¿Qué sucedió después?
En 1986, William Casey sufrió un derrame cerebral y murió. Robert Gates afirmó que las últimas palabras de Casey fueron arj… arj… arj… Dos años después, Zia, aún firmemente al mando de Pakistán y ya uno de los aliados más importantes de Estados Unidos, murió al estrellarse su avión privado, junto con el jefe de la Inteligencia pakistaní y el embajador norteamericano en Pakistán. Aunque primero se sospechó que era un atentado, más tarde se demostró que había sido un accidente.
El León sobrevivió a la guerra y se convirtió en una importante figura de la posguerra en Afganistán. Massoud siguió siendo uno de los líderes más poderosos y cuando los talibanes empezaron su avance sobre el país en 1994 se retiró al norte, donde se convirtió en el comandante militar de la Alianza Norte y el único combatiente efectivo contra los talibanes y sus aliados de al Qaeda. Más adelante, durante un fin de semana de principios de septiembre de 2001, recibió a unos periodistas que resultaron ser asesinos enviados por Osama bin Laden. Su bomba destrozó a Massoud. Sin embargo, sobrevivió lo suficiente para morir en un helicóptero que lo trasladaba a un hospital en el cercano Tayikistán. Dos días después, los subalternos de Bin Laden dirigieron su ira contra el World Trade Center y el Pentágono.