Año 1996
MENSAJE DEL 25 DE ENERO DE 1996
“Queridos hijos, hoy os invito a decidiros por la paz. Orad a Dios para que os dé la verdadera paz.
Vivid la paz en vuestros corazones y comprenderéis, queridos hijos, que la paz es un don de Dios.
Queridos hijos, sin amor no podéis vivir la paz. El fruto de la paz es el amor y el fruto del amor es el perdón. Estoy junto a vosotros y os invito a todos, hijos míos, a perdonar, en primer lugar, en vuestras familias; seréis entonces capaces de perdonar a los demás. Gracias por haber respondido a mi llamada.”