28 ¿Y los secretos?

DE las múltiples especulaciones sobre el porvenir que tanto intrigan a nuestro mundo, una sola cosa es cien por cien segura: ¡todos estaremos muy sorprendidos por lo que el Señor nos prepara!

En Medjugorje, Ivanka es la vidente que probablemente mejor conozca el porvenir, ya que María le ha hecho escribir cuadernos enteros sobre el futuro del mundo ( Ivanka me dijo que publicará ese texto algún día). Vicka también está bien informada, pues la Gospa le confió algunos hechos en 1985, después de haberle relatado su propia vida, en palabras y en imágenes. Mirjana conoce la fecha exacta de la realización de cada secreto, de acuerdo con sus declaraciones al padre Tomislav Vlasic en 1983 (Mirjana afirma que la elección del 18 de marzo para la aparición anual no está relacionada con el hecho de que ese día sea su cumpleaños. “Después de la revelación de los secretos, me dijo ella, veremos por qué esa fecha es importante para la Gospa. Asimismo, la elección del día 2 de cada mes no es arbitraria; comprenderemos el significado de la misma más adelante”).

Me he preguntado con frecuencia por qué la Virgen, de costumbre tan clara y tan directa en sus intervenciones, siente la necesidad de hacerle saber al mundo que deposita ciertos secretos en los corazones de unos niños. Ella es lo suficientemente hábil para prever algunas reacciones teñidas de curiosidad, agitación, quizás angustia. ¿No puede confiar estos secretos a los videntes sin que nosotros nos enteremos? Muchos pastores de la Iglesia experimentan un malestar ante los secretos y tratan de eludir ese tema. “Si yo fuera la Gospa, yo no...”; sí, a veces la Gospa perturba nuestras pastorales.

La Gospa comunica secretos porque es madre, y divinamente madre. Los secretos son un acto de puro amor maternal de su parte. Nos cuesta escuchar algunos de los mensajes que Ella nos ha preparado. Sabe que con la palabra “secreto” vamos a prestar atención, estar al acecho del tiempo de la revelación de los mismos, y dar gran importancia al contenido de esta palabra. Cuando un niño se aburre, no escucha y se niega al diálogo, basta con prometerle un secreto para que súbitamente se le iluminen los ojos. Su interés, estimulado de repente, permite el inicio del diálogo, y ya se le puede decir aquella cosa importante que él debe saber. Que esta sea agradable o incisiva...

Si los mensajes son importantes, los secretos revisten una importancia de otra índole, de orden escatológico. Su realización puede estremecer al mundo como nunca antes. Los mensajes son una escuela, pero los secretos se refieren directamente al plan de Dios para la humanidad. Cuando el padre Tomislav Vlasic preguntó a los videntes por qué la Gospa había dicho: “Vengo a llamar al mundo a la conversión, por última vez”, y también: “Estas son mis últimas apariciones sobre la Tierra”, ellos le dijeron que no podían decirle por qué, ya que así revelarían parte de los secretos.

Al confiar ciertos secretos, María no solo es divinamente madre; es además divinamente reina. Su mirada penetra los designios de Dios. Ella ve mucho más allá de nuestros panoramas y sabe por experiencia, desde su vida terrenal, que confiar secretos a sus íntimos no es nada nuevo para Dios en la historia de la salvación. Todos los enamorados intercambian secretos, ¡y Dios está tan enamorado del hombre! ¡La intimidad de amor con Él solo puede atraer sus secretos! En Medjugorje, como en Fátima, Él ha elegido un punto de impacto privilegiado para tocar nuestra Tierra con su intimidad de amor, y este punto de impacto pasa por

los seis videntes, para extenderse a la parroquia y al mundo entero. En el Cuerpo Místico de Cristo, si la mano toca algo, todos los miembros participan de ese contacto.

Cuando llegué a Medjugorje, no me explicaba por qué la idea de los secretos me producía tal alegría, un gozo sobrenatural. A medida que mi gozo aumenta, voy comprendiendo un poquito más su porqué. ¡Los secretos nos dan seguridad! Demuestran que Dios tiene todo bajo control y que no somos huérfanos librados a las fatalidades absurdas de los estadistas. ¡Quien dirige el mundo es un Corazón! ¡Mi suerte está en las manos de un Rey de Amor!

¿Algunos secretos contienen castigos —como al parecer es el caso de los tres últimos dados a Mirjana—? Entonces nuevamente doy gracias, porque si yo soy madre y veo que la vida de mi hijo está amenazada por la gangrena, le corto la pierna para salvarle la vida. ¿Crueldad mental? ¡No! ¡Amor maternal en acción! La gangrena, la peste, el sida, la desesperación han contaminado mi humanidad pecadora; entonces le doy gracias a mi Dios por hacer uso de su divina misericordia para detener el mal, antes de que mi pecado me suma en la muerte eterna. Y solo puedo bendecir a Jesús en la cruz por su inconmensurable amor. El, de quien Isaías (v. 53, 5) dijo: “Soportó el castigo que nos trae la paz”. Nuestra paz, ¡este es el deseo de Dios!

La idea de un Dios castigador es una artimaña satánica. Yo solamente conozco a Jesús, y Jesús crucificado, que se hizo carne para librarme del pecado y de la muerte. Dios es solo Salvador, y el castigo (etimológicamente corrección de un padre) es otra de sus invenciones para ofrecer una última tabla de salvación al hijo que ha preferido el pecado a la Luz. Somos tan hábiles en hacer fracasar la misericordia divina que, a veces, para devolvernos la paz, solo le queda a Dios la solución del castigo. Entre el Infierno y el castigo... ¡el castigo es preferible!

Y hablando de castigo, abramos los ojos: ¿no estamos ya bien inmersos en él? ¿En qué época de la historia hemos visto a jóvenes y niños suicidarse por millares (en ciertas escuelas de Quebec, los padres tiemblan porque, en muchas clases, niños de ocho, diez, doce años se suicidan en el curso del año), en una agonía del alma y del corazón? Solo cito esta plaga a modo de ejemplo. ¿Ya hemos alcanzado los sesenta millones de mártires por año? (los abortos, durante los cuales los niños viven una tortura atroz, tanto en el alma como en el cuerpo. Cada año se reproduce diez veces el holocausto de los judíos en manos de los nazis).

Esto me recuerda una frase de Marthe Robin a un sacerdote amigo de nuestra comunidad: “La profecía del Apocalipsis concerniente a la muerte de las dos terceras partes de la humanidad no se refiere a la guerra atómica u otra catástrofe, sino a una muerte espiritual”. La oración y el ayuno pueden atenuar, y hasta impedir los castigos; es el caso del séptimo secreto de Medjugorje (en primer lugar, los primeros secretos serán revelados y demostrarán que las apariciones son verdaderas, me dice Jakov a propósito del tercer secreto que concierne al signo. Y precisa: “Es muy hermoso, yo lo vi”).

El mejor ejemplo de lo anterior es, para mí, lo que sucedió en 1947, cuando Francia se encontraba al borde del precipicio. Los comunistas estaban a Punto tomar el poder. Huelgas muy pesadas paralizaban el país.

La catástrofe era inminente. Una mañana, en Châteauneuf-de-Galaure, el Padre Finet abre el diario y su ánimo decae vertiginosamente. Era el 8 de diciembre. Él se dirige como de costumbre a la Ferme para conversar y orar con Marthe Robin, y le cuenta en detalles el estado alarmante en que se encuentra Francia, concluyendo:

Marthe, ¡Francia está perdida!

¡No, padre! —le contesta Marthe alegremente—. ¡Francia no está perdida! Porque la Santísima Virgen se aparecerá a unos pequeños niños, y Francia se salvará.

Eran las diez de la mañana. El padre Finet sale de la casa de Marthe e, intrigado, continúa su trabajo.

A las 13 horas, ese mismo día, la Virgen se aparecía a cuatro niñas en la iglesia de L’Ile Bouchard, en la región de Touraine. “En estos días, Francia está en grave peligro, ¡orad!”, les dice ella. Los días siguientes, Nuestra Señora de la Oración les enseña cómo rezar el rosario, orar por los pecadores y hacer la señal de la cruz.

Diez días más tarde, las huelgas habían cesado, la amenaza comunista quedaba apartada; el país podía pensar en su reconstrucción. Para lograrlo, la Virgen había elegido a cuatro niñitas... y a una gran santa que, noche y día, se ofrecía como víctima a Dios para desviar de su país ese fruto del pecado que es la muerte (el padre Finet nos confió que Marthe había impedido varias veces que los comunistas tomaran el poder en Francia, especialmente en mayo de 1968, cuando ella veía lo que se estaba tramando en Moscú).

¿El gran secreto de la Gospa en Medjugorje? Permítame decírselo bajito al oído: “¡La oración es el único medio para salvar a la especie humana!” (30 de julio de 1987).

MENSAJE DEL 25 DE ABRIL DE 1992

“Queridos hijos, hoy nuevamente os invito a la oración. Solo mediante la oración y el ayuno se podrá detener la guerra. Por eso, hijos míos, orad y dad testimonio con vuestras vidas de que sois míos y me pertenecéis. Porque Satanás, en estos días turbulentos, quiere seducir a la mayor cantidad de almas posibles. Por eso os invito ' a decidiros por Dios. El os protegerá y os mostrará lo que debéis hacer y qué camino tomar. Invito a todos aquellos que me han dicho 'sí' a renovar su consagración a mi hijo Jesús y a su corazón,

así como a mí misma, de tal forma que podamos valernos de vosotros más intensamente

como instrumentos de paz en este mundo sin paz.

Medjugorje es un signo para todos vosotros, y una invitación a orar y a vivir los días de gracia que Dios os está dando. Por lo tanto, queridos hijos, aceptad este llamamiento a la oración con seriedad. Estoy con vosotros y vuestro sufrimiento es el mío.

Gracias por haber respondido a mi llamada.”

Medjugorje, el triunfo del corazón
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