¿Qué sucedió después?
En Gran Bretaña, todo el mundo quería a Maggie. La victoria impulsó a la Dama de Hierro hasta nuevas cuotas de poder y popularidad. Las tropas británicas desfilaron por las calles de Londres victoriosas por primera vez desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Los militares en Gran Bretaña recibieron un afecto por parte del pueblo que no se había visto en décadas. La victoria proporcionó un muy necesitado impulso de optimismo a todo el país y Thatcher consiguió ganar una gran mayoría en el Parlamento para el Partido Conservador y ostentó el cargo de primera ministra durante casi una década.
La derrota representó un duro golpe para los argentinos. Pocas noticias de la inminente derrota habían llegado hasta el público y la rendición significó un gran golpe para la psicología inflamada del país. Las mismas multitudes que habían vitoreado a Galtieri se volvieron entonces contra él.
El fracaso militar resultó ser la perdición de la Junta Militar y de Galtieri. Los argentinos sufrieron 700 bajas y 1.300 heridos en su intento de luchar en primera división. El desperdicio absurdo de vidas y la ignominiosa rendición señaló el fracaso total de la Junta de una forma que la guerra sucia no había conseguido y dio fuerzas a los intimidados ciudadanos argentinos para finalmente enfrentarse a la Junta Militar.
Las huelgas y las manifestaciones hicieron caer a Galtieri como presidente el 17 de junio, cuando sus compañeros generales no le reeligieron. Ello condujo al final de la Junta Militar y el retorno a la democracia. Se celebraron elecciones en 1983. Finalmente Galtieri fue juzgado por su papel en los crímenes de la Junta Militar y enviado a prisión en 1986. Murió en 2003.
En cuanto a los habitantes de las Malvinas, sus rocosas islas finalmente se convirtieron en una atracción turística para los ciudadanos británicos que estaban dispuestos a viajar a los confines de la Tierra para degustar un poco de efímera gloria. En 1983, a los habitantes de las Malvinas se les otorgó la ciudadanía británica completa y desde entonces no se han vuelto a producir discusiones serias entre Argentina y Gran Bretaña sobre la soberanía de las islas. Una gran guarnición protege las islas de cualquier otro brote de chovinismo argentino.