Las hermanas de Solano López
Poca gente sufrió la total y desquiciada locura de Solano López y Madame Lynch tan ferozmente como sus hermanas, doña Rafaela y doña Juana. Cómodamente instaladas en su función de desagradables líderes de la «Jet set» de Asunción, de pronto fueron apartadas con la llegada de Madame Lynch, inmediatamente se aliaron con la madre de López para incomodar y aislar a Lynch del resto de la sociedad. A raíz de los problemas que causaron, fueron convertidas en las cabezas de turco personales de Lynch cuando se convirtió en primera dama. Primero López hizo que adulasen a su mujer. Después, cuando estalló la guerra, mató a sus maridos, las encarcelo y las torturó mientras las arrastraba en su caravana de locura. Antes de que López pudiese acabar con ellas, los brasileños terminaron con el reinado de locura de su hermano mayor. Ellas rieron las últimas cuando vieron a su hermano mayor convertido en un sangriento cadáver y a su amante expulsada de su devastado país.