Agradecimientos
A mis supervisores científicos de siempre, Celina Costas y Gustavo Bodelón, por haberme ayudado a realizar el sueño de la fusión entre una historia emocionante y los últimos descubrimientos de la ciencia; a mis editores incansables Ramon Perelló, Emili Rosales, Jesús Badenes y su equipo, particularmente a Ana Camallonga, y a Rosa Maria Prats, por su entusiasta colaboración; a la escritora y comunicadora Elsa Punset por haberse asombrado conmigo de la irrupción de la ciencia en la cultura popular; a los profesionales del Grupo Punset Producciones —la directora Miriam Peláez, el realizador Ramón Balaguer, el biólogo Octavi Planells y la psicóloga Magdalena Vargas—, que dedicaron todo su tiempo e inteligencia a este proyecto. No me olvido de los consejos de la escritora y promotora del ecologismo Carolina Punset ni de mi ayudante y tenaz colaboradora Esther Juncosa ni de tantos otros como Gero Miesenböck, director del Center for Neural Circuits and Behaviour de la Universidad de Oxford, y Ajay Royyuru, biólogo computacional de IBM. Ni de La 2 de TVE, que se implicó conmigo en hacer posible la divulgación científica por televisión.