Namna: retazos de tejidos que se colocan a la entrada de sus
cabanas y que narran historias familiares.
Nar: título de gran respeto.
Urgralgra: el nombre que los úrgalos se dan a sí mismos
(literalmente, «los que no tienen cuernos»).
Brisingr ha sido un libro divertido,
intenso y, a veces, difícil de escribir. Cuando empecé, me parecía
que la historia era como un enorme rompecabezas tridimensional que
tenía que resolver sin pistas ni instrucciones. La aventura ha sido
inmensamente satisfactoria a pesar de los desafíos que ha ido
presentando de vez en cuando.
A causa de su complejidad, Brisingr
acabó siendo mucho más largo de lo esperado; tan largo, de hecho,
que tuve que alargar la serie de tres a cuatro libros. Así, la
trilogía de El Legado se convirtió en el ciclo de El Legado. Estoy
satisfecho con el cambio. El hecho de tener previsto otro volumen
en la serie me ha permitido explorar y desarrollar los personajes y
sus relaciones a un ritmo más natural.
Igual que sucedió con Eragon y con
Eldest, nunca hubiera podido terminar el
libro sin el apoyo de un ejército entero de personas con talento, a
quienes estoy inmensamente agradecido. Les doy las
gracias.
En casa: a mamá, por la comida, el té, los consejos, la
comprensión y la paciencia sin límite, además del optimismo; a
papá, por su punto de vista único, sus observaciones agudas sobre
la historia y el estilo, por haberme ayudado a poner título al
libro y por ofrecerme la idea de que la espada de Eragon se
prendiera en llamas cada vez que él pronuncia su nombre (muy guay);
y a mi única e inimitable hermana, Angela, por permitirme de nuevo
retomar su personaje y por la gran cantidad de información que me
ha ofrecido sobre nombres, plantas y todas las cosas
naturales.
En Writers House: a Simón Lipskar, mi agente, por su amistad,
su duro trabajo y por haberme dado la patada en el culo que tanto
necesitaba (y sin la cual hubiera tardado dos años más en terminar
el libro); a su ayudante, Josh Getzler, por todo lo que hace por
Simón y por el ciclo de El Legado.
En Knopf: a mi editora, Michelle Frey, que hizo un
impresionante trabajo para ayudarme a limpiar y a cohesionar el
manuscrito (la primera versión era «mucho» más larga); a la editora
asociada Michele Burke, quien trabajó en la edición del manuscrito
y que me ayudó a unificar la sinopsis de Eragon y de Eldest; a la
directora de Comunicación y de Marketing,
Judith Haut, que desde el principio hizo correr la voz del
manuscrito por todas partes; a la directora de Publicidad Chirstine
Labov; a la directora artística Isabel WarrenLynch y a su equipo,
por haber creado un libro tan elegante; a John Jude Palencar por la
majestuosa ilustración de la portada (¡no sé cómo se podrá superar
en el cuarto libro!); a la editora ejecutiva Artie Bennett por
haber comprobado cada palabra, real o inventada, de Brisingr con tanta escrupulosidad; a Chip Gibson,
jefe de la División Infantil de Random House; a la directora
editorial de Knopf, Nancy Hinkel por su constante apoyo; a Joan
DeMayo, directora de Ventas y a su equipo (¡muchas gracias!); al
director de Marketing John Adamo, cuyo
equipo diseñó unos materiales increíbles; a Linda Leonard, de
Nuevos Medios, por todos los esfuerzos en el marketing on Une; a Linda Palladino, Milton Wackerow
y Carol Naughton, de Producción; a Pam White, Jocelyn Lange y al
resto del equipo de Derechos, que han realizado un trabajo
extraordinario vendiendo el ciclo de El Legado a países y lenguas
de todo el mundo; a Janet Renard, Redacción; y a todas las personas
de Knopf que me han apoyado.
En Listening Library: a Gerard Doy le, que con su voz trae a
la vida el mundo de Alagaësia; a Taro Meyer por pronunciar mis
idiomas con exactitud; a Orli Moscowitz, por unir todos los cabos;
y a Amanda D'Acierno, editora de Listening
Library.
Gracias a todos.
The Craft of the Japanese Sword, de
León e Hiroko Kapp y de Yoshindo Yoshihara, me ofreció mucha de la
información que necesitaba para describir con detalle el proceso de
fundición y de forja del capítulo «Mente y metal». Recomiendo el
libro a todo aquel que esté interesado en aprender más acerca de la
fabricación de espadas (en especial, japonesas). ¿Sabíais que los
herreros japoneses empezaban el proceso de forja de una espada
golpeando una barra de hierro hasta que la dejaban al rojo vivo y
que luego la pasaban por una pieza de cedro bañada en
sulfuro?
Para quienes han entendido la referencia a un «dios
solitario» cuando Eragon y Arya están sentados ante el fuego del
campamento, mi única excusa es que el doctor puede viajar a todas
partes, incluso a realidades alternativas.
¡ Eh, yo también soy un fan!
Finalmente, y lo más importante, gracias a vosotros. Gracias
por haber leído Brisingr y gracias por
haber seguido el ciclo de El Legado durante estos años. Sin vuestro
apoyo, nunca hubiera podido escribir esta serie, y no me imagino
qué otra cosa podría estar haciendo.
De nuevo, las aventuras de Eragon y de Saphira han terminado,
y de nuevo han llegado al final de un sinuoso camino…, pero sólo
por el momento. Todavía nos quedan por recorrer muchos kilómetros.
El cuarto libro se publicará tan pronto como lo haya terminado, y
os prometo que será el episodio más emocionante de toda la
serie.
¡Sé onr sverdar sitja hvass!
Christopher Paolini
20 de septiembre del
2008
This file was created with BookDesigner
program
bookdesigner@the-ebook.org
25/04/2009
LRS to LRF parser v.0.9;
Mikhail Sharonov, 2006; msh-tools.com/ebook/