Testigo universal
Ricardo Gabriel Zanelli
Argentina
Según él, mi amigo Godofredo es un creador. No propiamente un artista, aunque tal vez sí.
—Yo creo mundos —me dice, pero nunca he comprendido el significado exacto de la frase.
Nos vemos poco, pero cuando me llama generalmente es por algo importante. Afirma siempre que debo oficiar de testigo. Testigo de sus creaciones, como él dice.
—Alguien tiene que dar fe de mi obra —se justifica.
Cuando me llama, vamos a unos acantilados cercanos. Allí, al borde del precipicio, él extrae de unas alforjas una suerte de goma de mascar y comienza a rumiar con ella.
—Esta es la mejor materia prima —me suele decir, con orgullo.
—Empecemos —dice, y comienza a hacer globos con la goma de mascar. La mayoría explota, otros no se expanden, pero dos o tres sí lo hacen.
—¡Bang! —exclama mi amigo, extrañamente no cuando uno colapsa, sino cuando sobrevive.
—¡Bang! —ya van dos seguidos.
—Esta materia prima es mágica —comenta—. Si no desaparecen, mis mundos se expanden per secula seculorum. —Y están llenos de vida ¿eh? —agrega, henchido de satisfacción
Al atardecer, cuando volvemos por el sinuoso camino viejo, Godofredo se siente feliz si pudo crear cuatro o cinco mundos. «Mis criaturas», como se ufana él.
Honestamente, mi trabajo de testigo me aburre un poco, pero el paseo es siempre agradable.
Ricardo Gabriel Zanelli nació en la Argentina en 1962. Es autor de LA RULETA RUSA DEL TIEMPO (Cuentos), 2004, Editorial Argenta (ISBN 950-887-267-5). Ha publicado varios cuentos y ensayos breves en diarios (La Voz del Interior), y revistas (Revista Cuásar) de Argentina.