Dos días después volvió a abordar esta cuestión en otra carta remitida a Ferney:
Hay tantos objetos que merecen examen, que cabe reunir aquí ideas suficientes para diez años. Este lugar es un imperio de suyo, y basta para comprender cuán colosal es la empresa que concierne a nuestras leyes, y cuán escasamente se compadecen estas con la situación del imperio en general.