Agradecimientos

Nuevamente aquí, después de mis viajes por Vestigia. Debo decir que El Pacto de las Cinco Montañas ha sido el libro más complicado de escribir al que me he enfrentado hasta la fecha. Perseguir a Remo y los demás se volvía cada vez más complicado en mitad de la infinidad de nudos narrativos posibles, con tramas y subtramas complejas que abordar: La escritura de este tercer libro de la saga ha sido un reto endiablado. Mi elección desde que inicié esta serie ele libros era que existiera una curva de inmersión. Sí, que paso a paso el lector terminase sumergido en una realidad fecunda y rica en detalles. A estas alturas, quien no haya leído los dos primeros volúmenes, probablemente se pierda en el tercer libro. En el cuarto y el quinto la cosa volverá a complicarse y espero que los lectores agradezcan el esfuerzo creativo que hace el autor para su deleite. Como el equilibrista entrena y entrena su número para agradar al público el día del estreno en el circo…

Agradezco a Editorial Everest, a cada uno de los que la integran, el promover mi obra y hacer posible en estos tiempos revueltos una saga como esta, tener la capacidad de plantearse nuevos retos, y enriquecer con ideas frescas la edición de los libros. En especial al equipo compuesto por mis editoras, Raquel y Ana María, a Fernando y Alicia de marketing, y a Nuria y Vicky de comunicación, a Fernando Burgueño de derechos, a Cristina del departamento de Literatura Infantil y Juvenil… A todo el equipo comercial, sí, los delegados y vendedores que en cada puerta dejan con ilusión mis libros con la esperanza de que sean vendidos. A los libreros que los colocan sabiamente, con mimo.

Quiero agradecer el apoyo también de muchos lectores que comparten conmigo este sueño, porque promueven de forma activa esta obra. Gente como Eder, Lidia, Jorge, Ramón, el grupo de lectores de la librería Escarabajal, a muchos bibliotecarios, libreros y profesores, a incondicionales compañeros de pluma como Manuel Nonídez, gentes de sociedades tan interesantes como Anika y el Tiramisú entre Libros… En definitiva, a todo un grupo ele personas que me apoyan y que difunden la literatura por el mero placer de compartir su amor por los libros… gracias a ellos La Horda del Diablo cada día se conoce más y llega amas lectores.

Mención especial para mis compañeros de viaje. Mi familia, mis padres, Mercedes y José, mis hermanos, Pepe y Pablo…: vosotros sois lo que soy yo, entre todos me habéis hecho. Mi mujer; Zineb, gracias por su paciencia y su apoyo, su mirada crítica cuando llueven alabanzas.

Me despido y preparo mis enseres… regreso a Vestigia.

Antonio Martín Morales