EXPLOTA SU LÓGICA RETROACTIVA
Las mujeres siguen haciendo comentarios del tipo: «No entiendo cómo lo hiciste, nadie ha conseguido estar conmigo tan rápido. Debes haberme gustado de verdad[339]».
Así que… te voy a pedir un favor.
A partir de ahora, borra de tu registro expresiones tales como: «no quiero que haga nada forzadamente, quiero que lo haga solo si de verdad le gusto» o «necesito saber que le gusto antes de intentar nada».
La razón es sencilla: no funciona así[340].
Además, las mujeres nunca hacen nada forzadamente a menos que las violen. Créeme: cuando hacen algo, es porque quieren. Pero, sobre todo, recuerda: no funciona así[341].
Grábate a fuego lo siguiente:
El hombre decide su comportamiento en función de sus deseos; la mujer decide sus deseos en función de su comportamiento.
Allí donde la lógica del hombre diría: «Vaya, me has hecho hacer algo que no quería. Te resiento por ello», la mujer tendría una reacción muy distinta. Ella es casi incapaz de desarrollar esa especie de razonamientos en la práctica. El suyo discurriría más bien así: «¡Vaya, me has hecho hacer algo que no…! Se ve que por lo visto SÍ quería hacer eso. Seguramente él me gusta más de lo que imaginaba».
Por supuesto, no hablo de violación, estupro, chantaje o cualquier clase de comportamiento similar que implique forzar la voluntad. Hablo más de distraer o suspender la voluntad que de forzarla. De «surfear» por sus Estados Favorables para pasar de Nivel[342].
Resulta vital entender esto, porque ellas son las primeras que premiarán tus victorias, y viceversa.
En contra de lo que la lógica masculina pudiera esperar, cuantos más Niveles superas, mayor respeto muestran por ti. Y esto con independencia de cuál fuese su predisposición inicial. Olvídate, pues, del «me quiere-no me quiere», o «le gusto-no le gusto» de nuestros días. Para la libido femenina es muy relativo. De hecho, el que le gustes de entrada solo te facilita un poco las cosas al principio. Mientras que el hombre se dice a sí mismo: «Me gusta, luego me acuesto con ella», la mujer se habla de la siguiente forma: «Me he acostado con él, luego me gusta». Así de sencillo. Si te la llevas al huerto, ganas. No ganas solo el placer de ese momento. Ganas su respeto y admiración[343]. El problema de no avanzar es que otro lo hará en tu lugar[344]. Cuando esto ocurre, especialmente si el otro juega bien sus cartas y/o le rompen el corazón, ellas se insensibilizan durante un tiempo hacia cualquier otro hombre.
¿Exagero?
Probablemente, pero me daré por satisfecho si con ello logro que no olvides la lección. Porque, salvando excepciones, la realidad no se aleja demasiado de lo dicho[345].
¿Qué cuál es esa lección?
Simplemente, explota su Lógica Retroactiva. Pasa siempre de Nivel y, cuando puedas, apúntate un tanto. Pasa a la historia.
Y recuerda: La historia la escriben los ganadores.
A continuación repasaremos las principales claves para convertirse en uno de ellos.
PASA SIEMPRE DE NIVEL
Ya lo hemos dicho. El hombre que centra sus esfuerzos en gustar u en obtener manifestaciones explícitas de agrado por parte de la mujer, no ha comprendido aún la naturaleza del juego.
El juego no se basa en gustar, sino en avanzar.
Poco importa que tú gustes más que otro, si al final ese otro avanza más que tú[346].
Una vez entendido esto, la moraleja está clara: cada vez que el Objetivo se encuentre en un Estado Favorable y la Temperatura de Compra sea lo bastante alta, pasa siempre de Nivel[347].
Recuerda que, cada vez que pasas de Nivel, te anotas un tanto. Y si tienes sexo, ganas la partida. Te aseguro que estas reglas no las he creado yo: forman parte del juego. Y ellas son las primeras a la hora de reforzarlas[348].
PENALIZA Y RECOMPENSA
Penaliza cuando no colabore[349]. Penalízala sin piedad porque, si no lo haces, jamás podrás recompensarla con tu afecto y tu cariño.
Es la base para crear una Inercia Favorable. También es el principio en el que se basan los Aros Psicológicos y cualquier otra clase de Test de Predisposición[350].
Penaliza los comportamientos indeseados[351] y no permitas que estos queden sin punición. Utiliza todos los recursos de este manual para premiar los progresos o castigar todas aquellas actitudes que atentan contra el buen curso de la interacción[352]. Condiciónala como Paulov hacía con su célebre perrito, logrando que solo pueda obtener placer de ti cuando muestre interés, facilite el paso de Nivel, etcétera.
En definitiva, cuando colabore.
Es también importante que no parezca que lo haces adrede y con este fin. Debe pensar que estas reacciones surgen de forma natural en ti pues, de lo contrario, te percibirá como manipulador y tu juego saldrá perjudicado.
Otro aspecto importante a la hora de crear una Inercia Favorable por este sistema es que las penalizaciones y las recompensas se lleven a cabo con una cierta intermitencia.
Es decir, no la castigues en el 100% de los casos en que lo merezca, ni la premies todas y cada una de las veces en que colabore. Los psicólogos han demostrado que la penalización y la recompensa intermitentes son mucho más efectivas.
Dominar este principio es crucial para dominar el arte de pasar de Nivel.
DOMINA LAS MEDIDAS DE PREVENCIÓN
Premiar y penalizar es un gran recurso a la hora de pasar de Nivel. Sin embargo, no hay mejor cura que una buena prevención.
¿De qué estoy hablando?
Precisamente, de todo aquello que nos permite anticipar y neutralizar posibles causas de un deterioro en el progreso de la interacción antes de que este se produzca.
Cosas como eludir su Radar[353], saber salir airoso de sus Tests[354] o ser capaces de caer víctimas de su Descalificación[355] nos prestarán una ayuda inigualable en este sentido.
DALE ALGO NUEVO A SU ANTIVIRUS: «CRAQUÉALO».
A veces todo parece imposible y, aun así, es posible pasar de Nivel.
La verdad de este principio parte de que la mayor parte de las barreras que las mujeres interponen ante los hombres se basa en gran medida en comportamientos hasta cierto punto predecibles por parte de éstos. Han desarrollado una especie de sistema inmunitario que reconoce los «bichos» —es decir, las estrategias de acercamiento— más comunes.
Una metáfora quizás mejor aún es la de un antivirus informático. Sin embargo, estas Defensas pueden a menudo «craquearse». Y es en este ámbito del craqueo donde, por lo poco intuitivos que resultan, se producen los resultados más espectaculares[356].
La efectividad de los craqueos depende en gran medida de tu inspiración e intuición, por lo que no se puede garantizar. Yo recomiendo craquear sobre todo en aquellos momentos en que la batalla toma la forma de derrota inminente y se tiene muy poco que perder[357].