis.

Todos ellos han de ser considerados como coinspiradores de esta labor, aunque libres de toda culpa, y les estoy muy agradecido por su ayuda.

El autor desea dar las gracias a Liz Danforth por sus perspicaces comentarios sobre el borrador, y a Ross Babcock y Donna Ippolito por hacer legible mi narración. El restaurante que aparece en el capítulo 44 existe en la realidad —aunque en Phoenix, Estados Unidos, y no en Sian—, y los platos mencionados componen las dos terceras partes de una comida perfecta. (La comida perfecta incluye sopa picante y amarga, cerdo moo shu con salsa de ciruelas y pollo especial de la casa). Una noche en dicho restaurante puede conseguir incluso que un escritor esté menos nervioso por haber rebasado la fecha prevista de entrega de su libro…