AÑO 1992
MENSAJE DEL 25 DE ENERO DE 1992
“Queridos hijos, hoy os invito a renovar la oración en vuestras familias, para que cada una de ellas se transforme en alegría para mi hijo Jesús. Así podréis comprender y aceptarlo todo, hasta las enfermedades y las cruces más pesadas.
Estoy con vosotros y deseo tomaros en mi corazón y protegeros. Pero no os habéis decidido aún. Por eso, queridos hijos, yo busco vuestra oración, a fin de que por medio de ella me permitáis ayudaros. Orad, mis queridos hijos, para que la oración se convierta en vuestro alimento diario. Gracias por haber respondido a mi llamada.”