Dicen que el amor mueve montañas, pero yo creo que no solo las mueve, sino que es capaz de quebrarlas como un rayo atravesando un árbol. No hay energía más poderosa en el universo que el amor. El amor verdadero transgrede el tiempo y la razón, une almas y salta barreras. El amor cura, inspira coraje e ilumina la más tenebrosa oscuridad. Y por eso tengo la firme creencia de que prevalece a través de los siglos.

También dicen que nadie ha regresado de la muerte para contarnos qué hay más allá; no obstante, lo han hecho. Solo que nos negamos a ver, a escuchar y a creer.

En un mundo cada vez más superfluo, más descreído, más tecnológico, enmudecen los sentidos y se ciegan nuestras ancestrales percepciones.

Dedico esta historia a aquellos que desean despertar, a esas almas imperecederas que siguen buscando su mitad.

Y, por supuesto, a todos aquellos que, una vez más, han decidido embarcarse nuevamente en mis mundos, dedicando su tiempo y depositando su confianza en mí. Espero que esta nueva aventura os transporte lejos, os haga sentir y vibrar, y os evada de vuestra realidad, para conocer la mía.

Yo soy mis mundos y mis mundos son vuestros…

 

LOLA P. NIEVA