Euromillones
Emitido el 23 de noviembre de 2005
Hoy hemos sabido que van a retirar una leche infantil porque tenía tinta. Vamos, que últimamente hay tanta «mala leche» en este país que alguien ha decidido envasarla.
La empresa responsable habrá dicho: «Hombre, si hay sopa de letras, ¿por qué no va a haber leche con tinta?». Claro que sí. Después del L. casei immunitass y el bífidus activo había que inventar algo: la «leche con Inoxcrom». Me imagino la campaña publicitaria: (tono Bic). «Leche desnatada escribe fino, leche entera escribe normal. ¡Tint, tint, tint-tint-tinta!».
Además, es muy útil para los niños: con la leche desayunan y con la tinta hacen los deberes. Y ya los tienes en la mesa y no se te distraen por la casa. Si está todo pensado… Lo malo es que los padres no van a ganar para sustos: «Cariño, el niño se ha congelado. ¡Tiene los labios azules!». «No, hombre, no. Que le acabo de dar el biberón». Y a la hora de comprobar si quema, habrá que echarle el aliento en la tetina, para que salga la leche.
Pero no todo son noticias con «mala leche». Hoy se ha hecho entrega del mayor premio del sorteo del Euromillones en España: 45 millones de euros. Vamos, el reintegro… Ha tocado en la localidad gallega de Zas. Es un pueblo muy pequeñito. Haces zas y apareces a su lado. Vas en coche y te lo pasas en seguida, ¡zas!
Seguro que al minuto ya había veinte banqueros en la puerta del ganador. Qué rápidos son los bancos para lo que quieren, ¿eh? Con lo que cuesta que te canjeen los puntos de la tarjeta para la sandwichera…
Lo curioso es que el ganador de los 45 millones no ha dado a conocer su identidad. ¡Con lo difícil que debe de ser esconder 45 millones! Si no eres el Dioni, claro… Además, tener dinero es como llevar peluquín: se nota. Pronto se verá por el pueblo a alguien con la boina de visón y el tractor tuneado, y hasta con GPS: «Para ir a las patatas, gire a la derecha».
Y en el bar, esas partidas de mus: «Veinte millones a grandes». Y los otros sospechando: «Cono, Genaro, ¿no serás tú el de los cuarenta y cinco millones?». Y él: «Qué voy a ser yo, qué voy a ser yo… ¡Camarero! Ese caviar, ¿llega o qué?».
A muchos nuevos ricos les da por hacerse arreglos en el cuerpo. Bueno, el señor este de Zas, con 45 millones de euros, seguro que le pone tetas hasta a las ovejas: «No dan leche, pero… ¿y lo guapas que están?».
Todos hemos soñado alguna vez con que nos toque la lotería. Básicamente, para mandar a la mierda al jefe. No es mi caso, ya que me tendría que mandar a mí mismo, o sí… Pero ¿y si al que le toca es agricultor? ¿Qué haría? A lo mejor se pone a insultar a la naturaleza: (mirando hacia arriba). «¡Mira lo que te digo: que si no llueve, me da igual! ¿Me oyes, Dios?».