Las cámaras digitales

Emitido el 24 de mayo de 2005

¿Vieron ayer el geiser en medio de la ciudad de Barcelona? En Madrid queman edificios y en Barcelona tiramos el agua. Llegaba hasta el cuarto piso. Unos vecinos asustados comentaban: «Manolo, ¿has visto el geiser?». Y el marido: «Geise no sé lo que es, pero en la calle hay un chorro de agua que te cagas». Con la sequía que hay, la gente aprovechaba y bajaba a la calle con garrafas. Otros con el champú para ducharse. Uno hasta metió el coche: «Y el encerado, ¿en qué calle lo dan?».

Y todo el mundo haciéndole fotos al geiser. Hasta Pasqual Maragall y Carod-Rovira. Como les quedaba una foto para acabar el carrete… Pasqual: «Josep-Lluís, haz como que divides las aguas, como Noé». Y el otro: «Que no, que fue Moisés. Noé fue el de las parejas». «Tú y yo sí que formamos una buena pareja». Y los obispos: «No me toques la Biblia…». Ya sólo falta que se pongan un burka y habrán conseguido cabrear a todo el mundo. Es que los políticos, cuando viajan, no se pueden estar quietos. No sé, se les pone en movimiento alguna neurona y, venga, a mear fuera de tiesto. ¿No saben que el mundo está globalizado? «Ponte aquí, que estamos lejos de casa». Y al día siguiente sale la foto en todos los periódicos.

Aunque lo que más me sorprende es que Maragall aún haga fotos con una cámara antigua. No sé si se fijaron, pero llevaba una de ésas de usar y tirar. Si ahora por tres paquetes de magdalenas te regalan una cámara digital. Además, hoy en día, no tener una cámara digital está muy mal visto. Ya no se chulea con el cubicaje del coche, ahora la pregunta es: «¿Cuántos megapíxels tienes?». Tú vas a un restaurante de lujo: «¿Tiene mesa reservada?». «No, pero tengo cinco megapíxels». Y te dan la mejor mesa. Y eso que no sabemos qué son los megapíxels. Como diría Punset: «Los megapíxels son unos puntitos pequeñitos de colorines. Todo ceros y unos». Pasa como en la Fórmula 1, que ahora todo el mundo es un experto: «Mira que ponerle neumáticos mixtos, hay que ser inútil…». Por cierto, ¿qué es un neumático mixto? ¿Un neumático de jamón y queso?

Al principio, las cámaras digitales eran un poco lentas. Se apretaba el botón y cuando por fin te hacían la foto ya tenías que volverte a afeitar. Actualmente, son cada vez más rápidas. Un amigo mío, Ramón, me dijo: «Me he comprado la cámara más rápida del mercado». Le digo: «¿Cómo lo sabes?». Y me dice: «Porque le hice una foto a mi mujer y salió con la boca cerrada». Y como son tan pequeñitas son muy prácticas. En una boda, cuando el fotógrafo pasaba con el álbum, vi cómo uno sacaba disimuladamente la camarita para hacer fotos de las fotos: «Así no pago un duro». Al final, el tío montó un puestecito donde vendía a mitad de precio las fotos y los puros que habían regalado los novios.

También dicen que ahorras, porque como no hay revelado. El problema es que llegas a la tienda con 200 000 fotos y te crujen con el papel. Yo, cuando voy a revelar, me traigo el papel de casa. Tres rollos de doble capa, que es de mejor calidad. Y me las imprimen por una cara. Además, es muy práctico. Así puedo revisar las fotos mientras estoy en el baño, allí sentado. Y si en alguna foto sale alguien que me cae mal, pues aprovecho el papel…

Lo que agobia mucho es cuando un desconocido te pide que le hagas una foto con una cámara digital. Porque antes no se descubría el pastel hasta que no la revelaban. Pero, claro, ahora en seguida te pillan. Una vez me dijeron: «Tú debes de ser cirujano, ¿no?». «No, ¿por qué?». Y el turista: «No, como nos has cortado la cabeza y las piernas…». Otra cosa que siempre me ha llamado la atención es la gente que lleva gafas y cuando le van a hacer una foto se las quita: «Espera, espera… (se quita las gafas). No, es para estar más atractivo.». Y salen así (se pone bizco).

Sin duda, la foto más buscada del momento está dentro de la cámara de Maragall. Se titula: «Carod y la Coronita, ¡uh!». Aunque igual se ha velado, porque seguro que el carrete tenía más sensibilidad que ellos.