ATESORA TU PODER: NO TE EXPONGAS

Hemos hablado de la importancia de ser autónomo e independiente, así como de diferenciarse del resto de los competidores de un modo positivo.

Sin embargo, aun cuando conserves claramente tu independencia y te diferencies atractivamente del resto, puedes resultar pésimo en el juego si te pasas de claro, directo, abierto y dejas que tu poder se te escape como agua de las manos.

De hecho, hacerlo es por lo general un atentado contra el juego.

La razón es simple, al destapar todas tus cartas sobre la mesa haces que el reto, el misterio y el poder se desvanezcan.

Y recuerda: para la TB, el Hombre Alfa huele a reto, a misterio, a poder, en tanto que la ausencia de los mismos es siempre sospechosa para sus instintos y merma en ella la atracción.

Exponerte, desnudarte o entregarte por completo equivale por lo general a entregarle tu poder. Se trata de algo así como brindarle tus testículos en una bandeja de plata para que haga con ellos lo que guste. Casi, equivaldría a decirle: «mira, conmigo ya lo tienes claro, así que ahora puedes dedicar tu pensamiento a otro».

Dicho esto, debo aclarar que ninguna ley es independiente de su contexto. De hecho, todos conocemos casos de hombres que obtienen un cierto éxito con las mujeres pese a exhibir menos poder que ellas o ser claros y directos desde un primer momento.

Ahora bien, las cosas no siempre son lo que parecen y por lo general se trata de hombres ocupados, con una gran seguridad en sí mismos y cuyo Estatus la mujer suele percibir por encima del suyo desde un primer momento. En otras palabras, se trata de personas que ya juegan de antemano con alguna ventaja adicional.

Sea ese o no tu caso, te recomiendo que saques el máximo partido de tu situación y te aproximes cada vez más a realizar tu potencial como Aven. Mi consejo es, por lo tanto, que aprendas a jugar bien el juego antes de plantearte si quieres o no saltarte algunas reglas.

Las que siguen te guiarán a la hora de no exponerte y guardar tu poder para ti.

NO REGALES

Hay cosas que pueden lograr que aumentes tu Valor ante sus ojos, pero de poco te servirán si le regalas la partida antes de empezar.

Pues bien, no regales. No regales tu interés ni tu poder, pues el poder es sinónimo de atracción. Cada vez que le das un claro IDI, le estás ofreciendo control sobre ti y la situación.

A menos que el Objetivo sienta que se ha cualificado de algún modo para obtenerlos[185] o se ofrezcan con un fin muy específico, los IDIs son muy peligrosos. Así, cada vez que te veas tentado a ofrecer gratuitamente uno de esos odiosos Indicadores de Interés, pregúntate: «¿haría lo mismo si la persona que tengo en frente fuese una obesa peluda y con mal olor?».

Si la respuesta es «no», ¿por qué hacerlo con ella?

En general, debes ofrecer solo lo mínimo que te permita pasar al siguiente Nivel, y nada más. Todo aquello que alimente su ego y no haga prosperar la interacción es considerado como un regalo innecesario. Y, con toda probabilidad, contraproducente.

Como dice un buen amigo mío: al enemigo, ni agua.

MUÉSTRATE MÁS PODEROSO QUE ELLA

Todo lo Alfa es poderoso. Y el poder, en sus infinitas formas, es probablemente el mayor afrodisíaco que existe para la mujer.

El dinero, la fama, la popularidad, la influencia, la belleza, la fuerza física, la sofisticación, la inteligencia, la cultura, el dominio de algún campo concreto de saber, la autosatisfacción, la comunicación eficaz, etc., son todos ellos modos de expresar poder, alguna clase de poder.

Por supuesto, es más que posible que la mujer en cuestión con quien interactúas te supere en muchas de estas áreas. Tu obligación como Aven es centrar el juego en aquellas en las que tú eres más poderoso que ella[186].

DESÁRMALA DE SU ATRACTIVO

Una de las formas más rápidas de renunciar a tu poder es mostrar al Objetivo que su atractivo la hace poderosa frente a ti. Si consientes que esto ocurra, te estás convirtiendo en uno de los innumerables mosquitos que caen redondos ante su belleza. En el siguiente Frusco, inofensivo y vulnerable.

Tu obligación es desarmarla.

Todo en ti y en tu conducta debe hacerle ver que no es así. Dale a entender que su aspecto no te intimida y que, si quiere demostrarte su valía, deberá despojarse de su coraza de TB y empezar a mostrarte aquello que la convierte en una persona real y digna de tu respeto.

Si es necesario, desármala por completo usando alguno de los Desarmadores enlatados que encontrarás más adelante. Déjale claro que vives en un lugar donde la belleza es algo común y vulgar, que estás harto de tratar con TBs, que necesitas algo más o que cualquier otra cosa al margen de su atractivo es lo importante[187].

NO PONGAS EL CUELLO BAJO EL HACHA DEL VERDUGO: NO AL «NO».

Hemos dicho que hay que estar por encima del «no» cuando quiera que nos enfrentemos a él. Ahora bien, en general y salvo contadas excepciones, este no debe producirse. Entre otras razones, porque puede generar Inercia Adversa[188] y viciar[189] la Interacción.

El Aven experimentado sabe que la mayor parte de los rechazos pueden prevenirse, por lo que rara vez cae en la trampa del «no». Sabe que brindarle la oportunidad de que nos dé un rechazo sonado equivale a fallar uno de sus Tests.

Además, a menos que una mujer esté tremendamente colada por uno o decidida a cazarlo, es como tentarla con algo irresistible.

¿Esperarías que tu perro no se lanzase sobre ese pollo asado que has dejado sobre la mesa al salir por la puerta de la calle?

Pues bien, ten presente que la mujer, aun cuando nos aprecie (y no digamos ya si no es así), aun cuando no nos desee mal alguno y aun cuando esté convencida a un nivel consciente de que quiere protegernos y ayudarnos, la tentación para su instinto femenino forjado a lo largo de millones de años de evolución y del cual puede que ni siquiera sea consciente, es demasiado grande.

Y, el paso para satisfacer esa sed abrasadora, demasiado sencillo… Una palabra, dos letras: NO[190].

Encuentra, pues, formas de alcanzar tus fines y lanzar propuestas sin exponerte al «NO»[191].

QUE NO PAREZCA QUE LO INTENTAS DEMASIADO

Amigo, no te pases.

En el plano físico, por ejemplo, un hombre atractivo y que cuida de sí mismo es siempre un hombre atractivo y que cuida de sí mismo. Pero un hombre que cuida demasiado de sí mismo resulta, además de poco masculino, sospechoso en términos de Valor[192].

Pues bien, este principio se aplica a cualquier aspecto de tu juego.

Cualquier cualidad, actitud o estrategia que lleves al extremo logrará un efecto contrario al que persigues. Cualquier cosa que con moderación suponga una DAV, en su versión exagerada se convierte en una DEV. Y esto incluye cualquier principio de este manual. Si te vuelcas[193], eres Beta.

Ten presente que las TBs están demasiado acostumbradas a toparse con hombres que tratan constantemente de impresionarlas o seducirlas. Por ello, no hay mejor forma de lograr ambas cosas que pareciendo que no lo estamos intentando.

EL PRINCIPIO DE LOS CEBOS

En la misma línea de pensamiento que los dos anteriores, este principio enseña al Aven que el juego siempre es interactivo. Infringirlo suele acarrear una clara DEV.

El principio se basa en que, inicialmente, tu actuación debe limitarse a proyectar Valor y desperdigar tus cebos por ahí. Como un buen pescador[194], debes lanzar tus anzuelos y aguardar la picada. Si tras hacerlo varias veces no ocurre nada, no ha llegado el momento de avanzar[195]. O puede que te encuentres en el lugar o con la gente equivocados.

En cualquier caso, no lo olvides: Las Artes Venusianas son interactivas. Si el Objetivo no sigue el juego, no avanzas.

DA LA IMPRESIÓN DE QUE PUEDES IRTE DE UN MOMENTO A OTRO

Hay algo de lo que probablemente las TBs están más cansadas que cualquier otra cosa: los Fruscoplomos.

Los sufren desde el momento en que se hacen mujeres, tortura que solo mengua o desaparece por completo a la par que lo hace su atractivo. Y esto ocurre varias veces por día, durante casi todos los días del mes, todos los meses del año… durante años.

¿Se te ocurre algo peor que caer en la misma categoría que ellos? A mí tampoco.

Al dar la impresión de que puedes irte de un momento a otro, especialmente con una mujer que no conoces, logras varias cosas a la vez:

Evitas que te encasille como a un Fruscoplomo, o que la posibilidad se le pase por la cabeza siquiera. Haces que tu Estatus aumente, al parecer tú compañía menos incondicional y a la vez más escasa, exclusiva y semejante a un reto. Proporcionas credibilidad y congruencia a tu actitud de hombre selectivo y Alfa que tiene una vida. Así pues, cuando estés con una mujer, no dejes que dé tu compañía por sentada. Sírvete de la Limitación Temporal[196] y del Vaivén[197].

Y comunica a todos los niveles, verbal y no verbal, que no te tiene ganado y puedes irte de un momento a otro[198].

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