Barón Michael Von Godin
El barón Von Godin era uno de los mandos medios sensatos, morales y anónimos en el mar del radicalismo alemán, y puso su vida en peligro para intentar detener a Hitler y los fascistas. Era el teniente al mando de la compañía de la policía estatal de Baviera que se enfrentó a Hitler y Ludendorff en la Odeonplatz y dio la orden de disparar contra ellos poniendo así punto final al golpe de Estado. Por este acto, los nazis le persiguieron hasta que se retiró en 1926 y lo obligaron a abandonar el país. Cuando regresó en mayo de 1933, lo capturaron y lo torturaron durante ocho meses hasta que finalmente le permitieron abandonar el país de nuevo, debido a algún contratiempo en la maquinaria del horror nazi. Después de la Segunda Guerra Mundial, se convirtió en el jefe de la policía bávara.