COMERCIA CON SU VALIDACIÓN

Hasta ahora hemos hablado de la importancia de ofrecer DAVs. La razón de esto es que la mujer se siente difícilmente atraída por un hombre cuyo Valor percibe por debajo del suyo.

Hemos, por así decirlo, centrado casi todos nuestros esfuerzos en nuestra propia persona. Ahora bien, ¿es esto siempre suficiente?

¿Qué ocurriría si, además de esforzarnos por elevar nuestro Valor, invirtiésemos parte de nuestra actividad en socavar el suyo? ¿Nos ayudaría a lograr que el Objetivo nos viese más fácilmente por encima de ella y, en consecuencia, más Alfa?

La respuesta, querido amigo, es un rotundo sí.

De hecho, los hombres hemos acariciado tanto el ego de las mujeres más atractivas que, a menos que cuentes con un montón de ventajas sobre el resto de los mortales, comerciar con la Validación[199] de estas te resultará imprescindible si pretendes proyectar Valor suficiente en un espacio corto de tiempo[200].

Así, en tanto que en el capítulo anterior hablábamos de reforzar tu poder atrincherando y defendiendo tu terreno, el de tu persona, prepárate aquí para estudiar cómo extender dicho poder lanzando ataques directos a su propio territorio y minándolo implacablemente. Nuestra meta será que, al encontrarse ante nosotros, el Objetivo sienta la validez de su persona cuestionada.

En realidad —debes saberlo— ambos buscáis Validación, solo que de formas distintas. De hecho, la finalidad del Juego del Valor no es otra que la de conseguir Validación. La Validación es tu recurso, la moneda con la que comercias en el «país del Valor». Y es escasa y codiciada. Lo es tanto como el agua en el desierto[201].

NIÉGALE LA VALIDACIÓN

Cuando una mujer percibe Valor en un hombre, comienza a experimentar la necesidad de que este la valide, lo cual activa su mecanismo de atracción de forma automática. ¿Por qué?[202] Porque la atracción lleva al sexo, y el sexo es el arma principal de la mujer. En otras palabras, es su mejor herramienta a la hora de obtener Validación[203].

De lo que los Aven nos hemos dado cuenta, es de que dicho mecanismo también funciona de modo inverso. Así, aun cuando ella no perciba inicialmente nuestro Valor lo suficientemente alto, al negar la Validación a una mujer, esta siente el mismo vacío y necesidad de llenarlo que cuando está con un hombre de alto Estatus, cosa que logra activar su mecanismo de atracción de idéntica forma[204].

En la práctica, hay muchas formas de negar Validación a una mujer, así como grados en los que esto puede hacerse. Desde una cierta falta de atención o no mostrarse muy impresionado por aquello que hace o dice, hasta ridiculizarla en público o ignorarla por completo. En general, negar la Validación suele ser sinónimo de bajar la autoestima. Paralelamente, bajar la autoestima a una mujer conlleva casi siempre una búsqueda de Validación por su parte. Ni que decir tiene que debe parecer siempre una reacción espontánea y natural por nuestra parte y jamás una táctica planeada. No olvides que, para ser eficaz, toda bajada de autoestima debe parecer involuntaria.

LA FALSA AUTODESCALIFICACIÓN[205]

Solo hay una cosa peor que el que no te quieran comprar, y es el que no te quieran vender.

Piénsalo. Estás en un centro comercial y ves a un vendedor de tarjetas de crédito que acosa a todos los que caen en su radio de acción. A ti te pasa de largo. Te acercas, pero el vendedor se hace el despistado. Finalmente, te acercas tanto que finge intentar venderte, pero sin el menor empeño, como por educación y esperando a que te vayas para poder seguir realizando su trabajo.

¿Cómo te sientes?

La respuesta es que, a menos que creas que lo está haciendo adrede para hundirte, horrorosamente mal.

Pues bien, los hombres son vendedores esperando que alguna TB escuche la presentación de su producto y quiera después comprar. Las TBs lo saben, lo ven como algo normal y sienten que son ellas las que deciden lo que compran o no. Ahora bien, si realmente logras sembrar la duda en una de ellas sobre si le quieres vender, ¿cómo crees que se sentirá? ¿Cómo actuará?

Es precisamente en este principio en el que se basa la teoría de la Falsa Autodescualificación. La idea es ganar un lugar aventajado en la competición dando a entender que no tenemos intención de competir. Además de ayudarnos a no ser detectados por su Radar, a menudo supone una DAV.

EL IDES

Hemos hablado de la teoría de la Falsa Autodescalificación, pero no de su herramienta básica, el IDES. Entendemos por IDES cualquier Indicador de Desinterés, verbal o no verbal, que haga sentir al Objetivo que quizás no estamos tan interesados en ella como podría esperar. Esencialmente, el IDES es lo contrario del IDI.

En el juego, los utilizaremos para autodescalificarnos falsamente y negarle al Objetivo la Validación. Si está acostumbrada a todo lo contrario, los IDES lograrán desconcertarla, sembrar la duda y alimentar sus inseguridades.

Pueden resultar peligrosos, eso sí, si se usan en el momento equivocado[206] o con chicas inseguras y que ya parten con una percepción de su Valor por debajo del nuestro. En cambio, funcionará a las mil maravillas con la típica TB que tiende a despreciarnos o a no tenernos en cuenta.

Ejemplos de IDES[207] serían ignorar al Objetivo o no prestarle excesiva atención, mostrar una actitud distraída en general, no dejar ver perturbación alguna cuando nos provoca sexualmente, sonarse la nariz en su presencia[208], bostezar, acudir con aspecto descuidado a una cita, mencionar defectos propios, mostrar que no nos preocupa que piense que somos gays, etc.

Las Autodescalificaciones serias, como hablar de una enfermedad contagiosa o dejar caer que estamos casados y con hijos, pueden no ser recomendables, pues nuestro objetivo es que la TB dude y nos vea como un reto, no el poner ante ella obstáculos insalvables.

EL NEGA

El Nega no es más que una clase particular de IDES. Una, dicho sea de paso, tan peculiar y característica que se ha ganado, a mi juicio, el derecho a ocupar un lugar propio. Se trata de un negador de Validación[209] que, de forma casi inconsciente, utilizaba mucho mi amigo Faustino de un modo que no he visto hacer a nadie más.

Faustino no era muy dado a las mujeres, pero hacía algo increíblemente bien: bajarles la autoestima. Y, por esta razón, triunfaba donde todos fracasábamos.

Él veía a una TB y le decía cosas que nadie más le había dicho, del tipo: «Oye, me encantan los bultitos esos que te hacen las lentillas en los ojos, ¿dónde las compras? Ah, son tus ojos. Bueno, son bonitos de todas formas» (como por educación).

O de repente se quedaba mirando a la chica a la que había ignorado todo el rato, y le soltaba un: «Oye, es curioso… Parpadeas mucho, ¿no?» o «Me encanta el maquillaje que llevas. Te oculta súper bien los granitos» o «Ese pantalón es fabuloso. Te quita un montón de kilos de encima».

O «Están chulas esas botas con tacones que llevas. Te hacen parecer mucho más normal» o «Me encanta esa peluca… Ah, es tu pelo. Bueno, me gusta de todas formas» o «Me encanta ese nuevo peinado. Oculta muy bien la forma de tu cabeza». «Felicidades por ese suéter. Te da un aire muy robusto». «No digo para nada que no seas atractiva. A muchos les gustan las mujeres velludas» «Me encanta tu voz, me recuerda mucho a mi abuela, que en paz descanse» «Te ríes como mi mejor amigo. Me gusta». O «Hueles como mi mejor amigo. Me encanta». O (después de haberle dicho ella que es modelo): «¿De manos?».

Está claro, ¿no? El Nega es un IDES con forma de insulto involuntario o accidental y, a veces, solapado. Otras veces, toma la forma de piropo ponzoñoso. En cualquier caso, se trata siempre de algo dirigido a alimentar sus inseguridades.

DESINTERÉS ACTIVO FRENTE AL PASIVO

Otra de las distinciones que conviene tener muy claras al tratar de especular con la Validación de una mujer es la diferencia abismal que existe entre un IDES Pasivo y otro activo.

No tienen nada que ver. Y su eficacia, tampoco.

Así, el IDES Pasivo es el instrumento fundamental de lo que el Frusco entiende por hacerse el duro, ponérselo difícil, ignorarla, etcétera. La búsqueda del IDES Activo constituye, en cambio, un rasgo que permite reconocer al verdadero Aven de inmediato.

La diferencia es simple: en tanto que el IDES Pasivo se lleva a cabo desde una posición de práctico anonimato, el IDES Activo se efectúa desde una posición social en el grupo tan elevada y próxima al liderazgo como sea posible.

En otras palabras, tratas de convertirte en el alma, el animador del grupo que bajo ningún concepto puede pasar desapercibido antes de negarle al Objetivo los IDIs a los que la han habituado y de desconcertarla con tus IDES.

Como ves, ambos son ataques dirigidos al ego de nuestro Objetivo y ambos intentan cuestionar su Validación. Sin embargo, el abismo que existe entre uno y otro es similar al que podríamos encontrar entre un arma arrojadiza y otra de fuego[210].

Con todo, sigue siendo más beneficioso servirse de IDES, aun cuando estos no sean demasiado activos, que no hacerlo en absoluto.

ARGUMENTA TUS DESARMES

En ocasiones, nuestro desinterés puede parecer inauténtico y despertar sospechas, a menos que esté bien argumentado.

El desarme consiste generalmente en alguna clase de argumento dirigido a atacar el «punto fuerte» del Objetivo. Es decir, nos permite hacerle creer que aquello que piensa que le da poder sobre nosotros no lo hace en absoluto. De esta forma, la estamos desarmando[211].

Los desarmes más utilizados son aquellos dirigidos a la belleza o atractivo[212], pues suelen funcionar muy bien con la mayoría de TBs. En ocasiones, sin embargo, también se dirigen al poder económico. Y, a veces, incluso a su erudición.

La cuestión es que pueden usarse contra cualquier cosa por la que ella se piense con más poder o se valore más que nosotros. Como ya hemos indicado, existen Desarmadores Enlatados que pueden ayudarnos a desarmar.

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