Agradecimientos

Desde que una historia surge en la mente del escritor, hasta que esta llega a ser publicada, transcurre un proceso complicado y desconocido por las personas ajenas al mercado literario. En él intervienen un gran número de trabajadores anónimos que aportan su profesionalidad y buen hacer sin que sus nombres figuren en el resultado final. A todos ellos, sin distinción, mi agradecimiento personal.

También, mi gratitud más sincera, a mi editora, Carmen Fernández de Blas, quien valoró mi trabajo desde que llegó a sus manos y puso en él toda su fe y conocimientos profesionales.

A Olga García de la Rosa, porque sin su trabajo profesional, constante, objetivo, lleno del respeto más profundo y el entusiasmo que todo escritor ansia para su trabajo, esta obra no sería lo que es.

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