MUJERES: INSTRUCCIONES DE URGENCIA
Puesto que ellas son el objeto de nuestro estudio, todo en este manual estará relacionado, de un modo u otro, con las peculiaridades de las mujeres.
Conviene, eso sí, ofrecerte algunos conceptos básicos sobre la mujer cuanto antes. Algunos de ellos te sorprenderán, en tanto que otros te ofrecerán esa respuesta que siempre te ha rondado la cabeza pero nunca llegó a cuajar.
Presta atención, porque el conocimiento que vas a adquirir a continuación es un requisito básico para contar con Juego Sólido[120].
EL FACTOR FULANA
Para ciertos hombres y, sobre todo, para muchas mujeres la promiscuidad está cargada de connotaciones negativas. Esto es así hasta el punto de que, para muchas mujeres, ser promiscua viene acompañado de la palabra fulana u otras similares.
Pese a la liberación sexual. Pese a los movimientos feministas. Pese a todo ello. ¿Por qué?
Muchos dirán que se debe a los efectos de la religión, a un lastre sociocultural heredado del pasado, a la educación recibida, a la presión que la sociedad ejerce sobre ellas.
Ahora bien, es verdad que esto se da. Y es verdad que la fuerza con la que el Factor Fulana se manifiesta varía de cultura a cultura e incluso de grupo a grupo. Pero ¿es esto suficiente para explicarlo?
El problema es que esta cantinela ya lleva circulando más de un siglo. Las generaciones se han sucedido, nuevos padres con nuevas ideas han surgido, nuevos sistemas de educación se han implantado.
Y esto, por supuesto, ha tenido varios efectos. Sin embargo, ¿cuál ha sido el principal de ellos?
LA LIBERACIÓN SEXUAL HA ENFATIZADO LAS DIFERENCIAS
El principal de ellos es que los hombres se han liberado más que nunca. Pero ¿qué ha ocurrido entre las mujeres?
Aunque también se han dado sustanciosos cambios entre las mujeres, los sinónimos de la palabra «fulana» siguen usándose como arma arrojadiza. Entre los hombres, sin embargo, dicho insulto carece de sentido o incluso resulta cómico.
Y, por más que a diversos niveles se haya hecho hincapié sobre el hecho de que acostarse con muchos hombres no debe ser algo reprobado moralmente en una mujer, las palabras «puta», «golfa», «buscona», «perra» o «zorrón»[121] siguen teniendo connotaciones muy negativas y sentando como un tiro a la mayoría de las mujeres[122]. Diles lo mismo a varios amigos tuyos y cuéntame luego cómo reaccionan.
Es como si la liberación sexual no hubiera terminado de cuajar o… ¿si lo ha hecho?
La prueba de que algo ha ocurrido es que el hombre de nuestra sociedad se encuentra más sexualmente liberado que nunca. Jamás ha tenido a su disposición tanto material pornográfico o sexual, tantas prostitutas ni tanta TB y semidesnuda anunciando sus productos como ahora.
Así que, ¿cuál ha sido el verdadero efecto de la revolución sexual?
Si algo, no ha hecho más que recalcar las diferencias ya existentes entre el comportamiento sexual de hombres y mujeres.
GATO ENCERRADO
En realidad, sería falso afirmar que no ha habido cambios en la actitud de la mujer con respecto al sexo. Las mujeres hablan de él cada vez más y, con cada año que pasa, parece estar más claro entre ellas que el sexo se trata de algo positivo.
Si se ha logrado esto, si el mito de que el sexo sea sucio y malo ha caído finalmente, ¿qué hace que siga en pie el Factor Fulana? ¿Qué impide que desaparezcan las diferencias?
A fin de cuentas, sigue habiendo diferencias. Y estas parecen referirse más a cómo —válgame la redundancia— enfoca el sexo cada sexo que a quién lo ve peor o mejor. Diferencias que, a mi juicio, se encuentran lejos de deberse únicamente a una educación o cultura distintas[123].
En suma, no todo es religión, cultura o educación. Sin negar el efecto que estas hayan podido tener sobre el comportamiento sexual de la mujer, los Aven hemos empezado a sospechar que hay algo más detrás del Factor Fulana.
¿Y SI LAS MUJERES NO QUIEREN ESA CLASE DE LIBERACIÓN?
Nos guste o no, lo cierto es que la mayoría de las mujeres no se sienten bien consigo mismas cuando incurren en esta clase de comportamiento. Y más apremiante aún resulta su necesidad de ocultarlo ante los demás, especialmente cuando estas terceras personas son mujeres.
Como te he mostrado en capítulos anteriores, mi creencia es que, aparte de cualquier presión social que pueda darse, existe una explicación puramente biológica de este fenómeno[124].
Dijimos entonces que hace unos ciento cincuenta mil años, hablar de una mujer promiscua equivalía a hablar de una mujer poco selectiva a la hora de procrearse, pues sexo y procreación iban indisolublemente unidos.
Como consecuencia de ello, las mujeres excesivamente promiscuas tenían muchas menos probabilidades que las que no lo eran de que sus genes pudieran sobrevivir y replicarse a lo largo de las futuras generaciones.
El resultado a la larga de esto resulta palpable hoy en día: las mujeres actuales no descienden de las mujeres que fueron proclives al sexo libre con cualquier hombre. De ahí que tampoco les llene a ellas esta clase de actividad.
Por ello, quizás, exista una liberación sexual de la mujer. Pero, ¿por qué iba a ser esta idéntica o similar a la del hombre?
UNA TEORÍA NATURAL
La idea no es nueva ni extraña, por lo que no debería chocar.
Hoy día, por ejemplo, casi cualquier psicólogo aceptaría que el miedo a hablar en público, por ejemplo, es una de las fobias más extendidas entre la humanidad por razones puramente evolutivas.
Durante la época que nos desarrollamos como especie, vivíamos en pequeñas tribus y, a veces, incluso congregados en pequeñas cavernas. Ser aceptado por nuestros semejantes era algo crucial pues, si perdíamos dicha aceptación, corríamos el riesgo de ser expulsados de la comunidad. Algo que, a su vez, conducía a una muerte casi cierta.
Esto explica que tengamos tanto miedo al rechazo social. Puesto que hablar en público puede conducir a la forma más rápida, drástica y cruel de rechazo social, nuestra aprensión frente a dicha actividad resulta más que comprensible.
Ahora bien, si algo tan generalizado como el miedo a hablar en público se explica desde esta teoría, ¿por qué no iba a hacerlo un hecho que resulta tan común o más, como es el del Factor Fulana?
Hará falta algo más que viejos y manidos clichés para destronar a una explicación tan satisfactoria del fenómeno como es la evolución[125].
IMPLICACIONES DEL FACTOR FULANA
En suma, la mujer actual no lleva nada bien acostarse con un hombre que la haga sentirse fácil y poco selectiva. Y, aun cuando le guste el sexo, se encuentra infinitamente más cómoda practicándolo cuando siente que el hombre al que se entrega ha sido elegido entre numerosos candidatos menos aptos, y que este además experimenta ciertas emociones por ella: es decir, que existe un vínculo entre ellos que hace que él esté dispuesto a asistirla y protegerla. Al menos por un tiempo.
EL PODER DE UNA PALABRA
Y es de esta realidad de donde la palabra «fulana», con sus innumerables sucedáneos, extrae toda su carga negativa. Se trata, a fin de cuentas, de un adjetivo que suele acompañar un sentimiento muy poco agradable y que las mujeres esgrimen entre ellas casi como un arma. Algo que no debe extrañarnos después de haber echado un vistazo a nuestro pasado natural donde, para una mujer, ser «fulana» conducía nada menos a la decadencia de su estirpe y, en última instancia, a su desaparición.
Por todo ello, el Aven debe conocer a fondo el Factor Fulana y cómo prevenirlo. Le corresponde velar tanto por la reputación de su Objetivo como por cómo pueda sentirse a este respecto. Pues, cuando nos hallamos con una mujer, cualquier cosa que pueda hacer que el Factor Fulana entre en funcionamiento, amenaza con echar de inmediato a perder todo nuestro juego.
EL MOVIMIENTO SEXUAL FEMINISTA
Otra buena forma de entender la diferencia en el comportamiento sexual entre hombres y mujeres es estudiar la evolución de los diversos movimientos feministas. Además, sería injusto tratar un tema como este sin mencionar el valiente esfuerzo que numerosas mujeres han llevado a cabo a lo largo de la historia por obtener una igualdad que las equiparara a los hombres. Algunas, incluso, arriesgando su libertad o integridad física al hacerlo.
Sin embargo, solo hay un aspecto del movimiento feminista que afecta directamente al tema de este libro. Hablo de la cultura sexual.
Si dejamos de lado reivindicaciones como la igualdad de derechos, la igualdad en el trabajo, y otro tipo de reclamaciones sociales totalmente justas, encontramos que los movimientos feministas han tratado también de causar un impacto cultural y sexual en la sociedad en que se han desarrollado.
Esta última es también, a mi juicio, una aspiración legítima, si bien a veces se ha llevado a cabo de forma equivocada. Te mostraré por qué.
TENTATIVAS FRACASADAS
Sin entrar en detalles que nos apartarían del objeto de este manual, podríamos destacar dos modelos básicos de pensamiento sexual feminista.
El primero, obsesionado con la idea de que la mujer ha estado siempre sometida, tiende a elevar a esta al Estatus del hombre en todos los aspectos. El comportamiento sexual no podía ser una excepción. En este sentido, se ha intentado equiparar a la mujer al hombre e incitarla a que adopte comportamientos sexuales típicamente masculinos, como una promiscuidad poco selectiva.
El segundo, parte de una visión del hombre como ser un tanto perverso o brutal al que hay que domesticar. En este sentido, no se trata de ser o parecerse a él, sino de reprobarlo o castigarlo cada vez que afloren sus tendencias promiscuas o cualquier clase de comportamiento excesivamente vinculado a su deseo sexual.
Como todos podemos comprobar, no parece haberse alcanzado ningún gran éxito en ninguno de estos dos sentidos. El Factor Fulana sigue en pie. Y, aunque a veces los hombres exhiben verbalmente una inclinación por la monogamia, en la práctica alimentamos una poderosa y multimillonaria industria sexual que muy poco tiene que ver con ella.
EL FUTURO CAMINO DEL FEMINISMO
Aunque su intención haya podido ser de las mejores, ambas clases de feministas han partido de supuestos erróneos. Por eso sus tentativas han fracasado.
Por lo visto, no es tan fácil convencer a las mujeres de que se comporten sexualmente como hombres. Tampoco lo es domesticar a esa fiera polígama que habita en la mayoría de ellos.
¿Cuál puede ser, pues, el futuro camino del feminismo?
En mi opinión, el feminismo aún tiene mucho que hacer en materia laboral y de otros aspectos sociales. En cuanto al aspecto sexual del movimiento, ¿qué nuevo camino emprenderá?
En mi opinión, ya empieza a perfilarse en el horizonte. Podríamos llamarlo el «feminismo de las diferencias». En este sentido, parece que el futuro camino del feminismo va a consistir cada vez menos en buscar la igualdad y en reivindicar, cada vez más, las diferencias propias que se dan entre ambos sexos. Asimismo, deberá esforzarse por encontrar nuevas vías para armonizar ambos.
RADAR Y DEFENSAS
Las mujeres tienen algo que se conoce por «Defensas». Se trata de un escudo protector que forma parte de su Piloto Automático[126].
Pero, ¿qué son exactamente estas Defensas y en qué casos se activan?
QUÉ SON LAS DEFENSAS
Llamamos «Defensas» a un mecanismo de protección existente en la mujer que la lleva a querer frenar la interacción que mantenéis o a bloquearse emocionalmente. Así, el Objetivo permanece frío e insensible ante cualquier tentativa por tu parte de afectar su comportamiento o estado de ánimo, con la consiguiente dificultad para llevarla a un Estado Favorable.
En la práctica, notarás que has sido detectado por el Radar de una chica cuando esta no responda a tu juego habitual, parezca como inmovilizada o intente quitársete de encima.
CUÁNDO SE ACTIVAN
Primordialmente, las Defensas se activan cuando quiera que el Radar nos detecte. Algo que, por lo general, hará que el Factor Fulana[127] entre en juego. A menudo, ocurrirá con cualquier cosa que la haga pensar o sentir que intentas llevártela al huerto o que te las estás ligando. A la mayoría de las chicas se las han ligado en el pasado, y no guardan buenos recuerdos al respecto. Es casi como si, cada vez que pillan a un tío que va a «eso» y lograran desbaratar sus maniobras, se sintieran mejor.
A causa del Factor Fulana —y quizás también de otros factores—, cualquier cosa que la haga sentir fácil o poco selectiva va a activar sus Defensas. En principio, cualquier IDI prematuro por tu parte podría hacer que saltase la alarma, especialmente si este se da en estadios tempranos previos a la Campaña de Romance. O cualquier otra cosa que la haga encasillarte en el grupo de «tíos que solo van a por eso».
Y, aún después de las fases iniciales, la urgencia sexual o cualquier otro comportamiento que genere desconfianza también es susceptible de poner en marcha el mecanismo.
Aunque algunas escuelas desprecian o minimizan el peso de las Defensas en lo que respecta al éxito con las mujeres, nosotros pensamos que es importante prevenir su aparición o neutralizarlas adecuadamente[128]. Es decir, lo mejor es no ser detectado por el Radar.
DEFENSAS Y EL FACTOR FULANA
Ya sabemos que existe una razón evolutiva del Factor Fulana. En realidad, la función de este no es sino preservar y defender los intereses de los genes de la mujer en que se manifiesta.
Lo hace evitando que esta mantenga sexo con cualquier hombre que no haya sido seleccionado tras un riguroso proceso. Así, se minimizan las posibilidades de que dicho hombre sea poco válido genéticamente, que cuente con una situación demasiado poco ventajosa o que no esté dispuesto a hacerse cargo de la mujer. En otras palabras, evita que el compañero sexual sea un hombre de escaso Valor o poco dispuesto a crear Romance.
Y ¿cómo lo evita? Precisamente, con la creación de estas Defensas.
Por eso, solo impidiendo que el Factor Fulana entre en juego, podemos prevenir que lo hagan las Defensas.
Así pues, existe una relación clara entre el Factor Fulana y las Defensas de la mujer.
LA PERSISTENCIA A MENUDO LAS VENCE
En los casos de Ligue Activo Prolongado, en que las vamos a ver más de una vez, a veces basta con ser persistente y mostrar una actitud muy Alfa y atrevida para que las Defensas del Objetivo acaben cediendo frente al peso de la atracción que vamos generando en ella. Según este principio, llegará un momento en que sus Defensas se desmoronarán del mismo modo en que una presa incapaz de contener el creciente caudal de agua que la desborda[129]. En este caso, las Defensas actúan como un desafío más[130] a la que la mujer nos somete para poner a prueba nuestra persistencia, seguridad y fortaleza. Por mi parte creo que, sobre todo si la interacción está condenada a prolongarse en el tiempo, dicho principio funciona.
Y funciona, entre otras cosas, porque el Factor Fulana desaparece. Lo hace en la medida en que la mujer puede encontrar una justificación en la inmutable insistencia del hombre y ya no parecer tan fácil.
En cualquier caso, la conclusión clara que sacamos de esto es que, una vez eres detectado por el Radar, lo mejor es mostrar cierta persistencia intermitente. Siempre, eso sí, de una forma distendida, relajada, divertida —como si lo pasases bien haciéndolo—, sin auténtica presión y demostrando Valor siempre que se pueda.
ES MEJOR NO SER DETECTADO POR EL RADAR
El problema, no obstante, se da más en aquellos casos en que hablamos de Ligue Puntual. Es decir, de interacciones que acabamos de provocar y pueden desaparecer para siempre.
Cuando nada permite suponer que vas a ver al Objetivo más veces, su Radar se convierte en uno de los principales enemigos del Artista Venusiano. ¿Por qué? Porque puede acabar rápidamente con la interacción y, aun cuando no lo haga, impedir que esta se prolongue en el futuro con sucesivos encuentros.
Para evitar que el Radar nos detecte y sus Defensas se activen, los Aven contamos con numerosos recursos, que estudiaremos más adelante.
DESCALIFICACIÓN
Como sabes, los hombres tratan de conseguir TBs y, al hacerlo compiten entre sí. A la mujer le interesa ir descalificándolos de la competición a medida que esta progresa para quedarse al final con la élite. Lo ideal —ya lo hemos visto— es que de los candidatos que la formen la mujer pueda obtener:
- Buenos genes
- Estatus u otra capacidad para ofrecerles una posición ventajosa
- Protección y asistencia
En otras palabras, cabe esperar que los candidatos que lleguen al final hayan demostrado Valor y generado Romance.
Ahora bien, ¿cómo se lleva a cabo esto? ¿De qué manera se asegura la mujer de que no está frente al candidato equivocado?
Páginas atrás hemos mencionado que descalificar es más importante que seleccionar[131]. En la práctica, esto se traducía en que la mujer no es una jugadora de alto riesgo. Por el contrario, se muestra muy conservadora en sus apuestas. Esto es así hasta el punto de que prefiere eliminar de la competición a cualquier candidato a la menor sospecha de que pueda tratarse de un compañero sexual equivocado, aun cuando esto no esté demostrado. En otras palabras: prefiere quedarse con un candidato mediocre si este le da garantías de que al menos no es el candidato erróneo que con otro que podría ser mucho mejor pero sobre el cual alberga ciertas dudas.
Y, como es lógico, cuanto más atractiva sea una mujer o más sienta que lo es, más difícil resultará no ser descalificado. Por razones tan obvias como puramente matemáticas.
¿Me sigues?
Es importante que lo hagas, ya que esto juega un papel fundamental en su sistema de selección. Se trata de algo que cuesta de entender, ya que tú y yo no funcionamos así.
LA DESCALIFICACIÓN NO ES «NO GANAR».
Es simplemente perder directamente.
Es decir, cuando hablamos de Descalificación, por lo general no nos referimos a aquellos casos en que no logras proyectar suficiente Valor o crear bastante Romance frente a otro adversario que lo hace mejor que tú.
Nos referimos a que te veas súbitamente expulsado de la competición, con independencia de lo que hagan otros competidores, y después de que ella haya mostrado un interés inicial en ti. Típicamente, después de que hayas despertado en ella alguna clase de atracción hacia ti.
En la práctica, ser descalificado se traduce en desaparecer de la vida, temporal o definitivamente, del Objetivo. Cuando esta no nos ha expulsado aún pero planea claramente hacerlo, también se dice que nos ha descalificado.
DESCALIFICACIÓN Y DEFENSAS
Activar las Defensas de una mujer más de la cuenta puede llevar a que te descalifique, pero ser descalificado no es lo mismo que activar sus Defensas.
Si estás activando sus Defensas, notarás que ella intenta frenar el progreso de la interacción, o que se mostrará fría o poco receptiva, como si existiera alguna clase de bloqueo. Si te descalifican, en cambio, lo sabrás porque la mujer desaparecerá de tu vida no de forma drástica, sino con una especie de corte rotundo y radical. A menudo, cuando te enteres será ya demasiado tarde. Habrá interpuesto ya océanos de distancia entre ella y tú.
Comúnmente, uno no se ve descalificado solo por activar un poco las Defensas de una mujer. Son como un aviso, como una alarma de que debes cambiar. En otras palabras, a menudo las Defensas se pueden superar.
La descalificación, rara vez. Y si se puede superar, no depende de ti.
O puede que existan formas de que sí lo hagan, pero desde luego escapan al objeto de este libro[132].
FUERA ANTES DE PARPADEAR
Una vez has tenido relaciones sexuales con una mujer, la cosa es muy distinta. A fin de cuentas, sus genes ya han realizado su apuesta. Es por ello que, a partir de entonces, cualquier duda previa pierde su valor. Por así decirlo, ella ya ha invertido en algo y no se puede echar atrás. Solo puede esforzarse porque la cosa funcione[133].
Ahora bien, si ella aun no ha invertido mucho en ti y, especialmente, si aún no has mantenido sexo con ella, voy a decirte algo: puedes quedarte fuera en cualquier momento.
Importa poco cuánto le hayas demostrado. Si cometes uno de los fallos cardinales o si, por lo que sea, se despierta en ella cualquier duda razonable, olvídate. Estás fuera. Lo estarás antes de que quieras darte cuenta y sin que hayas podido decir: «pero…».
OTRA ASIMETRÍA CLARA
He aquí un dato curioso que puede mostrarte que no hay nada equivocado con las mujeres y que, simplemente, son diferentes de nosotros.
En cualquier momento antes de mantener sexo, ella puede perder el interés. A menudo, tú puedes perderlo en cualquier momento después de haberlo mantenido.
A ti te cuesta entender lo primero, y a ella le cuesta entender lo segundo. No debes asombrarte, pues, de que a las mujeres y a los hombres nos cueste tanto entendernos.
CÓMO ASEGURARSE DE NO SER DESCALIFICADO
Solo hay una forma: no jugar.
Es decir, solo puedes evitar el riesgo de que una mujer te expulse de su juego de inmediato si logras que no te vea como amante potencial.
Si, por ejemplo, te ve como amigo, como Tampón Emocional o como proveedor[134], no corres un riesgo tan intenso de verte fuera de juego en un abrir y cerrar de ojos.
Es decir, si ella tiene claro que no quiere acostarse contigo, corres pocos riesgos. Es cuando siente que podría hacerlo que la cosa peligra y tu situación con ella es inestable.
Antes de conocer esta disciplina, por ejemplo, el fenómeno de la descalificación instantánea rara vez me ocurría. Tenía amigas, conocidas o mujeres que me gustaban desde hacía tiempo. Aunque no me acostaba con ninguna, tampoco sufría esa experiencia de ver desaparecer de mi vida a una mujer que poco antes había mostrado un gran interés en mí. Sencillamente, dicho fenómeno y dicho riesgo no existía.
Pero es a ti, y solo a ti, a quien corresponde preguntarse si el riesgo merece la pena.
EL CAMINO DEL AVEN Y SU PRECIO
Ahora bien, el proceso de aprendizaje de un Aven implica exponerse a él en numerosas ocasiones. Vas a ser capaz —quizás por vez primera— de despertar atracción en una mujer de forma relativamente rápida. A veces, instantánea.
Lo verás por sus IDIs o Indicadores De Interés, por sus reacciones, por tus rápidos avances y la facilidad con que pasas de Nivel.
Sin embargo, a la vez, será como estar jugando con dinamita: algo poderoso, explosivo, pero difícil de controlar.
Para que lo entiendas, te ofreceré una pequeña parábola.
LA PARÁBOLA DE LA LANCHA DEPORTIVA
Durante años, tuve la sensación de estar sentado sobre una superlancha deportiva que ni siquiera sabía poner en marcha. Era bastante aburrido y frustrante permanecer allí sentado, viendo pasar otras lanchas surcando el mar como rayos y pensando que la mía, sencillamente, no funcionaba.
Un buen día, casi de forma accidental, me topé con alguien que me enseñó a ponerla en marcha. Y… ¡brrrrrrrrrrruummmm! ¡brrrrrrrummmmm! De repente, yo tocaba botones y la superlancha hacía cosas, se movía.
Sin embargo, el veloz vehículo disponía de un complejo cuadro de mandos que para nada comprendía. Así que solo había una forma de aprender: tocando más y más botones, más y más veces…
Lo hacía y, en ocasiones, el motor se detenía en seco. Otras veces la superlancha volcaba. Y, en ciertos momentos, me estrellaba contra algo.
Afortunadamente, se trataba de una lancha irrompible, así que finalmente pude aprender. Aún sigo aprendiendo, pero ahora la domino mucho más y casi siempre se dirige a dónde quiero. Cuando hay algún problema que exige atención o reparación, yo lo entiendo y sé de qué se trata.
Pues bien, si deseas ser un Aven debes estar dispuesto a tocar botones, a presenciar reacciones raras y a «volcar» muchas veces.
ALGUNOS EJEMPLOS
Durante mi campaña de aprendizaje, he sido descalificado con muchísima frecuencia.
Hay mujeres que de repente han dejado de contestar mis llamadas. Algunas han quedado conmigo y, justo antes de la cita, han cancelado el encuentro. Otras me han pedido algo y, después de acceder a ello, me han borrado de su lista de contactos.
Recuerdo una mujer a la que ya había besado y con la que todo iba bien, hasta que respondí dos veces de la misma forma a la misma pregunta y no supe más de ella. Hubo otra que no paraba de pedirme que saliera con ella, hasta que le escribí un e-mail un tanto largo.
Otra chica parecía claramente interesada en mí, me llamaba a menudo y quería verme, hasta el día en que le envié las fotos digitales de mi último viaje. Dos horas después de hacerlo me escribió pidiendo que la llevara con ella la próxima vez, pero se retractó una hora más tarde, para acusarme de haberlas manipulado con un programa informático y pedirme que la dejara en paz para siempre.
LA ACTITUD DEL EXPULSADO
Lo cierto, querido amigo, es que podría llenar varios capítulos solo con ejemplos de las veces que he sido expulsado del juego, y todo un libro si incluyera los de algunos amigos míos.
Con todo, te voy a decir algo que considero de vital importancia.
Si fui expulsado tantas veces fue porque, al menos, ya sabía cómo entrar en el juego y cómo jugarlo hasta cierto punto. Aún no sabía cómo pilotar la potente lancha, pero al menos estaba obteniendo reacciones. Por tanto, aunque no supiera exactamente cómo, estaba empezando a accionar mandos e interruptores que funcionaban. Y, después de tantos años de estancamiento, esa era una gran noticia.
Por ello, lector, si tú tienes que pasar por lo mismo, te recomiendo que lo hagas entre risas y con el mejor humor del mundo. Porque no es para menos.
A VECES NO ES UN ERROR
Gracias a Dios, ahora entiendo por qué se me ha expulsado en numerosas ocasiones.
Ahora bien, te voy a confesar algo.
Hay una cantidad considerable de expulsiones sobre las que aún me pregunto qué pudo ocurrir y que, quizás, jamás llegaré a entender. Para muchas de ellas, solo contaré con hipótesis. Y, para otras, ni siquiera me atrevo a formular hipótesis.
Pero, en cualquier caso, ¿sabes qué? Aun cuando me gusta aprender de mis errores, tampoco me quita el sueño no entender siempre qué ha ocurrido. A fin de cuentas, a veces no se trata de algo que haya podido evitarse.
A veces ciertos factores se encontrarán fuera de tu control. En ocasiones será ella la que haga algo completamente absurdo y se ría con la perspectiva que da el tiempo pensando en aquella extraña reacción que tuvo aquella vez.
Por eso, nunca debe preocuparte un caso concreto. Y mucho menos cuando se trata de las mujeres y de su sistema de descalificación. Con frecuencia, lo mejor es simplemente pasar página.
LA DONNA E MOBILE[135]
Lo cierto es que a los hombres nos cuesta entender a las mujeres y, a menudo, se nos antojan un tanto veleidosas o incluso paranoicas. Nos puede parecer ridículo e inexplicable que un ser humano que hace unas horas o incluso minutos mostraba un gran interés en nosotros, de repente pueda perderlo por completo. Después de todo, nosotros no funcionamos así.
A los hombres, por lo general, si algo no nos interesa, no lo hace desde un primer momento. Análogamente, cuando algo empieza a interesarnos, nos cuesta perder el interés de la noche a la mañana, sobre todo si no ha habido sexo en dicho lapso.
Sin embargo, no tiene sentido criticar a alguien solo porque funciona con una lógica distinta a la nuestra. Especialmente si dicha lógica es consecuencia directa de imposiciones de una realidad que no compartimos.
Desde el punto de vista de los genes, sabemos que la mujer invierte mucho más que tú y que yo en una relación sexual. Por ello, su estrategia a la hora de hacerlo es completamente distinta de la tuya o de la mía.
INVERSORAS DE BAJO RIESGO
Imagínate que, por lo que sea, te ves obligado a invertir una gran suma de dinero que te ha costado años generar. Si no lo inviertes lo pierdes, pero te dejan invertirlo en lo que sea y hay muchas cosas en las que poner tu dinero.
Supón que un desconocido llega ofreciéndote una inversión a primera vista buena. Ahora bien, ¿qué harías tú a la menor sospecha de que se trata de un timador?
¿Se lo dirías para que él encontrase algún nuevo argumento con el que seducirte y convencerte? Sinceramente, ¿correrías tú el menor riesgo o te largarías para siempre sin tratar siquiera de aclarar el posible malentendido? Seguramente te irías porque, sencillamente, tienes demasiado que perder y hay otras opciones.
Por supuesto, aún cabría la posibilidad de que se tratase del negocio de tu vida y que te hubiese dado más dinero que ningún otro. Pero, habiendo muchos otros lugares donde invertir, ¿ibas a comprobarlo? ¿Ibas a darle la menor oportunidad de embaucarte?
SELECCIONANDO PERSONAL PARA UN PUESTO
Otra forma de entender la descalificación es imaginar a una empresa que ofrece un puesto de trabajo codiciado y recibe cada día cientos de currículos.
¿Qué van a hacer? ¿Van a entrevistar a fondo a cada candidato? ¿O van a deshacerse rápidamente de todos aquellos que a simple vista no parezcan lo bastante aptos o cuyos currículos resulten sospechosos en algún punto importante?
Si tú estuvieras a cargo de la selección de personal de dicha empresa, con toda sinceridad, ¿qué harías?
LA LISTA NEGRA
La Lista Negra no es más que la forma que toma la Descalificación cuando la mujer que nos ha descalificado nos tiene que ver o tiene que tratar con nosotros por fuerza, lo quiera o no.
Por ejemplo, no decimos que una compañera de trabajo o la cajera que ves todos los días te ha descalificado. Decimos que te ha puesto en su Lista Negra.
Aunque a veces puede ser duro salir de la Lista Negra de cualquiera, el fenómeno no es tan irreversible como la Descalificación. Aún hay, por así decirlo, cosas que podemos hacer. En numerosas ocasiones, eso sí, no merecerá la pena llevarlas a cabo.
CAUSAS TÍPICAS DE DESCALIFICACIÓN
Son lo que llamábamos «fallos cardinales». Casi todas las descalificaciones suelen tener que ver con cosas como:
Odio: Un odio salvaje, generalmente debido a un mal Calibraje por tu parte. A veces, y sobre todo cuando estamos aprendiendo, nos empeñamos en seguir proyectando Valor cuando hace tiempo que ya deberíamos estar creando Romance o cualificando al Objetivo[136].
Miedo: Para aprender, hay que arriesgar y descubrir dónde están los límites. Para hacerlo, a menudo cruzarás dicho límite. Y, en algunos casos, llevarás el juego tan lejos que crearás auténticas paranoias en ella. Entonces, te descalificará. Pero recuerda que esto es parte de tu aprendizaje.
Sus Defensas: Hemos dicho que sus Defensas son como un aviso. Si crees que has sido detectado por su Radar, debes hacer cosas para contrarrestarlo o cambiar de camino. A veces, sin embargo, no te darás cuenta, activarás sus Defensas más de la cuenta y finalmente serás expulsado. Esto también forma parte de tu aprendizaje.
Fallar sus Tests: Como verás en breve, las mujeres nos tienden Tests de Aptitud constantemente. Si los fallas, es probable que acabes en la lista equivocada o descalificado.
Incongruencia: Es una de las formas más frecuentes de fallar sus Tests y, por tanto, también de Descalificación. Estás creando un personaje que proyecta muchos rasgos atractivos, pero solo la experiencia te llevará a hacerlo de forma totalmente congruente. Hasta entonces, se te escaparán cosas, tendrás deslices y habrá gestos que te traicionarán.
CONGRUENCIA
Todos jugamos de vez en cuando a ser James Bond. Es fácil adoptar un rol o un papel. De hecho, incluso los Fruscos lo hacen.
La diferencia entre el Frusco y el Aven es que este último es congruente. Y lo es hasta el final.
Por eso, aun cuando su coherencia lo lleve a equivocarse, aprenderá de sus errores solo después de haberse demostrado claramente que lo son[137]. El Frusco jamás llegará tan lejos en su aprendizaje porque anda con demasiado tiento. Tiene pánico a no ser aceptado, a ser criticado, a verse rechazado. Por ello, nunca llegará a conocer bien a su contrincante. A veces correrá peligro real de ser rechazado; otras se tratará de una simple estratagema. Pero, ¿cómo saberlo si nunca lleva las cosas a su límite? Será, pues, un jugador débil, que se marcará faroles débiles.
Pero eso no es malo únicamente porque ralentice el aprendizaje.
Lo es también porque los faroles destapados constituyen una muestra clara de incongruencia. Y, tan pronto como una mujer te descubre siendo poco congruente, se sentirá mucho menos atraída o interesada por ti. Pues las mujeres buscan otra cosa.
LAS MUJERES BUSCAN HOMBRES CONGRUENTES
Y, ¿sabes lo mejor? Las mujeres nos están sondeando y examinando constantemente. Lo hacen precisamente en busca de eso, de faltas de congruencia.
Pues ellas buscan, por encima de todo, hombres congruentes.
La razón es simple. Un hombre que no es congruente no le da seguridad alguna. No le ofrece la menor garantía sobre su fortaleza o sobre sus propósitos. No le ofrece tampoco ninguna certeza de que vaya a encajar en alguna de sus categorías[138].
PARA SER CONGRUENTES, HAY QUE ESTAR DISPUESTOS A PERDER
Recuerdo la primera vez que esta idea caló finalmente en mí.
Me encontraba chateando con una completa desconocida a la que había agregado por medio de una web de contactos[139]. Si sus fotos eran reales, se trataba de una mujer muy atractiva. Y, ya desde el primer intercambio de palabras, supe también que era una mujer con personalidad y muy inteligente.
Estaba claro que no iba a ser un contrincante fácil. Sin lugar a dudas, iba a obligarme a forzar mi juego al límite. Además, no contaba con las poderosas armas de comunicación que me ofrece el cara a cara, ni podía tampoco llevar a cabo un buen Calibraje[140]. Con todo, el Ciberligue siempre me ha gustado, porque pese a sus defectos sigue siendo un gran «simulador de vuelo»[141].
Pues bien, todas mis predicciones se cumplieron. Tras una hora de chateo, yo había logrado proyectar todo lo que había querido proyectar, pero me había visto obligado a mostrarme inflexible en mi rol. Pese a su constante presión. Sabía, a fin de cuentas, que hace falta algo más que amabilidad y búsqueda de aprobación para ganarse el respeto y el interés de una T9 inteligente.
Finalmente, ella me lanzó un último Test para ponerme a prueba. Me había ocurrido cientos de veces, así que yo sabía que ella estaba a punto de cortar con la conversación y descalificarme si yo no pasaba por su Aro Psicológico e intentaba cualificarme[142] ante ella tras su último desafío. Pero también sabía que, si intentaba cualificarme, no cortaría la conversación en ese momento, pero habría perdido mi congruencia. Y, entonces, o bien me descalificaría más tarde o bien me añadiría a su lista de hombres Beta de bajo Valor.
Lo sabía porque, como digo, en el pasado había probado ambas cosas cientos de veces, y siempre me había conducido a uno u otro resultado, respectivamente.
Básicamente, un par de minutos antes me había atacado porque la conversación le resultaba demasiado pesada, en el sentido de que se sentía bajo presión para estar a la altura cada vez que escribía una frase. Puesto que esta era una objeción legítima, yo respondí de inmediato pidiéndole el teléfono. Así avanzaría y, además, le estaría mostrando que no estoy a favor de las conversaciones pesadas.
Sin embargo, en lugar de darme su teléfono, comenzó a ofrecerme su Basura[143], racionalizando la descalificación que estaba a punto de llevar a cabo. Ahora, ser congruente implicaba arriesgarlo todo. Por primera vez, iba a hacer algo distinto y que mostrase mayor congruencia que lo que había hecho en ocasiones anteriores.
La corté justo en medio de su Basura y le dije que si no estaba dispuesta a mantener una conversación normal, lo mejor era dejarlo. Y me despedí, sin dejarla acabar. Ella no contestó.
Me había salido mal, sí, pero esa era la única forma de aprender. El problema, ahora, solo podía ser de Calibraje. Si repasaba la conversación, quizás encontrase alguna respuesta.
Pero la respuesta llegó unos minutos más tarde. En un nuevo mensaje me había enviado su número de teléfono.
La conclusión estaba clara: si no hubiese estado decidido a llegar hasta el final, si no hubiese estado dispuesto a perder, nunca habría destapado su farol.
CÓMO DETECTAR SI NO ESTÁS SIENDO CONGRUENTE
En la película Desafío Total, de Paul Verhoeven, un médico intenta convencer a Arnold Schwarzenegger de que no es un agente secreto luchando contra los malos en Marte, sino un obrero de la construcción que sueña que es un agente secreto. Parece que la estratagema le funciona hasta que una gota de sudor cae por su frente. La reacción de Schwarzenegger no se hace de esperar, que lo fulmina rápido de un tiro.
¿Qué ha ocurrido? Sencillamente, que la gota de sudor del médico le restaba congruencia.
En tu caso, ocurre algo similar. Prácticamente todo puede llevarte a parecer menos congruente. Tan pronto como haces o se te escapa algo que es inconsistente con la clase de persona que pretendes comunicar, estás siendo incongruente.
Por ejemplo, ¿estás tolerando algún comportamiento por su parte que no aceptarías de alguien que no te atrajera sexualmente? ¿Has adoptado un rol que «hace aguas» por algún aspecto de tu conducta? ¿Se encuentra tu forma de vestir, de hablar y de moverte alineada con el contenido de tus palabras? ¿Tienes la voz de la clase de persona que intentas parecer? ¿Y su forma de mirar?
No es algo sencillo. En general, la congruencia es muy fácil de perder porque los errores pueden colarse por cualquier rendija de cuanto acompaña a tu persona. Ser congruente también implica no sobreactuar, ya que esto representaría un claro síntoma de que no nos creemos el papel. En general, cualquier cosa que implique exagerar un rasgo más de la cuenta o encontrarse incómodo en ciertas situaciones, puede delatar una falta de congruencia.
HAZ COMO SI LO FUERAS HASTA QUE LO SEAS
La mejor forma de ser congruente es mostrarte como eres.
Ahora bien, si lo que eres no encaja con lo que debe ser un Aven y tú quieres convertirte en uno, hay otra forma de ser congruente.
Mostrarte como quieres ser.
Es decir, hacer como si lo fueras hasta que lo seas. El problema es que, para hacer que esta fórmula mágica funcione, debes ser del todo consecuente con tu deseo. Debes tener la disciplina de reconocer qué va a llevarte a dónde quieres y qué no. Y actuar en consecuencia.
Solo así podrás convencerte de que realmente quieres lo que dices querer y de que no se trata únicamente de palabras vacías. De que hay algo más que hojarasca en tus frases y técnicas. De que, aun cuando hayas sido un Frusco toda tu vida, estás dispuesto a hacer lo necesario para convertirte en un Aven.
Sé que suena un poco místico, pero por alguna razón el principio funciona. Funciona porque, en algunos aspectos de la vida, hay que comportarse como si se creyese en algo para poder creerlo. Y hay que creerlo para poder conseguirlo.
El esquema vendría representado así:
Acción —> Creencia —> Logro
Lo cual podría traducirse como: la acción lleva a la creencia, y la creencia lleva al logro. Por ello, para ser congruente con un papel que aún no encaja a tu persona no basta con fingir dicho papel. Hay que creerse el papel. Y para hacerlo hay que actuar como si dicho papel fuera cierto a todos los niveles[144].
Esto es así porque la persona a la que más te interesa convencer no se encuentra tan lejos de ti como crees.
AL PRIMERO QUE DEBES CONVENCER ES A TI MISMO
Vas a tener problemas de congruencia, una y otra vez.
A menos que te des pruebas claras de que estás caminando hacia la clase de persona en que te quieres convertir, los tendrás. Algo que, por lo común, implica realizar cambios reales en tu vida o tu persona. Es decir, para ganar congruencia, en la mayoría de los casos no nos quedará más remedio que llevar a cabo algún tipo de desarrollo personal.
¿Por qué?
Porque tu congruencia no va solo destinada a las mujeres. Lo fundamental no es convencerlas a ellas. Es convencerte a ti mismo.
Así que, a partir de ahora, de cada cosa que hagas, pregúntate: ¿va esto a convencerme más o menos de que soy la clase de persona en que me quiero convertir?
CATEGORÍAS FEMENINAS[145]
Sabemos que las mujeres tienen una tendencia clara a encasillarnos. No conocemos hasta que punto esto es inconsciente o no, pero lo hacen.
De nuevo, seguramente hay una gran explicación evolutiva al respecto. Quizás en el pasado resultaba importante para una mujer saber la clase de hombre que tenía enfrente para poder hacer el mejor uso de él.
Si, por ejemplo, se trataba de un Macho Alfa, demasiado preocupado por engendrar con tantas mujeres como le resultara posible, ¿qué sentido tenía tratar de retenerlo? Hacerlo solo le llevaría a perder su tiempo y a malgastar sus energías, cosas ambas que podría invertir mejor en alguien que no fuera una causa perdida.
Por eso era importante reconocerlo. Con él, simplemente debería preguntarse: ¿quiero sus genes o no? Y, si me apareo con él y luego me deja, ¿podré encontrar a alguien que se haga cargo de mí? ¿Cuento ya con ese alguien?
Asimismo, era vital reconocer a aquellos hombres más propensos a asistirla y a quedarse con ella durante periodos largos. Alguien, quizás, con menos opciones o con menos testosterona podría ser un candidato ideal.
Aunque muy plausible, esto no es más que una teoría para explicar un hecho que todo aquel que tiene experiencia con mujeres conoce de sobra: ellas nos encasillan.
Funcionan, por así decirlo, con categorías fijas de las que resulta difícil escapar. Además, no les gusta que la gente intente hacerse pasar por lo que no es. Si por ejemplo ella te encasilla en una categoría y cree que intentas dar la impresión de que perteneces a otra, vas a tener problemas. Puede, incluso, que te descalifique.
Ahora bien, ¿en qué consisten estas categorías? ¿Y qué rasgos las definen?
A continuación te ofrezco las categorías principales de las que se sirven las mujeres para encasillarnos. En principio, todas ellas poseen cierto atractivo o interés para las mujeres. Más tarde examinaremos algunas de las que no lo hacen.
CATEGORÍA BÁSICA: AMANTE Y PROVEEDOR
Aunque hay muchas subcategorías, esta es la primera división que una mujer se hace cuando te conoce. ¿Eres un amante o un proveedor potencial?
Esto podría traducirse a un lenguaje más común del siguiente modo:
¿Eres material de relación larga y estable o de relación fugaz y pasional? ¿Eres un novio o marido potencial? ¿O eres, por el contrario, alguien con quien tener un lío de una noche o mantener una relación más prolongada pero puramente sexual?
Consciente o inconscientemente, esto es lo primero que una mujer necesita decidir sobre ti. Es importante porque le dirá cómo actuar.
Si te ve como un proveedor, tratará de posponer el sexo, de conocerte y de intentar que te enamores de ella. En otras palabras, de cazarte.
Si, por el contrario, te percibe como un amante potencial, puede que se acueste contigo o no lo haga. Esto dependerá de cuánto se sienta atraída hacia ti y de otros factores que quizá se encuentren fuera de tu control. Pero, si lo hace, tenderá a hacerlo de forma más o menos rápida y a no verte tanto, al menos en principio, como material para una relación.
Por supuesto, esto no es siempre matemático. Hay subcategorías que condicionan estas dos. Además, la mayoría de las chicas no está libre de un poderoso condicionamiento cultural, que se encarga de complicar las cosas más aún.
Pero a un nivel muy profundo e instintivo, esto es lo que ocurre cuando despiertas el interés de una mujer. Y por eso conviene que lo tengas en cuenta.
LA CATEGORÍA DE AMANTE ES POCO FRECUENTE
Nos han educado tratándonos de hacer creer que no existe. Y, solo porque no es frecuente, porque hace falta —por así decirlo— un código de acceso para entrar en ella, muchos lo hemos creído. Al menos, lo hicimos durante nuestra campaña de Frusco.
La razón por la que lo creímos es que la inmensa mayoría de los hombres es considerada, a priori, como proveedor. Es fácil entender por qué. Desde el punto de vista de sus genes, toda mujer necesita uno. Interesa, pues, que haya tantos o casi tantos como mujeres.
Sin embargo, amantes es de esperar que haya muchos menos. Estos constituirán una élite reducida y contarán con un código especial para identificarse como tales.
SUBCATEGORÍAS: DOMINANTE Y SUMISO
Además de caer en la categoría de Amante o Proveedor, uno puede actuar de forma dominante o sumisa. Obviamente, esto puede generar cuatro subcategorías.
Según David DeAngelo, creador de la línea de productos Double your Dating, las posibles combinaciones darían lugar al siguiente esquema:
AMANTE Orientado hacia sí mismo |
PROVEEDOR Orientado hacia ella |
|
DOMINANTE |
CHICO MALO (Peligro) AVENTURERO (Diversión) |
TRIUNFADOR (Medios) PAPAÍTO (Control) |
SUMISO |
SEDUCTOR (Sexo) ARTISTA (Sentimiento) |
CHICO CORRIENTE (Lealtad) SUPERCALZONAZOS (Sumisión) |
En principio, la mayoría de los hombres que interesan a una mujer caen en una de esas categorías, o en una combinación de varias de ellas. Para que puedas formarte una ligera idea de en qué consisten, a continuación te ofreceré una breve descripción de cada una de ellas.
EL CHICO MALO (PELIGRO)
Abarca desde el típico macarra de barrio al inconformista transgresivo. Normalmente van de chicos duros y hacen todo lo posible para que se note. Beben, fuman, consumen drogas, se tatúan, conducen temerariamente o buscan peleas. Vamos, cualquiera de las cosas que tu madre no aprobaría. Por eso, a medida que las madres evolucionan y cambian, ellos deben de hacerlo también.
Algunas de estas personas, chapotean en la superficie de este rol, en tanto que otras se zambullen tanto en él que acaban convertidos en auténticos criminales o destrozando sus vidas.
Aunque los chicos malos resultan excitantes para las mujeres, dado lo impredecibles que resultan y la carga de emociones fuertes que su compañía proporciona, convertirse en uno de ellos tiene serias contraindicaciones. Como es lógico, yo solo te recomendaré que juguetees con algunos aspectos del rol, no que eches tu existencia a perder por tomártelo demasiado en serio. Sencillamente, no compensa.
Tipos: Mickey Rourke, Tommy Lee…
EL AVENTURERO (DIVERSIÓN)
El aventurero es un ser sediento de emociones nuevas o intensas. Pero en lugar de buscarlas en lo prohibido, las buscan en el riesgo legal y en la variedad de estímulos que el mundo puede ofrecerles.
Les gustan los deportes de riesgo. Cuando no, son muy dados a investigar, descubrir, explorar y probar cosas distintas. Suelen ser bastante peliculeros cuando hablan y resultan tremendamente divertidos. Además, resultan increíblemente optimistas y aguardan con expectación lo que quiera que puedan encontrarse a la vuelta de la esquina.
A las mujeres les encantan, porque son una fuente de nuevos estímulos y diversión. Inconscientemente, entienden que este tipo de hombres suele buscar más de una mujer, por lo que se lo perdonan mejor que a otros.
Tipos: Indiana Jones, James Bond, Hugh Hefner[146]…
EL SEDUCTOR (SEXO)
Son un género aparte. Casi todo en su vida gira en torno a las mujeres, a las que entienden perfectamente.
Su pasión es servirlas, complacerlas y ser extremadamente atentos y sensibles con ellas. Conocen todos los secretos de lo que las mujeres entienden por «Romántico» y son increíblemente detallistas.
Es como si tuvieran un sexto sentido para todo lo femenino. Como si hubieran nacido para ello.
A las mujeres les encantan, porque nadie las hace sentirse tan únicas, especiales, comprendidas, sexis y deseadas. Eso sí, tampoco son material de relación estable, ya que su fascinación por la mujer los lleva a picar de flor en flor.
Dicho sea de paso, una considerable porción de los Naturales que conozco se encuentran dentro de esta categoría.
Tipo: Johny Deep en Don Juan de Marco.
EL ARTISTA (SENTIMIENTO)
Los artistas son gente compleja, enigmática y, a la vez, capaz de conmover a la gente. A menudo son introvertidos y se esconden tras un caparazón, si bien la mujer intuye que cuanto se oculta detrás es extremadamente exótico. Puesto que las mujeres están programadas para sentirse atraídas por los retos y por todo aquello que haga vibrar sus emociones, parece que los artistas cuentan con algunas armas a su favor.
El artista es tan complejo que resulta impredecible, por lo que ellas sienten que no pueden descuidarlo. Les proporciona además el reto de comprenderlo, capacidad de la que se siente orgullosa la mujer. Además, es capaz de ahondar en sus sentimientos y de ayudarlas a redescubrirse.
Por desgracia, no todos los artistas tienen una personalidad sana.
Tipos: Kurt Cobain, Michael Jackson…
TRIUNFADOR (MEDIOS)
Son lo que se conoce por «buenos partidos», «solteros de oro», etc., y las mujeres compiten por «cazarlos».
¿Por qué? Porque son la representación andante de la meta última de un inmenso número de mujeres: Estatus y estabilidad. Se trata, pues, de la clase de hombres por los que las mujeres se sienten atraídas de forma más consciente. Esto es así hasta el punto de que existe un libro escrito por un dúo de psicólogas neoyorquinas, Ellen Fein y Sherrie Shneider, que enseña a las mujeres a cómo cazarlos. Se llama Las reglas del juego y, si tienes ocasión, te recomiendo encarecidamente que lo leas. Hazlo y entenderás mejor lo que se cuece.
Por lo demás, aunque proveedores, los triunfadores son generalmente dominantes. Se han esforzado mucho por llegar a donde están, y normalmente trasladan su capacidad de liderazgo a sus relaciones personales.
La forma de mostrar que eres uno de ellos es conduciendo un buen coche, viviendo en un barrio pijo, ofreciéndole cenas en restaurantes caros y románticos y ofreciéndole regalos.
El problema de este rol es que resulta un poco caro y, si no eres un auténtico triunfador, te va a salir por un ojo. Además, si la chica se ha leído Las reglas del juego, es posible que llegar a tener sexo con ella te lleve más tiempo del que te imaginas.
Tipo: Mario Conde.
EL PAPAÍTO (CONTROL)
Existe una energía especial y típicamente masculina que emana de esta categoría. Muchas mujeres, en especial aquellas más atractivas que están acostumbradas a salirse casi siempre con la suya, se sienten especialmente atraídas hacia los hombres que las tratan como niñas pequeñas, las controlan y les dicen lo que tienen que hacer.
A estas mujeres, obtienen de un papaíto una guía y una sensación de seguridad que no encuentran en otros hombres.
Los papaítos son personas naturalmente dominantes, algunas hasta extremos insanos. Mi recomendación es que te mantengas siempre dentro de los sanos.
Tipo: El personaje de Rodrigo Borgia en Los Borgia.
EL CHICO CORRIENTE (LEALTAD)
El principal problema de los chicos corrientes es que abundan. Por ello, tienden a convertirse un poco en comodines de las chicas. Los eligen como novios aquellas que ya no buscan experiencias especiales y solo quieren una relación segura y sin sobresaltos. O aquellas que las persiguen en otras partes pero no quieren renunciar a alguien que les proporcione un colchón emocional y, a veces, también económico.
Aunque muchos de estos chicos corrientes tienen un pasado más espectacular, la vida los ha ido domando, por lo que acaban aceptando niveles quizá demasiado altos de mediocridad. Las mujeres también los han ido domando, por lo que suelen acabar controlados por ellas. Aun cuando la cosa no empezara así.
Sí eres un chico corriente, no te digo que dejes de serlo, pero sí que hagas cosas para empezar a salirte un poquito del montón. En este sentido, este libro puede hacer maravillas por ti.
Tipo: Antonio Resines en La buena estrella.
EL SUPERCALZONAZOS (SUMISIÓN)
Las mujeres no son tontas después de todo.
Puede que tú y yo, si encontrásemos a alguien que nos lo pusiera todo en bandeja y que nos tratara como reyes, también lo aceptásemos por un tiempo. Esto es lo que el supercalzonazos hace. Sigue a su chica a todas partes diciéndole cosas como: «¿Qué te pasa cariño?», «¿Estás bien?», «¿Puedo hacer algo por ti?» o «¿Hay algo que te haya molestado?» y «Lo siento».
Algunas mujeres, en especial las más dominantes, los aceptan o incluso se casan con ellos. Sin embargo, a la larga ni ellos ni ellas son felices.
Si crees que eres un supercalzonazos, te aconsejo que trates de añadir a tu persona ingredientes de las categorías anteriores. Si además estudias a fondo el libro que tienes entre manos y empiezas a valorarte y respetarte más, solo puedes mejorar. Puede que a corto plazo pierdas la aprobación de algunas mujeres, pero a la larga creo que resultará beneficioso.
HAY OTRAS CATEGORÍAS
Por supuesto, hay más categorías, así como muchas combinaciones posibles entre las que ya has visto. Pero estas son las básicas.
Es decir, las básicas en las que una mujer puede encasillarte si le interesas o atraes de alguna forma. Porque, querido amigo, esto no va a ocurrir siempre. En el apartado siguiente te ofrezco algunas de modelos que rara vez van a alguna parte con las mujeres.
CATEGORÍAS SIN ÉXITO
Te ofrezco solo algunas de las más típicas:
Tampón Emocional: Te sueles convertir en uno cuando creas un gran Romance con una mujer sin haber demostrado Valor alguno. Ella te solamiguea y te convierte en el vertedero de todas sus penas. Con todo, caer con una o dos TBs en esta categoría puede venirte bien para aprender.
Lista Negra: Si ella pudiera, te habría Descalificado hace tiempo. Pero, por las razones que sean, no puede. Te odia, desprecia o simplemente le causas repulsión. Es difícil salir de aquí, pero para hacerlo deberás antes romperle completamente los esquemas.
Don Controversia: Aquí meten a los hombres que discuten por todo. Lejos de parecerles atractivos, ellas saben que discutir es su forma de disfrazar su inseguridad.
Hiperretraído: Sencillamente, la gente demasiado tímida tiene un problema con las mujeres. Digan lo que digan, el tímido siempre se encuentra a merced de que otros decidan o no tomar la iniciativa. Y ellas, salvo excepciones, no van a hacerlo. Tenlo por seguro.
Pulpo Emocional: ¿Necesitado? ¿Es realmente difícil quitársete de encima en cuanto se te da un poco de cariño o atención? ¿Sabes que no vas a encontrar a otra que lo haga, por lo que te aferras a ella con todas tus fuerzas? Bien, las mujeres los temen. Y los huelen. Y los huyen.
Megapardillo: Si no tienes ningún tipo de habilidad para vestirte, comportarte en público o tratar con la gente, ellas van a alejarse de ti tanto como puedan.
Don Lamentos: Si eres muy negativo y crees que todo te va mal, es hora de que cambies. Pues, aun cuando te vaya mal realmente, es mejor que no se entere nadie. Y menos ellas.
Ligón: El ligón no es más que un aventurero o Seductor con muy poco Valor. A menudo caes en esta categoría cuando su Radar te detecta. Cuando esto ocurre, tienes varias líneas de acción, que debes emprender todas a la vez: 1. Flirtear abiertamente, actuar más Alfa y demostrar Valor, para pasar a la categoría de Aventurero o Seductor. 2. Usar mucho el humor, para arrancarla del Modo Lógico y relajar sus Defensas. Así podrás cambiar su estado de ánimo provocado por el Factor Fulana y conducirla a un Estado Favorable.
LAS CATEGORÍAS DAN LUGAR A COMPORTAMIENTOS CONTRADICTORIOS
Dejando de lado posibles mitos y exageraciones, es cierto que el comportamiento de la mujer a veces parece contradictorio. Sobro todo en materia de sexo o amor.
Ahora bien, ¿cuál es la causa? En mi opinión lo hacen las propias categorías que utilizan las mujeres.
Por ejemplo, a un nivel instintivo las mujeres saben que los hombres con un alto Valor rara vez están dispuestos a actuar como Proveedores dóciles durante un largo tiempo. A fin de cuentas, estos saben —también a un nivel instintivo— que pueden estar con muchas mujeres, por lo que su propia estrategia reproductiva los lleva a tratar de vincularse a una mujer concreta lo menos posible. Especialmente, antes de haber hecho suficientes «diabluras».
De ahí que, aunque a los genes de la mujer les interese «capturar» a un Hombre Alfa que, a la vez, sea fiel y sumiso, estos saben de sobra que dicho fenómeno no se suele dar en la vida real.
Y todo se origina de ahí. Por ejemplo, una mujer puede querer —y decir que quiere— a alguien sumiso y obediente (aunque no lo expresen con estas palabras). Sin embargo, cuando lo eres, parece que se resientan por ello. Lo hacen hasta el punto de que pueden llegar a buscar algo nuevo en otra parte.
Y ¿por qué ocurre esto? Sencillamente, porque al someterte con demasiada facilidad… ¡les estás demostrando que no eres Alfa!
LOS RASGOS FEMENINOS SON MÁS ENCASILLADOS COMO RELACIÓN LARGA
Hay otra teoría interesante circulando entre los miembros de la comunidad. Según dicha teoría, las mujeres tienden a encasillar más a menudo a los hombres con rasgos femeninos en la categoría de novio, relación estable, etc. Según dicha teoría, es más probable que dichos hombres tengan menos testosterona que aquellos con rasgos más viriles, los cuales resultan mejores candidatos para relaciones relámpago.
Aunque no sé hasta qué punto es cierta dicha teoría, conviene tenerla presente por si acaso. A fin de cuentas, siempre es bueno saber qué efecto podemos causar instintivamente a las mujeres. Dicho conocimiento nos ayudará a tomar decisiones relativas a lo que más nos conviene en cada ocasión.
¿Queremos potenciar nuestros rasgos para aprovecharnos de ellos? ¿Queremos trabajar sobre ellos para cambiarlos?
En principio, de todo se puede sacar partido.
QUIERES EL ORO, NO EL CARBÓN
Piensa que estás en una mina, en la que hay oro y carbón.
Sin embargo, en una parte de ella las concentraciones de oro son muy elevadas y, en la otra, muy escasas. Supongamos que solo tienes una pala y tu esfuerzo. ¿En qué parte de la mina empezarías a excavar?
Pues bien, con las mujeres ocurre exactamente lo mismo. El problema es que, a algunos hombres les ha tocado la parte donde abunda el oro, y a otros aquella en la que predomina el carbón.
Esto, que suena trágico, no lo es por una sencilla razón: podemos hacer algo al respecto. Como el minero con su pala, podemos elegir cambiar y desplazarnos hacia la actitud que nos proporcionará más oro teniendo que respirar menos carbón.
El Aven tiene esta actitud. Quizás también te convenga adoptarla a ti. A menos, claro está, que prefieras el carbón[147].
En otras palabras, si pudieras elegir, ¿dónde preferirías que te encasillaran? Aunque he sido encasillado de muchas formas, yo personalmente prefiero ser interpretado como amante, ya que si me apetece mantener una relación larga con alguien con quien ya he mantenido un encuentro sexual, lograrlo no me resulta demasiado difícil.
Sin embargo, ten presente que no hay nada simple en esta vida. A veces, aquello que más deseas puede convertirse en una auténtica pesadilla. Porque no es oro todo lo que reluce.
NO ES ORO TODO LO QUE RELUCE
Ten cuidado al decidir lo que quieres. Puede que algunas cosas no sean tan buenas como parecen.
Te lo digo porque yo mismo he mantenido varias relaciones estables, largas y muy enriquecedoras. En este sentido, puedo decir que no estoy en contra de ellas. De lo que estoy en contra es de entrar en una relación de manera casi forzada, porque apenas se cuente con opciones. Esto me ha ocurrido en el pasado, y conozco a muchos hombres que se encuentran en dicha situación.
Pero desengáñate. Una relación puede ser algo maravilloso y aportarte experiencias únicas y valiosas siempre y cuando tú la hayas elegido.
¿Por qué te digo esto?
Para que no interpretes el oro como «amante» o «sexo rápido» y el carbón como «proveedor» o «relación». Aunque en muchos casos es así —y por ello quiero hacerte reflexionar—, en otros no lo es.
Te ofreceré un ejemplo de ello.
Tengo un gran amigo que es increíblemente bueno atrayendo a las mujeres, uno de los mejores que conozco. El problema viene porque estas siempre lo encasillan en la categoría de amante, por lo que casi siempre lo utilizan sexualmente y rara vez se enamoran de él. Para más INRI, resulta que él no es feliz así puesto que lo que más le llena —y cito sus palabras textuales— «es una relación larga, en la que llegue a ganar confianza con otra persona y a compartir una clase de intimidad que simplemente no se da en las relaciones rápidas».
Y, aunque sé que el problema puede resultar cómico para algunos, te aseguro que no lo es en absoluto.
TESTS DE APTITUD
¿Te ha ocurrido alguna vez que una chica te exija, cada vez más, cosas más ridículas para satisfacerla? ¿Has intentado alguna vez complacerla en todo para comprobar con sorpresa que, cuanto más lo hacías, más parecía ella perder interés por ti y ponerse más quisquillosa? ¿Has seguido alguna vez esta dinámica hasta su extremo para comprobar finalmente cuál es su triste desenlace?
¿Tienes idea de qué está pasando aquí?
Para entenderlo quizás debamos llevar a cabo, una vez más, una pequeña regresión.
Regresemos de nuevo 50.000 o 100.000 años atrás y pintémonos de nuevo aquel panorama severo, bárbaro y hostil. Las mujeres se refugiaban en cuevas mientras los hombres salían a enfrentarse con feroces manadas de tigres dientes de sable.
Imagínate ahora que eres una TB y que estás sola…
¿Cómo te sientes? ¿Un poco necesitada de protección, quizás? Si no lo sientes, es que tienes que realizar de nuevo el experimento mental.
Pues, en aquella época, la supervivencia física de una mujer dependía a menudo de contar con un hombre fuerte y valiente a su lado. Alguien capaz de cazar y matar animales salvajes. Alguien capaz de protegerla de tribus hostiles.
Ahora bien, ¿cómo encontrar a ese hombre?
La cosa no era siempre tan fácil. Por ello, aquellas mujeres que desarrollaron sistemas innatos para discriminar a los hombres valientes y fuertes de los débiles y cobardes contaron con una cierta ventaja evolutiva. Es de esperar, pues, que con el tiempo acabaran reemplazando por completo a aquellas que carecían de dicho mecanismo.
Para entender en qué consistían dichos programas innatos solo hay que estudiar el comportamiento de las mujeres de nuestros días, las descendientes directas de aquellas campeonas de la supervivencia.
SI NO HAS SIDO DESCALIFICADO, EL PROCESO DE SELECCIÓN CONTINÚA
Dejemos por un momento la selección natural, que a veces resulta un poco abstracta. Y volvamos, si te parece, a la analogía de la empresa que ofrece un puesto de trabajo codiciado.
Tú eras el responsable de personal, ¿recuerdas?[148]
Pues bien, supón que ya te has quitado de encima de la mesa todos aquellos currículos de candidatos que parecían poco valiosos para el puesto o que mostraban algún punto dudoso. Como bien recordarás, esto lo hacías cuando hablábamos de la descalificación[149]. Y recordarás también que al hacerlo corrías el riesgo de eliminar a algún candidato válido para el puesto pero que, habiendo tantos, dicho riesgo era mucho menor que el de dejar pasar a uno claramente poco apto.
Ahora ya tienes un grupo amplio de «no eliminados». Sin embargo, el grupo sigue siendo muy extenso. Han pasado la primera ronda de eliminatorias, pero quedan muchas más. Y no puedes pasar días y días con cada uno, eso sería poco práctico. De hecho, solo tienes unos minutos para cada entrevista. Así pues, dime: si te mostraran un sistema bastante eficaz de tender trampas a los entrevistados de forma que, si fallasen, rápidamente se viese que —aunque fingían estarlo— realmente no se encuentran preparados para el puesto, ¿adoptarías dicho sistema? ¿No crees que lo harías sin pestañear? Pues eso es precisamente lo que, a lo largo de la evolución de nuestra especie, han ido haciendo las mujeres.
NOS PONEN A PRUEBA
Esencialmente, el objetivo último de dichos mecanismos innatos es ponernos a prueba. Esta es, a fin de cuentas, una gran manera de saber de qué madera está hecho alguien y si se puede confiar en él o no. Pero, sobre todo, de saber si se puede confiar en su fortaleza y habilidad.
A menudo, una mujer te presionará de mil formas aún antes de tener nada serio con ella. La finalidad de dicha presión es, más que otra cosa, saber si hay algo contra lo que presionar. Llevándote al límite pueden saber si marcas fronteras a los demás, si posees entereza de espíritu, si eres íntegro y capaz de plantar cara aún a riesgo de perder algo importante.
Y, aunque no lo creas, saber que posees un Marco sólido, que no vas a aceptar cualquier cosa o que no vas a tragarte su Basura les hace sentirse mejor. Más seguras. Les hace sentir que están frente a un hombre real. Les reafirma en su creencia de que dicho hombre es lo bastante fuerte y seguro de sí mismo para reaccionar de manera adecuada cuando es provocado y de mantenerse firme ante el peligro.
En otras palabras: a un nivel instintivo, les hace sentirse protegidas.
Pues, si una mujer siente que te puede controlar, perderá la confianza en ti.
¿CAPTAS LA INDIRECTA?
Cada vez que permites que una mujer te manipule, cada vez que la tratas con más deferencia de la necesaria, cada vez que te tragas su Basura, aceptas su Marco, dejas que salga de un Estado Favorable, aceptas comportamientos por su parte que no tolerarías en alguien que careciese de poder alguno sobre ti, ¿qué le estás mostrando?
Exacto. Le estás mostrando debilidad e inaptitud. En otras palabras, le estás mostrando a un nivel instintivo que no eres capaz de protegerla.
Y, aunque a corto plazo reaccione bien, a la larga se resentirá por ello. Y, a menos que empieces a mostrarle cierta fortaleza, pronto comenzará a sentir dudas sobre ti y se interesará más por otros hombres[150].
UNA MUJER NUNCA TE DIRÁ COMO ATRAERLA
O rara vez[151].
Si lo hiciese, estaría atentando contra el espíritu mismo de los Tests de Aptitud. Eso por no hablar del flaco favor que haría a sus genes. A fin de cuentas, a estos les interesa más quedarse con hombres capaces de descubrirlo y dejar a los ineptos de lado. Hacer algo distinto sería como mostrar a los candidatos a tu puesto de trabajo lo que tienen que decir para ser aceptados antes de llevar a cabo la entrevista. No tendría demasiado sentido, ¿verdad?
Así que no lo olvides. Una mujer nunca te dirá lo que tienes que hacer para atraerla.
Esta es, además, la razón por la que las encuestas no funcionan. Pueden decirte lo que quieren en un hombre, pero solo lo que quieren encontrar en él después de sentirse atraídas hacia él. El paso de antes, se lo saltan.
Es tu trabajo encontrarlo. Y el mío, ayudarte a hacerlo.
LA ESTUPIDEZ DE LA MISOGINIA
Parece que las mujeres nos despisten adrede. Y es precisamente este hecho de que a menudo deseen, a un nivel profundo, lo contrario de lo que expresan de un modo superficial, el que ha motivado un buen número de actitudes misóginas en hombres a lo largo de la Historia. A veces, incluso entre hombres de gran talla humana o intelectual.
Mi opinión es que, si bien dichas actitudes contaban con cierta justificación en el pasado, hoy en día no hay excusa para ellos. Pues, aparte de la ignorancia, ¿qué puede llevar a un hombre a ser misógino? Y esto, que en general no es deseable, resulta especialmente incomprensible cuando viene de personas con cultura científica.
A fin de cuentas, ahora que ya conocemos la causa del comportamiento a veces contradictorio y caprichoso de las mujeres, no hay nada que reprocharles. Es cierto que las mujeres son capaces de llevar a un hombre al límite. Pero, si no fuese por dicha capacidad, hoy no seríamos la especie tan perfecta que somos. Debemos, pues, darles las gracias por ser así.
ESTATE PREPARADO
Debes darles las gracias pero, a la vez, permanecer preparado. Debes asumir sus Tests como la lluvia, el viento, el sol, las canas o cualquier otra cosa inevitable de la vida. Y, en cierto modo, aprender a disfrutar de ellos.
Pero, ante todo, debes esperarlos. Espéralos porque van a llegar. De hecho, el que lo hagan es incluso buena señal, pues ya denota un cierto interés en tu persona.
Pero espéralos y, cuando puedas, ten preparadas tus respuestas. Porque los Tests van a llegar. Lo llevan haciendo mucho tiempo y, a corto plazo, no es de esperar que las mujeres cambien[152].
CELEBRA QUE TE PONGAN A PRUEBA
¿Crees que esa chica que te pone a prueba se dedicaría a hacer Tests al mendigo de la esquina?
Lo cierto es que solo lo hace con chicos en los que puede estar potencialmente interesada. En otras palabras, un Test de Aptitud es una forma un tanto retorcida de IDI.
Para que la interacción vaya a más… ¡solo tienes que superarlos!
ENCONTRARÁS MUCHOS TIPOS DE TEST
Aunque todos te ponen a prueba de un modo u otro, los hay de muchos tipos. Desde ofrecerte su Basura para ver si te la tragas hasta presionarte a fondo para comprobar de qué pasta estás hecho. Sin embargo, aquello en lo que coinciden muchos de los Tests es en que están encaminados a poner a prueba tu congruencia[153].
A veces, solo se trata de formas de arrastrarte hacia su Marco[154].
En muchas ocasiones, son tentativas por parte de la mujer de escapar a sus Estados Favorables[155].
A veces es una combinación de estas cosas.
A continuación, te ofrezco algunos de los más comunes.
AROS PSICOLÓGICOS
Al principio de una interacción, los más frecuentes son los Aros Psicológicos. Te pone a prueba encomendándote pequeñas tareas, pidiéndote favores, abusando de tu confianza o dando por sentado que vas a aceptar ciertas faltas de respeto. Cosas como no prestarte atención cuando chateas con ella por Internet, pedirte que le compres algo de beber o invitarte a que te cualifiques ante ella. Algunos Aros son más pequeños que otros. Por ejemplo, a veces se reducen a cosas tan inocentes como preguntarte la edad o a qué te dedicas. Aunque esto puede parecer estúpido, a menudo sienta el principio de una dinámica donde los Aros Psicológicos son cada vez más grandes y llega un momento en que ella te atribuye un Valor muy bajo y te acaba perdiendo el respeto por completo. Por cierto, cuando digo respeto no me refiero necesariamente a respeto como ser humano, sino respeto como candidato potencial a acostarse con ella.
La cuestión es que con los Aros Psicológicos te está midiendo desde un principio, decidiendo el Estatus que debe atribuirte y la clase de categoría en la que te va a encasillar.
CÓMO SUPERAR LOS AROS PSICOLÓGICOS
Una buena forma de superar un Aro Psicológico es ignorarlos por completo o, cuando esto no puede hacerse, tenderle tú otro Aro para que pase por él antes de condescender a hacerlo tú por el suyo.
Ejemplo:
—¿Por qué no vas y me traes una bebida?
—Faltaría más. Pero antes dime: ¿qué clase de masaje me vas a dar cuando lo haga?
Si no te sigue el juego, puedes darle la espalda como decepcionado y dirigir tu atención a otra persona. Si te lo sigue —es decir, si flirtea—, cuando vuelvas puedes exigirle el masaje y quedarte con la bebida hasta que te lo dé. Si no lo hace, puedes actuar como lo haría un niño juguetón y travieso y beberte su bebida. «Ya sabía que no estarías a la altura de las circunstancias», podrías añadir antes de darle un gran sorbo, «por eso le he pedido que me ponga la cantidad de hielo que me gusta».
La idea es mostrarle que eres divertido y, a la vez, todo un reto para ella.
Otro ejemplo:
—¿En qué trabajas?
—Adivina (le estás tendiendo tú otro Aro Psicológico)
—Mmmhh…. X.
—No, realmente hago X[156].
CREAR TENSIÓN
A menudo, una mujer puede encontrar muchas formas de crear tensión, para ver si ese coloso de rostro imperturbable que tiene frente a ellas acaba pareciéndose más a un flan o a un castillo de naipes.
Por ejemplo, puede mirarte con cara de sospecha, tocar temas que crea que te pueden incomodar o que resulten conflictivos, poner en duda tus capacidades o cualquier otra cosa que te haga sentir incómodo o te ponga en evidencia.
Lo mejor que puedes hacer es seguir siendo congruente con lo que quiera que hayas mostrado hasta el momento y, en ciertas ocasiones, incluso ignorarla.
MOSTRAR DESAPROBACIÓN O DESAGRADO
Este es otro de los más frecuentes. A menudo, las chicas muestran rechazo o desagrado por algo que haces o dices para ver si te asustas y cambias de opinión o corres a disculparte. O a justificarte, que no es mucho mejor. En ocasiones, su programación social les lleva a sentir auténtico rechazo o desagrado por muchas cosas estúpidas.
Pues bien, aún en aquellos casos, tu Valor descenderá notablemente si te disculpas o justificas.
En lugar de ello, te conviene ignorar por completo su comentario y, a veces, incluso ridiculizarla delante de sus amigos. En otras ocasiones, lo adecuado será hacer caso omiso de su desaprobación y sacar otro tema con el que metértelas en el bolsillo. A fin de cuentas, una vez empiezas a gustar seriamente a una chica, esta empieza a excusarte de mil formas ante los demás o ante sí misma.
Habrá casos, incluso, en los que aquello que más critican sea también, precisamente, aquello que más les atrae.
FALTARTE EL RESPETO
Puede hacerlo directa o indirectamente. Lo hará indirectamente cuando no tenga en suficiente consideración tu tiempo, dinero, propiedad o inteligencia. Cuando una mujer te ofrece su Basura, por ejemplo, es una forma de falta de respeto. Si tú te la tragas, estarás siendo incongruente y fallando uno de sus Tests.
Por ello, cuando esto ocurra, lo mejor que puedes hacer es decírselo educadamente y marcharte, dejarla de lado y prestar más atención a sus amigos o cualquier otra cosa que muestre a las claras que no tienes tiempo para la gente que no te respeta o toma en serio.
IR DE MONJITA
Este es un tipo de test en el que cae la mayoría de la gente y que los Naturales saben superar muy bien.
Básicamente, hoy en día hay muy pocas monjitas. La mayoría de las TBs, a partir de cierta edad, saben lo que es una aventura apasionada. Han tenido demasiadas oportunidades como para no saberlo.
Por ello, cuando una mujer se hace la monjita contigo de buenas a primeras, se hace la ofendida o la paranoica si llevas a cabo un comentario sexual o te deja claro, sin venir a cuento, que solo busca amistad, lo más probable es que te esté poniendo a prueba. Si te la tomas muy en serio, la empiezas a respetar más de la cuenta y te sientes cohibido en su compañía, ya sabrá que no debe catalogarte como amante.
Lo que los Naturales y los Aven hacen es ser ellos mismos y seguir expresando sin cohibiciones su naturaleza sexual. Si la «monjita» se mete demasiado con ellos, la ignoran por completo o la ridiculizan con cariño. Cuando esto se hace bien, la mujer no suele tardar en quitarse sus máscaras, relajarse y empezar a ser más ella misma.
Ahora bien: hay monjitas de verdad. Pocas, pero las hay. Lo que debes preguntarte es si, habiendo tantas mujeres sin traumas extraños, tienes tiempo para monjitas. Si te interesan las «monjitas» realmente, te respeto. Pero me temo también que este libro no está diseñado para ayudarte en dichos casos.
TACTO, SENSIBILIDAD Y DISCRECIÓN
A menudo, una mujer simplemente necesita saber que puede confiar en que está con alguien que es capaz de leer sus señales. Necesita saber que vas a parar cuando te diga que pare, que vas a entender cuándo no es el momento de hacer algo o, simplemente, que no vas a ponerla en evidencia delante de un montón de gente.
Para salir de dudas, a veces te enviará señales de que quiere dejar de verte, o de que no quiere seguir tratando un tema, de que algo le desagrada o de que no es el momento para cualquier cosa.
Aunque esto lleva tiempo y práctica, la forma de pasar estos Tests es aprender a reconocer dichas señales y demostrarle, con clase y educación, que lo haces. Que sabes cuándo seguir y cuándo parar. Y que no la vas a poner en una situación incómoda o comprometida.
ACTUAR DE FORMA NORMAL
A veces, aunque rara vez, una mujer no hará nada. Actuará de forma normal, como cualquier persona adulta y civilizada. Si en esos momentos tú te crees que está sometiéndote a alguna clase de test porque estás obsesionado con ellos, es muy probable que el que se ponga a hacer cosas raras seas tú y lo estropees.
Si ese es el caso, habrás fallado el test del «no test».
Tu trabajo es aprender a reconocer cuándo una mujer se está comportando de forma madura y cuándo, por el contrario, te está poniendo a prueba[157].
SALIR DE SU ESTADO FAVORABLE
A veces verás que buscan conflicto sin venir a cuento, una razón para odiarte o para dejar de verte como un tipo atractivo. Son ese tipo de situaciones en las que, a primera vista, hagas lo que hagas la interacción va a salir perjudicada. ¿Por qué? Porque parece que se empeñen en romper el encanto, en salir de su Estado Favorable. Y que lo van a conseguir.
Parece que solo te deja dos opciones. O la ofendes por un lado y muestras cualidades indeseables o respondes a sus preguntas y dejas que ella adopte el Modo Lógico[158], el cual —como irás comprobando— no es el que más nos interesa.
Por ejemplo, te puede decir cosas como: 1. «¿Eres un seductor?» o 2. «Apuesto a que le has dicho esto a un montón de tías» o 3. «¿Lo tenías todo planeado?» o 4. «¿En qué trabajas?» o 5. «¿Dónde estabas anoche?».
Si ofreces respuestas del tipo: 1. «No, no soy un seductor, ¿por qué piensas eso de mí?» o 2.«No, mujer, no soy así» o 3.«No, te aseguro que no había planeado nada» o 4. «Trabajo en una oficina como tal y tal haciendo tal y tal» o «5. En casa, viendo la tele», estás pasando por sus Aros Psicológicos y, además, estás permitiendo que ella opere en Modo Lógico. Estás, pues, dejando que salga de su Estado Favorable.
Si en cambio le das cualquier respuesta que la cabree o que la haga encasillarte como que «vas a por eso», acabarás activando sus Defensas u ofendiéndola, cosas ambas que también la sacarán de su Estado Favorable.
La gran pregunta no puede hacerse de esperar. ¿Es este un callejón sin salida? Si ella se empeña en salir de su Estado Favorable, ¿va a conseguirlo de todos modos?
Lo cierto es que no. Hay formas de mantenerla en su Estado Favorable. Y ella premiará con su interés sexual a aquellos que sean lo bastante Alfa para encontrarlas. Es un test y, como ocurre con todos los Tests, el apto es quien sabe cómo superarlo.
Al resto, o bien los encasillará en la categoría de «capullos» o bien los considerará como proveedores potenciales y material de relación estable. Nada, pues, de sexo rápido para ellos.
Pero volvamos a cómo superar sus tentativas de salir del Estado Favorable.
Para hacerlo, supongamos que respondes de manera distinta a los casos anteriores. Por ejemplo: 1. «Solo desde que te he visto. Pero si sigues haciéndome esa clase de preguntas puede que me replantee la profesión y empiece a cobrar por ello». 2. «Sí, pero te juro que después de ver tu reacción es la última vez que lo hago». 3. «Al milímetro. Lo que ya no entraba en mis planes era esa legaña que tienes en el ojo. Ven» Le quitas la legaña —real o no— y añades: «Pide un deseo». 4. «¿De verdad quieres saberlo? ¿Has visto la peli Abre los ojos? ¿Recuerdas la escena en la que Eduardo Noriega sale de espaldas en la ducha? Yo puse el culo». 5. «Estuve en casa pensando en ti. Pero luego me aburrí y contraté cinco strippers».
¿No crees que este puede ser mejor camino?
Lo que todas estas respuestas tienen en común es que no la dejan salir de su Estado Favorable. Al suponer una especie de reto, no la dejan operar en su Modo Lógico. Al ser divertidas, tampoco te puede resentir por ello.
Como es lógico, hay infinitas formas de salir de esa clase de encerronas. Lo importante es que entiendas el principio que te permite hacerlo.
OTROS TESTS
El abanico de Tests posibles es prácticamente infinito. Lo es tanto como la creatividad humana. A continuación te ofrezco solo algunos ejemplos concretos, de la forma más concisa.
- El FIDI: Se llama así al Falso Indicador De Interés.
Normalmente lo usan acompañando a un Aro Psicológico, para ver si
así picamos. Fallas si: Pasas por el Aro Psicológico.
Le ofreces IDIs. - El cebo sexual: Consiste en sacar temas demasiado sexuales o
alardear sobre sus proezas sexuales sin que venga realmente a
cuento y únicamente como cebo. Fallas si:
Te sientes incómodo.
Te excitas sexualmente.
Debes, pues, encontrar formas de hacerle ver que te sientes cómodo y, a la vez, que estás en control de tus propios impulsos. - La explosión emocional: Consiste en sobrereaccionar, cayendo en
alguna clase de explosión emocional ya sea por medio de la ira, el
llanto o incluso el miedo. Fallas si:
Te lo tomas demasiado en serio.
Te dejas arrastrar o que te afecte. - Apartarte de tu camino: Se basa en tratar de distraerte cuando
tienes que trabajar o hacer cualquier otra cosa que ella piensa que
es importante para ti. Fallas si:
La antepones a cualquier cosa o actividad importante para ti. - El novio: Este es un test muy frecuente. A menudo las mujeres
nos hablan de su novio —real o imaginario— para ver si te afecta
negativamente, si te vienes abajo o si tratas de echar a su novio
por tierra. Fallas si:
Te deprimes o vienes abajo de cualquier manera.
Sobrereaccionas de cualquier modo.
Intentas echar al novio por tierra, desacreditarlo, meterte con él, etc.
Dejas que las cosas pasen a un terreno lógico y racional.
En estos casos, la forma de pasar el test es seguir aplicando juego, sin alterarte y como lo harías normalmente. Además, conviene que pongas especial cuidado en mantenerla en un estado altamente emocional, como opuesto a un estado lógico y racional. Y, teniendo esto, puedes también usar algunos Destructores de Novios[159].
CÓMO SUPERAR LA MAYORÍA DE LOS TESTS
En general, si te has fijado verás que la inmensa mayoría de los Tests son, ante todo, Tests de Congruencia, tentativas para establecer su Marco o para salir de su Estado Favorable. O cualquier combinación de estas cosas.
Por ello, se superan también con tres elementos: Congruencia, destreza para conservar Nuestro Marco y habilidad para mantenerla en un Estado Favorable.
Por supuesto, las mejores respuestas a cada uno de ellos, aquellas que muestran que eres congruente, o que son capaces de mantenerla en tu Marco o de llevarla a un Estado Favorable, varían en cada caso. Pero recuerda que la idea es reaccionar como los hombres más Alfa lo harían si se viesen en dicha situación. En otras palabras, ser congruente con dicho papel.
A veces, por ejemplo, viene bien visualizar a alguien con mucho juego y preguntarse qué haría él si estuviera en tu pellejo. Eso te ayudará a mejorar la congruencia y a encontrar formas de mantener al Objetivo dentro nuestro Marco o de devolverla a sus Estados Favorables.
APRENDE DE TUS ERRORES
El problema es que las cosas a veces suceden demasiado rápido. Como comprenderás, sería ingenuo esperar por tu parte y pretender por la mía abordar aquí una lista de todos los posibles Tests que una mujer te puede hacer con todas las respuestas acertadas.
Mi principal objetivo es que entiendas la actitud correcta que te permite pasar los Tests. Si logras esto, los resultados tampoco serán inmediatos de la noche a la mañana. A menudo, la vida no nos da tiempo suficiente para reaccionar, por lo que ni siquiera espero de ti que pases todos los Tests exitosamente de ahora en adelante.
Lo que sí espero es que, cuando quiera que falles uno de ellos, más tarde te preguntes mentalmente qué deberías haber hecho. Y, con tiempo, que diseñes una respuesta o reacción perfecta para dicha ocasión. Cuando la tengas, apúntala en tu lista de respuestas si es necesario. Lo importante es que aprendas de tus errores y no cometas demasiadas veces los mismos.
Solo esto que te acabo de decir, sentaría una diferencia abismal entre tu juego y el de la mayoría de los Fruscos.
CONTRAATACA
El Aven experimentado no sabe solo cómo superar los Tests de una mujer. Sabe, además, contraatacar con Tests de su propia cosecha para ponerla en apuros y mantenerla distraída.
Cosas todas que, además, crearán una Inercia Favorable[160].
Así que ya lo sabes. A menudo, la mejor defensa es un buen ataque. Muchos de los principios que estás y vas a seguir aprendiendo en este libro logran que puedas llevar a cabo dichos ataques con éxito.