El sobrepeso

Emitido el 16 de marzo de 2005

Los americanos cada vez se van quedando más solos en Iraq. Silvio Berlusconi, un presidente que se ha estirado la piel (y la de la cara también…), ha anunciado que retirará parte de sus tropas de Iraq. Los soldados italianos deben de estar todos levantando la mano para irse: (tono Mama Chicho). «Mama, Silvio me toca, me toca pirarme a mí». Bush, muy flemático él, ya saben, con sus chistes y sus cosas, dice: «Es normal. Si al final nos vamos a ir todos». ¡Esto no es una respuesta! Sí, al final nos vamos a morir todos, pero ¡vete ya! «No, cuando Iraq ya se sepa defender, nos iremos todos…». ¡Nos ha jodido! En cualquier caso, esto confirma que Zapatero es el Dolce & Gabbana de los gobernantes. Marca tendencias: «Ahora se lleva retirar las tropas de Iraq». A este paso, va a sacar una colonia: «¿Zeta Pe? Oui, c’est moi».

Otra noticia que hemos sabido estos días es que el número de niños con sobrepeso va en aumento en la Unión Europea. Va tan en aumento que al final no vamos a caber en Europa. Estará todo lleno de niños sobredimensionados, como deformados con el Photoshop. Y es verdad, eh. El otro día pasé por delante de un Chiquipark y tenían los toboganes reforzados con andamios. Incluso algún niño se había quedado encallao en un tobogán. Las madres tiraban a sus hijos a las piscinas de bolas y no los encontraban. Como están esféricos… Total, que en vez de Chiquipark, tendrán que ponerle «Cachopark».

La estadística dice que, en España, el 33% de los niños de siete a once años padece sobrepeso. Cuando hacen la primera comunión, ya piden: «Oye, ¿y no tendrás unos panes y unos peces? Es que con esto no tengo ni para empezar…». Lógico. En el fondo, los niños imitan lo que ven a sus padres. Un día escuché a una niña que decía: «Yo, cuando sea mayor, quiero hacer como mi mamá». «¿Periodismo?». «No, régimen».

Se considera que el 40% de la población europea está gorda. Por lo visto, el culpable de todo es el metabolismo, ese concepto abstracto que a los médicos les va tan bien. Que parece un hobby: «¿Tú qué practicas?». «Yo, aeromodelismo: modelo aviones». «Pues yo, metabolismo: meto bolis». Lo cierto es que el metabolismo es muy caprichoso. Según cómo lo tengas, no hay nada que hacer. Si tienes el «metabolismo enrollao», tranquilo. Ésos son los que te vienen y te sueltan: «Yo puedo comer de todo, que no me engordo». Y te dan ganas de hacerle tragar una llave inglesa para ver si es verdad. Dan mucha rabia. Porque tú tienes el «metabolismo cabrón», como la mayoría. Te pasas tres meses haciendo un régimen superestricto, privándote de todo, que se te va hasta la alegría de vivir y, con un poco de suerte, consigues perder seis quilos… Y tu metabolismo ahí, esperando escondido: «Ya caerás, ya…». Y un día, urgándote un diente, te sacas un trozo de fuet que se te quedó enganchado por Navidad. Y cuando te lo tragas, tu metabolismo hace: «¡Boooooom!». Y te engordas diez quilos de golpe. Los seis que perdiste más el 6% TAE: «TA-Engordao».

Hay que decir que la naturaleza también es un poco cabrona. ¿Por qué engorda todo lo bueno y sólo adelgazan las acelgas? Deberían inventar las acelgas con sabor a Donuts. No sería tan extraño. ¿Quién no ha llegado a las cinco de la mañana borracho a casa, ha abierto la nevera muerto de hambre, ha visto unas acelgas, ha visto unos Donuts y to pa’ dentro?

Ahora que nos quitamos los abrigos, que quieras que no disimulan un poco, se producen situaciones violentas del tipo: «Enhorabuena, estás embarazada. Y serán trillizos, como mínimo». Que justo lo acabas de decir ves cómo el marido pone cara de asustado. Y la mujer que te contesta: «Pues va a ser que no lo estoy». En esos momentos, ves pasar ante ti toda tu vida en diapositivas, con todas tus cagadas históricas.

Los que ahora están adelgazando rápidamente y sin esfuerzo son unos cuantos habitantes de Marbella: «Estos veinte quilos no son míos, señor juez. Yo sólo se los estaba guardando a otro». Además, tienen suerte. Dicen que los trajes a rayas de la prisión estilizan.